02 diciembre 2020

 

Las PYME como Vladimir y Estragón[1].

 El 09/04/2020 decíamos, 

“Se habla mucho del día después del aislamiento para las MiPyME (incluye los autoempleos) y todos en general piden "crédito", o sea aumentar deudas. NO. La solución es lo que hizo la RFA con los ciudadanos de la RDA cuando cayó el muro de Berlín. 

Les regaló, en ese momento, Deutsche Mark para que los gasten a "piaccere". Eso necesitan las MiPyME. Que les den pesos para arrancar. Simultáneamente esos pesos deben garantizar el acceso a insumos importados sin que ello implique deuda. 

Pedir más crédito para las MiPyME (incluyo el autoempleo) es ahondar el proceso de concentración, es inducir una verdadera catástrofe en el empleo. Hay que dejar ése "natural" proceso del capitalismo para cuando estén todas de pie. No se debe patear al vencido cuando está inerme 

No a más deuda, de eso tienen y las está hundiendo” 

Unos días antes (06/04/2020) escribimos: 

“El 26/7/2012 Mario Draghi dijo en Londres: «De acuerdo con nuestro mandato, el BCE está dispuesto a hacer lo que sea necesario para preservar el euro. Y créanme, será suficiente». 

Muchos se preguntan cómo remontar la actividad económica. Mi respuesta es "a lo Draghi". No tenemos euro que salvar, pero la manera de resucitar éste "Lázaro" (a) "peso" es poniendo lo más rápidamente posible a funcionar la industria q requiere esos pesos a tasa cero para arrancar” 

Un artículo de El País de hoy, (2/5/2020)  señala (aunque la fecha del artículo en Internet -30/05/2020) es un fallido, pero lo sustantivo es su contenido) en un reportaje a Paolo Gentiloni, comisario de Economía de la UE: 

Paolo Gentiloni, comisario de Economía, reclamó “un plan de recuperación que sea lo suficientemente amplio, dirigido a las economías y los sectores más afectados y que se pueda implementar durante los próximos meses. Si no es ahora, ¿cuándo?”. El resumen del mensaje es: 

Europa necesita más dinero nuevo para apoyar la recuperación y menos prejuicios de ortodoxia financiera. La pandemia ha quebrado, por la vía del desplome de la economía, los argumentos más rancios sobre la deuda. Siguiendo a Gentiloni, todos los países europeos se preguntan: si no es ahora cuando hay que poner dinero fresco, ¿cuándo? 

En Argentina, mientras tanto, la pregunta es la necesidad y la pregunta es la misma, pero, no podemos deshacernos, aún en tiempos de pandemia, de nuestra esencia. 

La ineptitud, la ineficacia, la clara muestra que la burocracia publica en sus más altos niveles de decisión está como dice Néstor Scibona en La Nación (02/05/2020) “lejos de la realidad” (ver: https://www.lanacion.com.ar/economia/los-despachos-oficiales-lejos-de-la-economia-real-nid2360664)

Es, ni más ni menos, una vieja práctica cultural: “se cacarea, pero el huevo no aparece y cada vez hay menos gallinas”. 

La batalla política argentina, parece ser, está concentrada en una “caja” (ANSES) que representa más del 35% del Presupuesto Nacional y destinada a asistir a la creciente marginalidad, pobreza y exclusión no porque se intente con semejante poder financiero y económico transformar esa matriz de injusticia e inequidad sino porque es precisamente el desarrollo de ésa matriz la que aporta los votos para la supervivencia de un modelo político que, tarde o temprano, a fuerza de repetir estertores cada vez más graves finalmente colapsará. 

No hay debate, puja, ni contienda en torno a la PRODUCCIÓN, allí no se debate -para este modelo político – el poder. No es en la esfera de la PRODUCCION donde se generan las condiciones de supervivencia del populismo-neoconservador. Para proyectar su futuro requiere “cajas” que alimentan no sólo discriminación, sino que facilitan corrupción y latrocinios. 

Poco y nada pueden esperar las PYME de este modelo para el retorno al trabajo y la producción. No está en el “genotipo” del populismo-neoconservador la producción y reproducción de la vida material mediante la gestión privada. 

Subidos al “pedestal” de las “cajas” (para ellos el modo en que conciben el Estado), habrán de pretender digitar su “magnanimidad” y establecer, en su miopía quienes habrán de ser “beneficiarios” de los mendrugos. 

No hay un momento en que el “ahora” coincida con el “¿Cuándo?”. 

Las PYME nada pueden esperar. 

Lic. Carlos G Schwartzer 

Belgrano 2/05/2020



[1] Los amigos de Godot, que esperan que, tal vez, mañana, seguro llegue. (Samuel Beckett – Esperando a Godot)

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