20 abril 2021

POR MAS EMPEÑO QUE PONGA, EL PERRO NO ATRAPA LA COLA

 

POR MAS EMPEÑO QUE PONGA, EL PERRO NO ATRAPA LA COLA

 Bien para para entender el tema sobre la cuestión del mercado frigorífico pero que en realidad es debemos hablar de la cadena de valor de la carne en realidad este es el momento tal vez apropiado para expresar más allá del producto la cuestión central del tratamiento de la inversión en la Argentina 

Antes de referirme a la cadena de valor de la carne en particular hay que referirse al modo en que está esta política pública abordan la cuestión de la dinámica de los mercados, cualquiera sea el producto, y que, bajo determinadas condiciones, se desarrolla no sólo el proceso de determinar la estructura de costos del producto que analicemos, sino que, de modo subsiguiente lo que podríamos llamar el “precio al consumidor” 

Este precio desvela a la política pública y dispone de un sistema estadístico especializado para medir mes a mes las variaciones de los precios que pagan los consumidores siendo esta medición la materia prima para marcar éxitos y fracasos de las políticas públicas que parecen, en la voz de los funcionarios, ser la medida del bienestar de los ciudadanos. 

Surge así una asimetría entre la política pública que pretende el bienestar general, medido por la variación de los precios que el consumidor debe pagar y la realidad de los procesos de producción de valor que, en todos los casos más allá de la escala y el producto, requieren empresarios que inviertan para sostener la actividad en ésos procesos de creación de valor y obtener los productos que son constitutivos del bienestar general que parece perseguir la política pública. 

En el extremo, hay políticas públicas que desean que los consumidores obtengan los bienes que conforman su bienestar gratis o pagando un mínimo precio y que expresan su ignorancia y su desacople de la realidad, exhibiendo ignorancia sobre los procesos de producción y sus costos. 

Hoy es la carne, luego fue o será el trigo y en el colmo del absurdo una funcionaria pública que erróneamente podríamos decir de rango bajo (sólo es una diputada nacional) más sin más antecedentes que la fidelidad a un relato que, entre otras cosas sostiene, que los argentinos debemos cargar con la condena de producir y exportar alimentos. 

Esa consideración no era producto de su propia cosecha sino la repetición fiel de las ideas de quien, para ella es su líder endiosada cual si fuera el “becerro de oro” al que hay que tributar y simultáneamente repetir sin reflexión alguna sus “ideas”. 

En el mismo sentido el aparato y sus responsables de medir los precios observan con escandalo que aquello que les fue dado como misión se convierte en su calvario: los precios al consumidor no dejan de subir y una tras otra, desde tiempos inmemoriales fracasan, aportándole a quienes consideran sus acólitos la infelicidad y en ése camino, el riesgo de ser expulsados y dejar de saborear las mieles del poder. 

Frente a un proceso de creación de valor los funcionarios, escandalizados, tienen 3 alternativas: 1) regular cantidades 2) regular precios y 3) (misión imposible nunca hecha) evaluar su responsabilidad en aquello que los escandaliza y que han denomina do INFLACION.

Reitero, hoy es la carne para lo cual primero el Ministerio de Agricultura emitió la Resolución 60/2021 en la que estableció un conjunto de información a ser brindada, con carácter de Declaración Jurada, por aquellos de la cadena de valor de la carne y cuyo objeto, según quienes la emitieron es

  •  ·       controlar que no haya subfacturaciones,
  • ·         triangulaciones,
  • ·         que se haya liquidado las divisas como corresponde.
Y, en modo particular de expresar su “creatividad” habrán de establecer precios de referencia por categorías y cortes. 

Para ello, según los funcionarios del Ministerio de Agricultura, los exportadores de carne deben brindar la siguiente información citamos textual) 

4.13.2 Los interesados deberán informar, detalle de cuentas bancarias con las que opera, movimientos bancarios de los últimos SEIS (6) meses y líneas de financiamiento otorgadas por las entidades informadas.

4.13.3 Plan de trabajo proyectado para el próximo año, con detalle de mercadería a exportar, volúmenes, proveedores y destinos.

4.13.4 Detalle de personal en relación de dependencia, compañía aseguradora de riesgos de trabajo contratada y constancia de las entidades bancarias donde se depositan los haberes de los trabajadores.

4.13.5 Último estado contable certificado, para las Personas Jurídicas y Manifestación de bienes actualizada y certificada para las Personas Humanas o socios y/o accionista para el caso de Personas Jurídicas de reciente constitución.

4.13.6 Constancia de ingresos de divisas, del último año, para el caso de haber realizado operaciones de exportación.

4.13.7 Los titulares de los establecimientos matriculados que presten servicios de exportación a terceros matriculados en este registro, serán mancomunada y solidariamente responsables por los incumplimientos de los requisitos y demás condiciones establecidas en la presente resolución.

4.13.8 Los requerimientos de los puntos 4.13.2, 4.13.3, 4.13.4, 4.13.5 y 4.13.6 no serán de aplicación si el exportador tiene un establecimiento propio ya inscripto en el REGISTRO ÚNICO DE OPERADORES DE LA CADENA AGROINDUSTRIAL (RUCA)”. 

Por otra parte, la declaración jurada servirá también para las empresas que hayan celebrado algún acuerdo con la Secretaría de Comercio lo hayan satisfecho. 

Este aspecto del control se refleja en la Resolución Conjunta de Desarrollo Productivo y Agricultura que agrega a lo que ya se solicitaba en la Resolución 60/2021 la siguiente información: 

  • ·         Período de embarque de la mercadería.
  • ·         Datos identificatorios del exportador.
  • ·         Tipo de mercadería (deberá aclararse partida arancelaria, Certificación Sanitaria, Categoría de animal).
  • ·         Tipo de carga: enfriada o congelada.
  • ·         Volumen de venta en toneladas.
  • ·         Precio F.O.B. Oficial.
  • ·         Fecha de cierre de venta.
  • ·         Informar si es sujeto obligado de informar en el Sistema Informático para la Implementación de Políticas de
  • ·         Reactivación Económica (SIPRE). En caso de que no sea sujeto obligado y sea productor interno, deberá informar el volumen de lo comercializado en el mercado interno en los últimos dos meses.

·         Datos identificatorios del comprador incluyendo:

·         I.1. Denominación.

·         I.2. Tipo societario.

·         I.3. Domicilio.

·         I.4. País.

·         I.5. Código de identificación tributaria del comprador en dicho país.

·         I.6. Si se trata de intermediario o destinatario final.

·   País de destino de la mercadería (podrá indicarse “indeterminado” al momento de la registración con cargo de  completarlo al cierre de la operación).

Entre ambas el Estado Nacional habrá de contar con tanta información que finalmente no sabrá qué hacer con ella y finalmente – dado que conocemos el final- buscará cualquier detalle para operar un “molinete pasa-no pasa” que nos pondrá nuevamente en el fracaso. 

La cadena de valor de la carne tiene un rasgo especial dentro del sector de la producción agroindustrial de alimentos: se llama INVERSION 

La respuesta al resultado de la ignorancia que se manifiesta con ambas Resoluciones se refleja en un Ministro de Economía que vaga por el mundo buscando inversores y que lo único que cosecha es fracasos. 

Simultáneamente, este modo de mirar los procesos de creación de valor (no sólo de la carne) hace que muchas empresas, expresen su hartazgo de éste tipo de concepciones de la política pública y abandonen el país. 

No quiero abundar en ejemplos de fracasos, solo recordar que ya casi un siglo atrás el entonces Presidente de la Nación culpaba, con nombre y apellido, a 3 exportadores de carne, de ser los responsables de la infelicidad del pueblo y arengaba al uso del alambre, el 5x1 y otras convocatorias a la violencia. 

“Por ahora, y sólo por ahora” dice la muletilla del relator de fútbol, no se ha colocado cuotas, cupos u otro tipo de restricciones a la exportación de carne. Pero el camino al fracaso, que ya hemos recorrido no hace todavía tanto tiempo, lleva a ese casi obvio resultado: se pondrán cupos, cuotas, etc. 

El sueño de restablecer un IAPI o una Junta Nacional de Carnes forma parte de sus deseos y sólo esperan el momento oportuno. ¿Llegaran a tiempo? En lo personal espero que no, El objeto de sus anhelos (la felicidad del pueblo argentino) parece estar dispuesto a tomar otro camino para obtenerlo. 

Fracasó y fracasaron, ¿Por qué? Porque los responsables de lo que llaman “Inflación” y que genera la infelicidad del pueblo son los funcionarios que generan éste tipo de políticas plenas de controles pero que es “como el perro que intenta morderse la cola”: gira sobre si mismo en la suposición que lo logrará. 

Lic. Carlos Guillermo Schwartzer

Colegiales, 20/04/2021