Las PYME
como Vladimir y Estragón[1].
“Se habla mucho del día
después del aislamiento para las MiPyME (incluye los autoempleos) y todos en
general piden "crédito", o sea aumentar deudas. NO. La solución es lo
que hizo la RFA con los ciudadanos de la RDA cuando cayó el muro de Berlín.
Les regaló, en ese
momento, Deutsche Mark para que los gasten a "piaccere". Eso
necesitan las MiPyME. Que les den pesos para arrancar. Simultáneamente esos
pesos deben garantizar el acceso a insumos importados sin que ello implique
deuda.
Pedir más crédito para las
MiPyME (incluyo el autoempleo) es ahondar el proceso de concentración, es
inducir una verdadera catástrofe en el empleo. Hay que dejar ése
"natural" proceso del capitalismo para cuando estén todas de pie. No
se debe patear al vencido cuando está inerme
No a más deuda, de eso tienen y las está hundiendo”
Unos días antes (06/04/2020) escribimos:
“El 26/7/2012 Mario
Draghi dijo en Londres: «De acuerdo con nuestro mandato, el BCE está dispuesto
a hacer lo que sea necesario para preservar el euro. Y créanme, será
suficiente».
Muchos se preguntan cómo remontar la actividad económica. Mi respuesta es "a lo Draghi". No tenemos euro que salvar, pero la manera de resucitar éste "Lázaro" (a) "peso" es poniendo lo más rápidamente posible a funcionar la industria q requiere esos pesos a tasa cero para arrancar”
Un artículo de El País de hoy, (2/5/2020) señala (aunque la fecha del artículo en Internet -30/05/2020) es un fallido, pero lo sustantivo es su contenido) en un reportaje a Paolo Gentiloni, comisario de Economía de la UE:
Paolo Gentiloni,
comisario de Economía, reclamó “un plan de recuperación que sea lo
suficientemente amplio, dirigido a las economías y los sectores más afectados y
que se pueda implementar durante los próximos meses. Si no es ahora, ¿cuándo?”.
El resumen del mensaje es:
Europa necesita más dinero nuevo para apoyar la recuperación y menos prejuicios de ortodoxia financiera. La pandemia ha quebrado, por la vía del desplome de la economía, los argumentos más rancios sobre la deuda. Siguiendo a Gentiloni, todos los países europeos se preguntan: si no es ahora cuando hay que poner dinero fresco, ¿cuándo?
En Argentina, mientras tanto, la pregunta es la necesidad y la pregunta es la misma, pero, no podemos deshacernos, aún en tiempos de pandemia, de nuestra esencia.
La
ineptitud, la ineficacia, la clara muestra que la burocracia publica en sus más
altos niveles de decisión está como dice Néstor Scibona en La Nación
(02/05/2020) “lejos de la realidad” (ver: https://www.lanacion.com.ar/economia/los-despachos-oficiales-lejos-de-la-economia-real-nid2360664)
Es, ni más ni menos, una vieja práctica cultural: “se cacarea, pero el huevo no aparece y cada vez hay menos gallinas”.
La batalla política argentina, parece ser, está concentrada en una “caja” (ANSES) que representa más del 35% del Presupuesto Nacional y destinada a asistir a la creciente marginalidad, pobreza y exclusión no porque se intente con semejante poder financiero y económico transformar esa matriz de injusticia e inequidad sino porque es precisamente el desarrollo de ésa matriz la que aporta los votos para la supervivencia de un modelo político que, tarde o temprano, a fuerza de repetir estertores cada vez más graves finalmente colapsará.
No hay debate, puja, ni contienda en torno a la PRODUCCIÓN, allí no se debate -para este modelo político – el poder. No es en la esfera de la PRODUCCION donde se generan las condiciones de supervivencia del populismo-neoconservador. Para proyectar su futuro requiere “cajas” que alimentan no sólo discriminación, sino que facilitan corrupción y latrocinios.
Poco y nada pueden esperar las PYME de este modelo para el retorno al trabajo y la producción. No está en el “genotipo” del populismo-neoconservador la producción y reproducción de la vida material mediante la gestión privada.
Subidos al “pedestal” de las “cajas” (para ellos el modo en que conciben el Estado), habrán de pretender digitar su “magnanimidad” y establecer, en su miopía quienes habrán de ser “beneficiarios” de los mendrugos.
No hay un momento en que el “ahora” coincida con el “¿Cuándo?”.
Las
PYME nada pueden esperar.
Lic. Carlos G Schwartzer
Belgrano
2/05/2020
[1] Los amigos de Godot, que
esperan que, tal vez, mañana, seguro llegue. (Samuel Beckett – Esperando a
Godot)
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