29 septiembre 2014

REFLEXIONES DE UN ECONOMISTA POLITICAMENTE INCORRECTO

REFLEXIONES DE UN ECONOMISTA POLITICAMENTE INCORRECTO

Como Asesores de Política Industrial vamos desarrollando de modo metódico un inventario de las demandas PYME que podríamos llamar las referidas a la “Competitividad externa”. El que la desea me la puede solicitar.

Sin embargo, tan puntilloso inventario, no aborda la cuestión central: la matriz productiva de la Argentina. Es sobre ella que voy a formular algunos comentarios tendientes a aportar a un debate más serio, rico y trascendente.

1.    Un aspecto estratégico para el desarrollo industrial argentino es la transformación – no una reestructuración o mera revisión – de la “matriz productiva nacional”. La actual de­nominada pomposamente como “matriz productiva diversificada con inclusión social” trajo como consecuencia ésta crisis industrial de muy difícil resolución y que cuya reso­lución y recomposición, hasta que se logre su transformación debe ser hecha con ex­tremo cuidado y responsabilidad para evitar que muchas PYMI no incluidas en dicha matriz “migren” ha cia la marginalidad o la desaparición silenciosa.

2.    Sin embargo, esa ““matriz productiva diversificada con inclusión social” ha repuesto de modo podríamos llamarlo “brutal” el protagonismo de una industrialización basada en las denominadas ya en 1870 “industrias naturales” y se ha concentrado en las grandes pro­ducciones granarias en las cuales las PYMI carecen prácticamente de participación y que cuando lo hacen (tenemos el caso de una pequeña agroquímica de Pergamino y otros casos similares deben traspasar una compleja situación para obtener las DJAI que le im­piden mantener su sustentabilidad en el mercado)

3.    Para las PYMI, en lo que resta del territorio nacional no dedicado a ésas producciones grandes producciones granarias, se ha instalado una suerte de modelo de “industrializa­ción de la ruralidad”. Suena bien, es absolutamente necesario que así sea, pero resulta un discurso atractivo, justo, de desarrollo y ejecución imprescindible.

4.    Sin embargo esa “industrialización de la ruralidad” vuelve a plantear en escala menor, el desarrollo de las llamadas “industrias naturales”. A modo de ejemplo, escuchaba ayer en el programa de TV “En el Camino” dedicado al Alto Valle de Río Negro que un Ingeniero Agrónomo se­ñalaba que las manzanas y las peras ya estaban allí desde tiempos inmemoriales y de que el Ing Cipolletti desarrollara el dique que permite el riego y el enorme desarrollo de los frutales en la región. Sin embargo, después de 100 años, se continua exportando la manzana, pera, durazno, etc en fresco sin transformación. Lo mismo sucede en Men­doza, San Juan y Tucumán donde la gran exportación de limones y arándanos se desa­rrolla sin transformación alguna.

5.    Esos productos que podríamos denominar “regionales” o de “producciones intensivas” (incluyo en éste momento porque me viene a la mente, la cebolla, el ajo y la fruta fresca de la zona de Cuyo como así también los olivares de La Rioja y Catamarca), las hortali­zas y verduras de hoja de la Zona de Gran La Plata, las hermosas flores de Colonia Ur­quiza y así podría nombrar el largo y fantástico recorrido que he hecho a lo largo de los años. Obviamente un capítulo especial para la miel que fue motivo de una especial re­ferencia del Sr Robín en el último Comité. Cinco años transité la Argentina con el tema miel. Llegue ha impulsar con la Fundación ArgenINTA una norma de calidad y con el ya seguramente fallecido Dr. Bianchi, de la Universidad Nacional de Santiago del Estero un Programa de Tipificación de miel. El Ing Berrascarasbure del INTA Tandil, con el que actualmente CAME trabaja y consulta puede dar fe de esto.

6.    Pero los procesos industriales que se promueven si de lo que se trata es de la “industriali­zación de la ruralidad” debe tenerse en cuenta que esa industrialización no es más que la “hermana menor” del modelo que consolida las “industrias naturales” en de­trimento del desarrollo de un sector industrial que avance en la transformación de la “matriz productiva” y no que sólo la reitere con un discurso que puede resultar atractivo pero que esconde un modelo conservador y no transformador de la realidad industrial.

7.    No importa en qué lugar ni quien lo dijo a nivel institucional, pero no es la denominada “agro-industria” el sendero del desarrollo industrial. Reitero, eso implica estratégica­mente que dejaremos atrás (con una mirada si se quiere marginal) a las denominadas “industrias no naturales”, es decir a aquellas que no se integren a la “cadena de valor agroindustrial”.

8.    Permítaseme disentir, aunque sea en éstas breves reflexiones en absoluta confidenciali­dad y de modo privado. La seducción de la articulación “agro-industria” refuerza éste estado de enanismo de las industrias “no naturales” y deja atrás o parece abandonar una demanda muy específica; es el Estado Nacional, Provincial e incluso municipal el que debe desarrollar una política industrial agresiva y determinante para fundar las ba­ses de un desarrollo industrial basado en el conocimiento, en el diseño industrial y la in­corporación cada vez más extensiva de los nuevos materiales. A modo de ejemplo; la nanotecnología todavía no ha permeado en la industria nacional de modo masivo al igual que tampoco el acceso al “cloud computing” se ha expandido en las PYMI.

9.    La clave de la reconversión capitalista es la tecnología. El sector primario, ya lo viene haciendo a ritmo acelerado

10. Aunque la situación tiene un futuro demasiado largo para resolver las emergencias de la sociedad argentina, aún en el caso de la promoción de las “industrias naturales”. Señala Jorge Castro ( Clarín Rural 30/08/2014):

“En este contexto, se da por sobreentendido que desaparece el peso de los subsidios agrícolas en la producción mundial de agroalimentos en los próximos 40 años; y que proliferan los acuerdos de libre comercio (FTA), sobre todo de tipo bilateral.

La Argentina ha sido, entre los grandes productores agrícolas, el más perjudicado por la política de subsidios, especialmente de la UE. Es también el más beneficiado por su virtual desaparición en los próximos 10/20 años.”
        
La pregunta es ¿tiene la República Argentina esa capacidad de espera. ¿Tiene su sociedad esa paciencia? ¿Está en los planes estratégicos de la corporación política éstos acuerdos FTA.

11. Pero a su vez señala Héctor Huergo (Clarín Rural 30/08/2014) en sus notas desde Farm Progress Show en Iowa (si, aquella que hace ya muchos años llevó a preguntarse a Guillermo Flichman: ¿Por qué Pergamino no es IOWA?):

Tenemos prácticamente los mismos eventos biotecnológicos, un manejo parecido (o superior por la predominancia de la siembra directa en la Argentina) entre los líderes, que no mezquinan nutrientes aunque los números sean marginales. Nuestros costos son inferiores, por escala, habilidad y eficiente uso de maquinaria ya sea propia o vía contratistas. Nadie le saca tanto el jugo a su capital en fierros como los chacareros pampeanos.

Pero “nos estamos alejando. Aparecen innovaciones que seguramente adoptaremos y adaptaremos, pero ya no se vive el fervor creativo de 20 años atrás. El ataque contra el sector ha hecho mella en los proveedores de insumos y equipos, y si bien se mantiene el flujo creativo, mermó considerablemente por inanición. Los productores han decidido invertir el mínimo necesario y eso impacta en las oficinas de investigación y desarrollo de las empresas, que son las primeras que se frenan en la época de vacas flacas.”

12. Es claro, entonces que, aún para mantener la matriz que da prioridad a las “industrias naturales” se requiere una enorme cuota de inversión donde de no existir un desarrollo industrial que dé sustentabilidad y acompañe ésa demanda de innovación, investigación y desarrollo que implica una enorme transferencia de ingresos, tanto del propio sector privado, como del sector estatal que deberá sostener tanto un sistema educativo acorde a éstas necesidades como de un sector científico-tecnológico que soorte aquella fase del desarrollo de extremo riesgo  en sus resultados.

Obviamente, en ésta línea el Estado Nacional no podrá bajo ningún concepto sostener una política de desarrollo industrial que no esté ligada a ésta especialización productiva.

13. ¿Cuál es el destino, entonces, para las Pequeñas y Medianas Empresas Industriales no incluidas en éstas especializaciones estratégicas?

Pero también, ¿Cuál ha de ser el destino de los ciudadanos excluidos de ésta estrategia productiva que convoca a una “híper especialización” que sólo da respuesta a un decreciente número de ciudadanos?

Continúa señalando Héctor Huergo:

Pero vayamos al grano… y a los rastrojos. Hay mucha tela para cortar. En esta primera aproximación, intentaremos dar una idea de las principales tendencias.

Empecemos por la siembra, donde este año se vieron novedades muy fuertes. El gran campanazo lo dio John Deere con su “Exact Emerge”, un sistema que cambia el paradigma de la caída libre de la semilla desde la placa distribuidora hasta el fondo del surco. En este trayecto, la semilla va golpeando el tubo de descarga y ello modifica la velocidad de caída, lo que afecta el planteo. Exact Emerge incorpora una correa recubierta con un cepillo, que toma la semilla en el distribuidor y la conduce ordenadamente hasta la salida. El tubo tradicional dejó su lugar a una especie de cubrecadena de plástico. Permite duplicar la velocidad de siembra, incrementando la precisión en la distancia entre plantas.

La gente del ciervo dice que se puede sembrar a 16 kilómetros por hora. Esto va a entrar como por un tubo en maíz y seguramente en girasol, donde la distancia entre plantas es un factor de rendimiento ampliamente demostrado.

Lo interesante es que Precission Planting, la compañía adquirida hace un par de años por Monsanto, le salió al cruce con un concepto similar, donde en lugar de la correa con cepillo utilizan una correa dentada que conduce la semilla hasta depositarla en el surco.

También en siembra, se vio una especial preocupación por mantener la presión del cuerpo de siembra, de modo de colocar la semilla a profundidad uniforme. Se vieron numerosos dispositivos hidráulicos y neumáticos, algunas veces controlados electrónicamente, para garantizarlo.

Las fábricas argentinas de sembradoras han sido pioneras en plantear esta cuestión. Aparecieron también nuevas ruedas barre rastrojo y cuchillas muy agresivas para cortarlo, en una clara demostración de que a pesar de las dificultades que plantea el clima del corn belt a la salida del invierno, la siembra directa sigue ganando espacio.

La tendencia al tamaño sigue vigente. El “bigger is better” (cuanto más grande, mejor) es el leit motiv de las grandes compañías globales, y muchos fabricantes menores le siguen la corriente. Hemos visto drappers de 45 pies y pulverizadoras con botalones de 40 metros.

En esta tendencia, no es casual la creciente presencia de orugas de goma: la cuestión de la compactación es el mayor desafío que afronta la agricultura sustentable.

En la Argentina estamos siguiendo, cada vez más claramente, la idea de una agricultura más liviana, dejando atrás la “edad de hierro”. Es en estas pampas donde se innovó con el aluminio, primero, y con la fibra de carbono, ahora. Ambas estuvieron presentes en el Farm, de la mano de empresas argentinas.

Lo que sí se advierte es un enorme cuidado por la ergonomía. Nos llamó la atención la nueva picadora de forrajes de John Deere, que incorporó la misma cabina de la cosechadora. Permite una visión sin interferencias en los 360°, lo que es fundamental para el operador. Los parantes de la cabina son curvos y esbeltos, y estan colocados en diagonal para no tapar nada. Pero además, incorporó modificaciones que facilitan todos los servicios. Ahora se pueden hacer desde el suelo, sin treparse a la máquina, tanto la carga de combustible como de inoculante, o cambiar fácilmente accesorios como el cracker (quebrador de granos) según se trate de maíz o sorgo, todo lo que va a ser muy agradecido por los contratistas de forrajes.

14. Pero si algo tenemos es problema para generar energía y los rastrojos se convierten en una fuente fundamental. Dice Huergo:

Una de las tendencias importantes es la maquinaria para recolección y procesamiento de los rastrojos. Toda una cuestión para debatir en la Argentina, donde los residuos de cosecha son sagrados.

En el corn belt, con altísimos rindes de maíz, muchas veces constituyen un exceso. Y ahora aparece la posibilidad de convertirlos en biocombustibles, con las plantas de etanol de “segunda generación”. Vermeer presentó una rotoenfardadora adaptada por un contratista para una eficiente recolección del rastrojo. Aparecieron varios equipos con distintas propuestas para la misma cuestión, todos muy visitados por los farmers.

Esta semana se inaugura la primera planta de etanol celulósico en Emmetsburg, Iowa, el Liberty Project de Poet-DSM. En su entorno hay más de 500 arrolladoras listas para juntar, en la estrecha ventana entre la cosecha y la caída de nieve, unos 500.000 rollos de cola de cosecha. Se obtiene un litro de etanol con 5 kg de rastrojo. Juntarán el 25% de la biomasa del maíz, unos 2500 kg por hectárea. Un ingreso extra de 300 dólares por hectárea para el farmer.

15. Es cierto que no debemos abandonar, en modo alguno y quiero ser bien entendido, apo­yar, acompañar y fortalecer las cadenas de valor de las “industrias naturales”, pero si queremos diferenciarnos, mostrar que somos artífices de una industria moderna y com­petitiva a escala mundial, no sólo debemos atarnos a las demandas de las industrias naturales sino mostrar, con una enorme cuota de heroísmo y responsabilidad, nuestro carácter industrial, es decir PIONERO y contribuir a desarrollar con propuestas claras aportes a la política industrial que contribuyan a la transformación de una matriz pro­ductiva que sólo incluye a no más de 25% de la población mientras el otro 75% se re­parte los mendrugos y muchas veces se mata por ellos.

16. El desarrollo industrial, sea donde se halla desarrollado de modo exitoso, tiene por de­trás una historia de PIONEROS que nunca, nunca, se rindieron ante los fracasos, ante la indiferencia, o ante el maltrato que genera la ignorancia. Todo Industrial es un crea­tivo, posee en sus genes el espíritu “shumpeteriano” aventurero, de asumir riesgos, de enfrentar las difíciles barreras que supone el desarrollo industrial que, en la Argentina, específicamente, no logra comprenderse.

17. Pero los empresarios PYMI no pueden ser ajenos a la problemática de los trabajadores. Ellos son sus clientes. La suerte de las PYMI está atada irremediablemente a su suerte. El mercado interno, tan nombrado lo constituyen ellos. Entonces cuan do se piensa en reforzar la matriz de la “industrias nacionales” se esta definiendo un mercado para 10 u 11 millones de consumidores que son los trabajadores de ésos sectores.

18. Pero el Empresario PYMI debe saber que esa matriz productiva que promueve las “indus­trias naturales” excluye a 35 millones de argentino y genera para decirlo económi­camente un mercado marginal que no se integra en modo alguno al mercado interno formal.


La aparición al interior de la Argentina de zonas especializadas (por ejemplo, aque­llas directamente ligadas al mercado mundial, diferenciadas de aquellas con escaso o nulo acceso) y de cada vez más profundas desigualdades regionales son indicadores de una crisis económica que avanza sobre el diseño mismo del proyecto de Nación y que no termina de reconocerse.

¿No será acaso el momento de comprender que el abandono del federalismo está profundi­zando los estragos de esa crisis económica y la necesidad de reconstruir un Estado Nacional Federal para lo cual se hace tan necesaria una nueva Ley de Copar­ticipación Federal como el diseño de una estrategia de desarrollo industrial y produc­tivo que implique un mapa de necesarias promociones industriales y productivas más eficientes y sustentables?

Pero al referirnos a la crisis no sólo hacemos énfasis en la que afecta a la economía argen­tina en la coyuntura signada por un conjunto de indicadores de corto plazo que no se condi­cen con una decisión fuerte en materia de empleo, inclusión social y mejora de la competiti­vidad, sino que nos referimos, también, a una crisis que opera de modo más profundo y silencioso, pero que finalmente, cuando emerja, mostrara una estructura económica, social y política muy diversa a la que conoce­mos.

Es en esa línea de mirar en el corto plazo signos o referencias del largo plazo que nos pre­guntamos: ¿Hasta que punto la retención del 15% de la coparticipación a las provincias por parte del gobierno nacional no es a su vez uno de los argumentos de la expansión del for­mato "La Salada"?

En los últimos días ha tomado algo de vuelo el debate (y porque no rechazo) a la presencia de representantes de éstas “ferias” (de algún modo debemos encontrar un vocablo que las designe y diferencie aunque el debate sobre su estructura y desarro­llo resulta en sí mismo un tema de estudio) en la conmemoración oficial del Día de la Industria que habrá de presidir la Presidenta de la Nación.

Este reconocimiento oficial a éste fenómeno (en realidad ha dejado de serlo para consti­tuirse en una realidad cotidiana) se va extendiendo y copta tanto a los secto­res populares que encuentran allí la satisfacción de sus necesidades como a un tipo de industria que las abastece y satisface.

Los fundamentos de la creciente importancia del formato “La Salada” son fácilmente identi­ficables: pobreza e inflación crecientes más permisividad de la elusión y eva­sión tributaria, fragmentación de la estructura productiva, creciente pérdida de com­petitividad en la indus­tria que para sobrevivir se desliza hacia la marginalidad, entre otras.

Pero también en modo concurrente la caída de la participación de las producciones regiona­les en las exportaciones, la concentración de las exportaciones en algunos sectores como el automotor y aceitero, es decir el manifiesto desacople de las es­tructuras económicas que ya de modo notorio se diferencian entre las vinculadas de modo directo o indirecto al mercado mundial y las que no.

Ante éste avance de la pobreza estructural, surge la necesidad de consentir el desa­rrollo de un sistema productivo alternativo que se ha denominado “la salada o sala­ditas” que implica no sólo una boca de expendio de mercancías, sino un complejo sistema productivo confor­mado por los sectores marginados o en vías de serlo y que transforman su “know how” pro­ductivo en un instrumento de supervivencia.

Obviamente en éste sector también rigen las condiciones capitalistas de producción y aun­que de un modo menos perceptible la competencia intra sistema va descartando a aquellos que no logran instalarse de modo completo (es decir, aportando las cuotas de capital –sea fijo o variable- necesarias para su desempeño)

Tal como señale la "la elusión y evasión tributaria" que caracteriza y recorre éste "sistema productivo" se corresponde inmediatamente con la expresión "no presu­puestaria" (la pér­dida de recaudación no está contabilizada y permite un buen ma­nejo del clientelismo) de un subsidio estatal que a todas vistas se hace cada vez más imprescindible.

Pero el desarrollo de ése “sistema productivo” conlleva menores servicios de salud, sistemas educativos de más baja calidad, prestaciones sociales prácticamente inexistentes, participa­ción creciente en el sistema clientelar de la política, una movi­lidad social menos elástica e incluso una cultura que va desarrollando manifestacio­nes propias y que se expresan en la vida cotidiana. 

Aparece acá una cuestión de "doble estándar".

La base económica sobre la que el Estado espera cobrar impuestos se refiere a la Ar­gentina considerada como un sistema agroexportador, es decir vinculada de modo directo o indi­recto al comercio mundial.

El resto, es decir los sectores económicos no ligados al comercio mundial configuran un sistema productivo (y obviamente con su demanda asociada) que el Estado deja "escapar" como modo de contener lo que podría constituirse como el embrión de una crisis social.

Obviamente cuando señalo "sistema productivo" aparecen asociadas otras problemá­ticas derivadas de la fragmentación social y política que conlleva estar o no relacio­nado con el mercado mundial. Es en este punto donde paro y me pregunto ¿existe el mercado nacional o al interior de éste se desarrollan bolsones cada vez más extendi­dos de "espacios económi­cos" donde la existencia de la Nación se pone en cuestión?

La creciente pérdida de competitividad de las industrias formales es lo que lleva a muchas a o bien tener que participar parcial­mente de éste sistema productivo o bien de modo único y completo. A medida que se pierde competitividad, lo que im­plica contribuir al incremento de la pobreza, se expanden las "saladas".

Este continuo deslizamiento de las micro y pequeñas empresas, hacia metodologías de supervivencia no implican su desaparición (al menos en una primera etapa). Con­tinúan produciendo orientadas, ahora, hacia ése mercado marginal denominado ge­néricamente “saladas”.

Surge, entonces, un volumen de producción creciente que debe ser colocado y que requiere, necesariamente, nuevas bocas comerciales lo que obliga a quienes lideran el formato a buscar nuevos horizontes.

Coincidentemente, en ésa búsqueda encuentran en las provincias bolsones de con­sumidores ávidos de obtener los productos ofrecidos con absoluta indiferencia de su origen y situación tributaria en tanto los precios responden a sus posibilidades.

Este encuentro entre “oferta y demanda” es precisamente lo que produce la tensión entre los consumidores y el comercio formal que se refleja de modo creciente en los medios de prensa locales.

El éxito logrado en Córdoba al prohibirlas se debilita porque la provincia es virtual­mente "rodeada" por éstos formatos y la presión que han de ejercer harán flaquear la decisión provincial cordobesa.

En consecuencia es la propia política económica la que promueve éste sistema pro­ductivo que a través de la presión tributaria y otras políticas que lejos de mejorar la competitividad la complican aún más "africaniza" el mercado tanto mirado desde la oferta como desde la demanda..

¿Cuál debería ser la estrategia? ¿Continuar con el camino legislativo de impedir por la vía formal la instalación de las bocas comerciales sin referirnos a la responsabili­dad de la política pública que las ali­menta? ¿Denunciar, acaso, que la mirada com­placiente de las autoridades frente a éstos formatos implica una masa de subsidios sin control alguno que fomentan el clientelismo?. Cualquiera que sea el tenor del cuestionamiento significará, en las condiciones actuales, promover la exclusión de esa masa de consumidores y en consecuencia discriminarlos respecto de las posibili­dades de satisfacer sus necesidades de indumentaria, calzado y otros bienes.

En nuestra opinión debe reflexionarse en un cambio de estrategia que permita en­contrar respuestas completas y estructurales a la cuestión (no digo problema porque pareciera ser que lo que es un problema para la economía formal no lo es para mu­chísimos consumidores y hasta para el propio Estado).

El debate sobre “La Salada” fetichiza una cuestión estratégica. ¿Cuál ha de ser el modo en que el proceso de acumulación capitalista se desarrolle en la Argentina y quienes estarán en condiciones de acceder de modo completo y formal y quienes de modo marginal e infor­mal?.

Se trata de un dilema shakespereano. Ser o no ser.

La irresolución se transforma en agonía y en el interregno, millones de argentinos padecen, por un lado,  el dolor de la pobreza y la manipulación clientelar que la agrava y por otro, miles de empresarios, en especial PYME, son atacados por una competencia desleal creciente ante la inacción de los funcionarios públicos que pare­cen alentarla.

20. Duele la exclusión de los jóvenes “ni-ni” que en la marginalidad y exclusión que esto supone los coloca al borde del delito como opción “laboral”. Pero no podemos olvidar a los denominados “si-no”; es decir, estudian o han estudiado en las Universidades Públi­cas -que más allá de algunas críticas sigue siendo la Universidad de excelencia- en la cual se han invertido (algunos lo llaman equivocadamente en lo ideológico: “gasto”) im­portantísimos fondos públicos que se pierden irremediablemente en el fracaso de no conseguir trabajo y posteriormente en el fracaso de un emprededorismo mal entendido por quienes hoy están institucionalmente “conduciendo” ése sector sumamente estraté­gico para el desarrollo industrial. No basta una ley para declarar un Día conmemorativo, ni algún subsidio de mínimo monto para la conformación del capital “semilla” 8que debe atravesar instancias burocráticas dignas de la “12 tareas de Asterix” (les dejo la versión completa de ésta metáfora que utilizo asiduamente: https://www.youtube.com/watch?v=-kknldJ9-A0 )

21. Propongo recuperar el espíritu de nuestros padres (más allá de la suerte que hayan co­rrido sus “aventuras y locuras”). Debemos reforzarlas, modernizarlas, re debatirlas, darles una nueva dimensión, etc, etc. (es decir todos debemos prestar suma atención a quienes desde el conocimiento, nos señalan errores, desvíos, etc y nos proponen esas nuevas formas productivas que claro, requieren una asistencia enorme de los presu­puestos públicos.

22. Pero cuando los “presupuestos públicos” son dirigidos a una distribución sin más causa que tratar de compensar la exclusión que genera el desarrollo de las “industrias natura­les” y que encima está atravesado para su obtención por el clientelismo político, la co­rrupción en las formas más sutiles y brutales, es más que evidente que quienes deberían ser receptores de dichos apoyos ante tales desmadres se inclinen hacia formas más di­rectas y rápidas de obtener recursos, que obviamente no son “estatales” pero que la son inducidos de modo indirecto por el modo en que se ejecuta la denominada “política so­cial”: “el caño”, “la droga” y la prostitución de esos jóvenes “ni-ni” para quienes el desarrollo industrial y la capacitación técnica indispensable podría ofrecerles otras alter­nativas.

23. Retorno al tema central (la verdad no me dejo dormir dando vueltas en mi cabeza). La orientación de la política industrial hacia el denominado “complejo agro industrial” im­plica el fracaso del desarrollo industrial sustentable, moderno y posible partícipe del mercado mundial.

24. Por otra parte ésa marcada inclinación “extremadamente seductora” (tal como le suce­dió a Odiseo (Ulises) que debió atarse al palo de la nave y taponarse los oídos para evi­tar caer por el canto de las sirenas o al propio Asterix y Obelix en su llegada a la Isla del Placer que les tenía preparada el Cesar) hacia el “complejo agro industrial”, reitero, es una visión conservadora que ni siquiera incluye a sus industrias proveedoras.

25. Las máquinas para la recolección de los olivares son importadas (la industria nacional desarrolla máquinas pero las exporta a Nueva Zelanda, competidores de  los argentinos porque en su diseño están preparadas para otra distancia entre árboles). Las empresas asociadas a CAFMA (la Cámara que nuclea a los fabricantes de maquinaria agrícola) que requieren de inversiones cuantiosas para adaptar sus sistemas industriales a las nuevas formas de la genética agrícola pero que a su vez asiste a la importación de ésas máqui­nas.

26. En tanto las “industrias naturales” tienen como característica fundamental desarrollar una matriz productiva de carácter extractivo, se le ha sumado ahora las cuantiosas re­servas de “shale oil y shale gas”. La CAPIPE, por ahora proveedora de la industria del petróleo y que se llenó de elogios ante el Secretario de Comercio desconoce el contenido de los contratos con Chevron y otras emresas de servicios petroleros como lo es el caso del su ex empleador de Miguel Galluccio (Presidente de YPF que ya ha contratado a los servicios petroleros Schlumberger. Sin embargo nos preguntamos ¿Qué dicen ésos contra­tos?. ¿Hasta dónde la Industria Nacional tendrá participación activa en el desarro­llo de la industria de la energía? Pero también nos preguntamos ¿debe reformarse la Ley de Hidrocarburos pese a la oposición de los Gobernadores propietarios constitucionales de tales recursos?. Hasta aquí sólo vimos como el el incremento permanente del precio de la nafta le genera liquidez a una empresa (YPF) que ante las restricciones externas (situación y gestión de la balanza de pagos) no puede obtener las cuantiosas inversiones que requiere salvo que otorgue desconocidas concesiones. Entonces, ¿debemos o no de­batir con CAPIPE éstas cuestiones estratégicas o debemos aceptar su creencia en una participación posiblemente marginal?

27. Pero fue esa misma Cámara que hace unos días expreso su complacencia por el aumento del corte de bio combustibles al 8%. Sin embargo, algo que parece para ellos de extraordinario valor está amenazado por la aparición en escena del “shale oil” sobre lo que nos preguntamos en el punto anterior al referirnos a la ignorancia completa sobre el contenido de los contratos.

28. El derrumbe irrecuperable del precio de la soja y el maíz, hacen que es altamente probable que el corte llegue al 10% en tanto el Gobierno tratara de amortiguar la caída de los precios agrícolas con una menor importación de combustibles, pero llegado a ése porcentaje ¿modificara la ley para hacerlo más alto? ¿cómo influye el incremento de los “cortes” en los sistemas de producción.

29. . Por lo pronto, el shale está transformando a Estados Unidos que, de acuerdo al experto Thomas Murphy, verá incrementada su producción en este tipo de explotaciones entre 50 y 70% en 2040.

Y en esa lógica de mayores volúmenes y menores precios para el petróleo, la obtención del shale castiga a otras energías como los biocombustibles. Murphy sostuvo, durante una charla con periodistas la semana pasada en el Instituto de Petróleo y Gas, que el shale deprime a esa industria. Así las cosas, si la cotización de la soja y del maíz llevaba en su interior la posibilidad de ser utilizada como petróleo, ahora puede declinar.

30. Pero obsérvese que nuevamente estamos redefiniendo la “matriz de base agroindustrial”, es decir “las industrias naturales”.

31. Del mismo modo con CAMOCA. Hasta donde es posible aceptar meras armadurías de equipos de computación que replican el inaceptable régimen de la Ley 19640 (no hice referencia en la Agenda para evitar rispideces) de Tierra del Fuego pero en el Conti­nente. ¿No deberíamos apoyar los esfuerzos que realizan algunos de sus asociados para desarrollar una industria informática basada en el conocimiento y la innovación?

32. ¿No será el momento tal vez de pensar en una serie de seminario (o eventos en gene­ral) convocando de modo masivo a los industriales de los diversos sectores, indepen­dientemente de su Cámara de base a la que se hallan adheridos sólo por mera afinidad que tal vez reedite el viejo, pero aún vigente en algunas de sus decisiones, 2º Congreso de la Productividad donde concurran representantes de las Empresas, trabajadores y Gobierno y se debata que queremos en materia de política industrial? O tal vez, algo de menor tenor, pero igual significación.

33. Economía y política son fenómenos interna y necesariamente vinculados en el capitalismo. Este es, al mismo tiempo, un mecanismo de acumulación y un sistema de hegemonía.

34. Pero la acumulación de capital, que es el punto estratégico del sistema capitalista, requiere para alcanzar ese sistema de hegemonía y liderazgo que supo tener en otras etapas de la historia, de otra “matriz productiva” cuyo eje central, cuyo factor de acumulación dinámico sea la industria.

35. Ese factor es la TECNOLOGIA. Hoy el objetivo de las instituciones gremiales empresarias no es el de jugar con el oficialismo una carrera de simpatías mutuas. Hoy el principal y fundamental rol histórico de la esas Instituciones es fomentar, difundir, crear una cultura y una conciencia entre las PYME sobre la necesidad de la adecuación tecnológica, de la modernización, la innovación, el diseño industrial.

36. Los empresarios deben conocer donde queda y como se define la “frontera tecnológica” de lo que producen. No puede haber ignorancia en esto porque ése debe ser el reclamo sectorial. Demandar los apoyos correspondientes para llegar a esa frontera dinámica que es la tecnología de producción.

37. Señala hoy Liliana Cobelo en Clarín ( 28/09/2014):

En 2015, las ventas externas argentinas del complejo sojero harían ingresar al país unos 17.800 millones de dólares (4.000 menos que este año), siempre considerando un valor FOB promedio de US$380 la tonelada y un volumen cosechado similar al del ciclo agrícola 2013/14. Los números saltan del último informe de la consultora Economía & Regiones (E&R) y, con los precios de la soja por el piso, la pavura se siembra como reguero de pólvora en la Argentina sojadependiente.

Aunque los precios ya venían de capa caída, la cuestión se terminó de disparar cuando el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) estimó que la cosecha de EE.UU. alcanzaría el récord de 106,5 millones de toneladas, a lo que se sumarían a principios de 2015 otras campañas muy buenas en Brasil y Argentina, con 94 y 55 millones de toneladas más, respectivamente.

Los analistas barajan que podría haber alcanzado su piso esta semana (aunque el viernes, soja y maíz siguieron bajando en Chicago), pero habría que esperar hasta mediados del 2015 para que haya una recomposición en el precio.

“Lo que tenía que pasar, ya pasó. Si bien falta mucho y hay margen para que la soja pueda seguir bajando, ya estamos en un mínimo para los últimos 5 años”, destacó Pablo Adreani, de Agripac. La soja argentina no bajó tanto, ya que la caída fue de US$102 (al viernes pasado, acumula -27,95%), mientras en Chicago la baja alcanza a US$ 228 (-40,36%), desde el 30 de abril al viernes.

Coinciden en que el valor mundial del poroto seguirá relativamente bajo en lo que queda de 2014 y 2015 y que la economía argentina se deberá adaptar a precios de soja de US$380/360 la tonelada, un 25% más bajo que los US$513 promedio de 2011 y 2013.

“Los precios han bajado mucho. Son muy malos, más ahora que se está definiendo la siembra de la nueva cosecha gruesa. Se espera que, en maíz, la superficie caiga entre el 15 y el 20%. Con la baja de la soja los números no dan, aunque hay algo más de tiempo para decidir qué hacer. Por el lado de la demanda (exportación y fábricas), están liquidando muchas menos divisas porque no pueden comprar, ya que los productores no venden, comentó a iEco el CEO de una cerealera top.

“A pesar de la caída de los precios, los productores son reacios a vender (las bondades de la tecnología: poder retener la cosecha en los silos bolsa), por cuanto hasta noviembre no tendrán aplicación del dinero”, destacó.

Sembrar o no sembrar, esa es la cuestión ...“El dueño del campo seguirá sembrando. El que alquila tiene que bajar las condiciones de los últimos años y todo terminará en porcentaje sobre lo cosechado y sin pago fijo. Las pérdidas de los últimos años hicieron salir a muchos inversores del negocio de la siembra”, subrayó.

Siguiendo con los números de E&R y ValorSoja.com, en 2014 la recaudación por derechos de exportación aplicados a productos del complejo sojero sería de 7.150 millones de dólares (equivalente a 59.500 millones de pesos). “Comparada con el año anterior, la recaudación por retenciones de soja habría aumentado un 77% en pesos como consecuencia de la devaluación promedio del 52% y por un incremento de los fondos en dólares del 17%”, explica E&R. De más está resaltar la importancia que tienen estos recursos en relación con otras partidas del gasto público: las retenciones a la soja “representan el 4,6% del gasto corriente, el 41% del gasto en salarios, el 4,5% del gasto primario, el 16,4% del gasto en jubilaciones y el 28,3% de los subsidios económicos. Además, la última devaluación del tipo de cambio oficial ha generado un incremento en la importancia relativa de este recurso dentro de la estructura de gastos en particular y de toda la economía en general”, añade. Pese al menor valor previsto de la soja, el proyecto de Presupuesto 2015 asume que los recursos tributarios del sector público nacional (sin provincias y municipios) se elevarán al equivalente a 30% del PBI. Es decir: dos puntos porcentuales más que el 28% estimado para 2014.

Así, con los nuevos y alicaídos valores de la soja, en 2015 todos los integrantes de la cadena de valor agrícola (empresarios, propietarios de campos y proveedores de insumos y servicios) deberán hacer un nuevo ajuste. En esta línea, una reciente medición de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA), realizada entre 872 productores agropecuarios y 206 asesores, arrojó que el 58% de los encuestados indicó que el actual es un mal momento para realizar inversiones, mientras que para el 16% la situación es favorable. “Las expectativas se deterioraron con relación al primer trimestre de 2014, cuando los valores eran 53 y 18%, respectivamente”, afirmó CREA. “La ajustada situación económica de los productores va a repercutir no sólo en la macroeconomía sino en la actividad de las comunidades”, concluyeron en CREA.

Por su parte, Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, destacó que la expectativa queda puesta en la demanda. En este punto también coincide el analista de mercados Enrique Erize.

“El primer mandamiento es no subestimar la demanda”, dijo en la jornada Agrotendencias 2014 del miércoles pasado. Aunque reconoce la presión que ejerce la abultada cosecha estadounidense en los valores del maíz y la soja, sostuvo que “cuando la Argentina esté cosechando estos granos, en abril/mayo de 2015, la demanda ya habrá actuado y los stocks americanos estarán mucho más bajos. Y, como Chicago queda en Estados Unidos, estoy convencido de que ese mercado volverá a rebotar”. Opinó que hoy el mercado granario “está liderado por la demanda” y los bajos precios actuales colaboran a incentivar aún más el interés de compra de los países.

38. Un optimismo que no compartimos, porque la política de la Reserva Federal de los EEUU le está jugando en contra a quienes participaban de la “espuma de la cerveza” que contenían los contratos de soja y de commodities en general, fundamentalmente el de los “bienes salario”. La recuperación de la economía estadounidense y consecuentemente del empleo está ya haciendo tomar aire a la finalización del denominado Q3 e impulsa una suba de la tasa de interés que por mínima que sea, producirá un serio impacto en el mercado de los derivados financieros.

39. Mientras tanto ¿Qué pasara con las industrias “no naturales”. Si los hacedores de la política industrial proponen planes  (cadenas de valor y otras sandeces por el estilo) cuando la soja estaba a u$s 600 y podían destinar parte de la renta de la tierra a “hacer algo de política industrial”. ¿Qué destino tendrá la “política industrial a una soja de u$s 350 o menos.

40. La crisis de balanza de pagos que enfrenta hoy la Argentina es la más grave de su historia a la que le agrega la soberbia, la ineptitud y la ignorancia. Consecuencia: mas  restricciones a la importación de partes, piezas e insumos.

41. Una “crisis de balanza de  pagos de alcances históricos” que durara no menos de 5 años y consecuentemente el abandono de una política industrial activa para las “industrias “no naturales”. Es decir, una “matriz productiva” que excluye a quienes no estén en el circuito de la producción agroalimentaria.

42. Faltaran divisas para pagar importaciones, pero año electoral al fin, el gasto pública será tal la manifestación de la desmesura (Llach dixit). Un dato: el Estado piensa incorporar unos 13.000 empleados públicos nuevos, mientras Aerolíneas Argentinas, Futbol para Todos y otros programas por el estilo resultan un gasto sin control.

Pero no es mi objetivo entrar en la coyuntura. Simplemente nombrarla. Aunque no puedo menos que dar cuenta de algunas estrategias de supervivencia que hemos descripto de la siguiente forma:

43. PYMES: ESTRATEGIAS DE SUPERVIVENCIA

Las condiciones en que se desenvuelven algunas variables sensibles y la obsti­nación con la que el gobierno responde a las limitaciones nos hace pensar que la crisis im­pactará en la Argentina en un momento que valoramos sumamente complejo para el Ejecu­tivo y sus visiones del futuro.

¿Qué podemos hacer para que el impacto sobre nuestra vida no conlleve consecuencias fa­tales? Muy brevemente precisemos el objeto de la incertidumbre.

La crisis[1], remite en todos los casos a una cesura, a una situación cuyo resultado podría parafrasearse al poeta diciendo “para bien o para mal, nada va a quedar igual”[2] y tiene, un largo periodo de incubación en el transcurso del cual los síntomas se van manifestando cada vez en forma más definida y precisa hasta que, un día, un acontecimiento, no importa cual, nimio, sin mucha trascendencia e importancia en sí mismo, aparece como la causa eficiente de todos los males, de todas las calamidades subsecuentes.

Entonces, para no alargar la cuestión, ¿qué es lo que ha pasado ahora para que se diga sin más que ESTA crisis es la peor en muchos, pero muchos años, que se desate una corriente xenófoba, gane adeptos el cierre de las fronteras comerciales, como si el fenómeno fuese una plaga contagiosa para lo cual, basta con ponerse en cuarentena, recluirse y aislarse, para garantizar el no-contagio? ¿Es aproximadamente cierto que el aislamiento internacio­nal de Argentina, resultado de su quiebra y de sus sistemáticos incumplimientos a sus obli­gaciones financieras, son una fortaleza que nos preserva de los impactos dolorosos de los que nos anoticiamos diariamente?

¿Por qué hace 10 años la devaluación, pese a los impactos sociales que genera, encontró un amplio consenso? ¿Cuál es la razón por la que mientras algunos sectores concitan la aten­ción por su alta conflictividad otros parecen no ser afectados? ¿Por qué mientras se verifica la caída de la inversión y el leasing ha desaparecido muchas empresas se empeñan en llevar adelante planes de inversión y reclaman, por ejemplo, que se reglamente la Ley de Promo­ción de Inversiones o que se ponga en marcha un sistema de capitalización de utilidades y otros instrumentos de financiación de la inversión?

Parece ser que un rasgo de estos tiempos es la no homogeneidad y la asimetría de los im­pactos que la llamada “crisis internacional” habrá de generar. El rasgo que caracteriza la “no homogeneidad” es precisamente la tendencia a la “desapari­ción de empresas, en particular las PYME debido a la dinámica del proceso de concentración del capital.

Los análisis económicos continúan abordando la problemática desde la macro, las políticas públicas elaboran planes generales y masivos y la sensación es que no se está obviando un aspecto sustantivo de la cuestión: los impactos- a diferencia de las tradicionales crisis ar­gentinas, son diferenciales, no sólo ya a nivel de sectores sino que también intra sectorial­mente.

La paradoja es que se hace imprescindible abordar los impactos, diseñar y desarrollar res­puestas a una crisis global pero que debe ser abordada desde lo “microeconómico” lo que obliga casi a un análisis caso por caso una suerte de política económica especializada, a medida, ¿es esto posible?.

Algo es seguro, las explicaciones y las soluciones globales ya no alcanzan, los grandes agrupamientos de países han comenzado a intentar soluciones particulares, por ahora sin abandonar esas uniones, durante una década se promovieron Trade Act, ahora se promueve “el compre norteamericano”.

¿Cuáles son las estrategias que se comienzan a implementar en las PYME con el objetivo de sobrevivir:

·         Reprogramación o eliminación de horas extras (en muchos casos con compensación a los trabajadores). Absorción de “anticipos a cuenta de futuros aumentos”. Ajuste de los niveles salariales a los niveles convencionales. Eliminación de “bonus” o premios anua­les. Mayor rigurosidad en los pagos por productividad, puntualidad, asistencia, etc. No se han eliminado ni suspendido los comedores ni se han ajustado los menús. En general se mantienen los beneficios “no salariales” aunque es posible que los mismos sean rene­gociados o ajustados de mantenerse la situación.

·         Si bien hemos detectado que hasta ahora los despidos (como consecuencia de la reducción de ventas y ajuste patrimonial de la PYME) se han llevado adelante por goteo, esa metodología, acusa en las estadísticas del INDEC que sólo en junio de 2014 se han perdido más de 25.000 empleos (algo así como 100.000 argentinos reducidos a la marginalidad y la exclusión) en un proceso que recién se inicia.

·         Queremos señalar que las pérdidas de puestos de trabajo señaladas por el INDEC son sólo un indicador. El problema es más grave porque nada dice del modo en que éstos requieren a la PYME la liquidez necesaria para hacer frente a los mismos (dado que en general se trata de antigüedades altas o la necesidad de adicionar “ayudas financieras” para evitar la posible conflictividad de los mismos derivados del Sistema de ART. Si bien en general negociado y pagado en cuotas, afectan el capital de trabajo de modo muy importante impidiéndole a la empresa ampliar su giro.

·         En éstos casos, y dado que en muchos casos, se trata de personal con mucha experiencia o bien capacitados y que las plantas de trabajadores estaban muy ajustadas, el Empresario PYME debe tener presente que en caso de revertirse el ciclo, le demandará costos adicionales volver a recontratar y especializar a los trabajadores.

·         Por lo señalado anteriormente, y con la mirada puesta en la deseada presencia de la PYME en lo que denominamos “la post crisis”, RECOMENDAMOS que, salvo que se detecte sobre actuaciones en la planta de personal o la existencia de falta de productividad o de manifiesta falta de disciplina por parte del trabajador, NO disminuir la panta de personal y sostener los niveles actuales.

·         En caso de trabajadores a los que les falte muy poco tiempo para acceder a la jubilación y salvo que ocupen oficios muy difíciles de suplantar (matriceros, por ejemplo) RECOMENDAMOS la posibilidad de anticiparle los salarios faltantes para la la jubilación y si es necesario recontratarlo pero ahora, externalizando la provisión de los servicios.

·         Evaluar la posibilidad de acceder a los planes oficiales de sostenimiento del empleo que en general consisten en hacerse cargo de una parte del salario del trabajador (REPRO, PREBO (Bs As), etc)

·         Los ajustes a los planteles, que aún NO se han verificado en las PYME (incluso en secto­res que públicamente han llamado la atención por el impacto que podría ya estar generando la situación económica) serán muy “meditados”. Debe tenerse presente la importante inversión en el desarrollo de capacitación y entrenamiento que desarrollaron las PYME en relación con su personal en los últimos 5 años. La posible pérdida de éste “capital intelectual” será motivo de un análisis muy detallado y exhaustivo por parte de la PYME llegado el caso.

·         En síntesis, nuestra RECOMENDACIÓN es evitar despidos. No resulta una estrategia que resuelva de modo fundamental y estratégico el impacto de la crisis en la Empresa.

·         Ajustes de gastos generales (ajustes a las dimensiones de las “cajas chicas”, disminu­ción de los niveles de autorización de gastos extraordinarios, mayor control de erogacio­nes no asociadas a la producción, etc.)

·         Deben renegociarse los contratos de Consultaría, por ejemplo asociados a Programas de Calidad Voluntarios (Normas ISO 9000, 14000) y a otros Programas de Trabajo orientados a la capacitación Interna o el Posicionamiento Comercial tratando en lo posible de organizar el acceso a los planes gubernamentales que los financian mediante Aportes No reembolsables ( PACC y otros).

·         Los Programas relacionados con lo estrictamente productivo (ingeniería, mantenimiento, medio ambiente, control de proce­sos, etc.) ya fueron renegociados en términos de costos de honorarios y en muchos casos se los internalizo. Las erogaciones por honorarios asociados a la gestión (contadores, abogados y asesores en general) fueron renegociados. Se demanda mayor productividad (es decir mejor relación costo/servicio) y que éstos tengan una mirada crítica sobre la Empresa y contribuyan a detectar “costos ocultos” que deben ser removidos. En suma RECOMENDAMOS reclamar y exigir mayor compromiso y responsabilidad por parte de los profesionales asesores.

·         Ajustes en los gastos de representación y otros gastos asociados a la “imagen” o posicio­namiento comercial. En particular los gastos de viaje (por ejemplo hemos verifi­cado que el valor del km recorrido para la liquidación de los gastos de viaje, gastos de estadía y  manutención. Se eliminaron, en general, los llamados “gastos de homenaje” (regalos empresarios, a clientes y otras personas vinculadas en particular a la gestión). Se cancelaron suscripciones, abonos y cuotas.

·         El Empresario debe dar testimonio de austeridad y evitar dar señales confusas respecto de su conducta. Esta debe, en todo momento, dar cuenta de la crisis, de su deseo de sostener la Empresa de modo formal, de mostrar coherencia y consistencia en sus actos. Mostrarse solidario y responsable en todo momento y proactivo a todas aquellas posibles reingenierías de procesos o de costos que contribuyan a mejorar la productividad y la competitividad.

·         Se ajustaron los gastos  operativos relacionados con el comercio exterior. Se cancelaron participaciones en Ferias, Exposiciones, Seminarios, etc. Se reprogramaron y re planifi­caron las misiones comerciales.  En general se ajustaron los presupuestos a lo impres­cindible y a los potenciales resultados esperados.

·         Un aspecto importante fue la renegociación y reformulación de los costos de los seguros en particular en el rubro “rodados”. Se ajustaron las valuaciones y los riesgos cubiertos. Una medida de ésta “reducción de costos” significó alrededor de un 25% en promedio de los gastos aplicados al rubro.

·         En materia de producción se procedió a “recotizar” todos aquellos insumos “no estratégi­cos”. No obstante, podemos decir que en general se reformulo la política de abasteci­miento. Se trata de ajustar los stocks a los denominados “punto de pedido” o “puntos críticos”.

·         Se procedió a analizar la sustentabilidad de algunos productos. Así, se suspendió o repro­gramo la producción de los de menor rentabilidad o demanda.

·         El punto anterior nos obliga a RECOMENDAR al Empresario sostener una mirada crítica sobre lo que produce y en qué contexto se posiciona lo que produce, es por eso que, en nuestra opinión debe evitarse mostrar cierta “tozudez” respecto de tal o cual producto al que consideramos “estrella”. Reflexionar sobre ésta cuestión es fundamental y debe desarrollarse con total desapego y flexibilidad para comprender y ejecutar los resultados de ése análisis

·         Se ajustaron los horarios de producción, debe tenerse presente que el aumento del costo de la energía eléctrica (por eliminación de subsidios) obliga (más allá de la situa­ción económica) a analizar la planificación y programación de la producción bajo otras condiciones.

·         Debe tenerse pre­sente el alar­gamiento de la cadena de pagos, los incrementos en la mora (involuntaria o deliberada), el incremento de los cheques rechazados que ponen fuertes restricciones al financia­miento operativo de la Empresa. Reflexionar a “quién se le vende, cómo se le vende” lleva a tener que evaluar nuevos mercados, a intentar acceder a otros clientes que estén en mejores condiciones  y a evaluar, desapasionadamente, la relación con aquellos clientes en problemas a quienes tal vez podamos apoyar para resolverlos y sostenerlos como tales.

·         Sostener la liquidez es de suma importancia, porque permite una mayor flexibilidad y capacidad de negociación tanto con los proveedores como con los clientes.

·         Es cierto que mantener el capital de trabajo y desarrollar estrategia para ampliarlo es básico y puede ser tomado como una señal para evitar la inversión en bienes de capital. Lo que estamos recomendando es que el proceso inversor en bienes de capital u otras ingenierías asociadas, deben ser atendidas con una mirada muy crítica en cuanto a que aporte hacen ésas inversiones, en éstos tiempos y de qué modo habrán de contribuir al posicionamiento en lo que denominamos “post crisis”.

·         Detectamos en las PYME la decisión de continuar invir­tiendo, fundamentalmente en la mejora de procesos productivos y en aspectos sustanti­vos de la competitividad. Las limitaciones en materia de financiación encuentran aún solución por la existencia de “stocks financieros” que les permiten la autofinanciación de aquellos proyectos que son considerados estratégicos. Se tiene acabada comprensión de la selectividad con la que habrán de manifestarse los impactos de la situación económica y de la necesidad de no ahorrar en ésta materia. Los ajustes a los proyectos están más relacionados con la el modo en que visualizan la reestructuración de su mercado obje­tivo que con restricciones de costos de la inversión.

·         Se están renegociando los costos de los fletes y de la logística en general (gastos de distribución). La percepción de “alta nivel de capa­cidad ociosa” por parte de las Empresas las lleva a renegociar con buenos resultados esos costos.

·         Esta crisis de balanza de pagos impacta en la existencia de limitaciones a la obtención de insumos, partes y piezas de origen importado. En éste caso, sostenemos que deben mejorarse las presentaciones y desarrollarse con fuerte compromiso empresario. Las denuncias que procesamos de desabastecimiento obedecen más a presentaciones desordenadas y/o a situaciones puntuales que pueden ser resueltas.

·         Hemos detectado que muchas PYME han comenzado a informar retrasos e impagos de obligaciones tributarias y sociales. Aunque se aduce que la tasa de interés que cobran los Entes oficiales es menor que la de mercado, lo cierto es que ésa “cuenta” no es el punto más importante de la decisión. Lo que verdaderamente indica éstos retrasos o impagos es los cambios que se verifican en los flujos de fondos proyectados. Se cobra mal, se paga mal o no se paga. Se debe ser muy cuidadoso en éste tema dado que la AFIP cada vez hace más refinados los sistemas de control.

·         No se verifican atrasos en los pagos de salarios. De acuerdo a al momento del año en que estamos (obligación de liquidar sueldos, aguinaldos)

·         En general los titulares de las PYME ( o importantes directivos de las mismas o sus aboga­dos y contadores, según sea el caso) han retomado la actividad de “agilizar la co­branza” como actividad diaria personal (esta actividad había sido casi abandonada en los últimos 5 años)

·         No hemos verificado presiones adicionales sobre los asesores contables de las PYME para que desarrollen nuevas estrategias de ajuste a las obligaciones fiscales ni tampoco hemos verificado que la porción de economía no registrada en las empresas haya cre­cido más allá de la “normalidad” en la que se encuentra en los últimos 5 años. Los me­canismos de control y monitoreo en materia tributaria y la “toma de conciencia” sobre la relación entre “situación patrimonial expuesta y accesibilidad a instrumentos financieros de calidad” son un argumento importante a las autolimitaciones en éstas metodologías.

·         Si una recomendación hacemos a los profesionales asesores es contribuir a la detección de “costos de producción y operación” ocultos y que hacen a los costos de producción, a la generación de rentabilidad y finalmente a la determinación del precio.

·         En materia financiera, y dado los niveles de la tasa de interés vigente en los últimos 90 días, se ha limitado de modo voluntario el uso de los descubiertos o descuento de do­cumentos. No obstante esa limitación fue en muchos casos involuntaria. Los bancos ajustaron a la baja los límites a los acuerdos por sobregiros y descuentos. Si bien ésta situación permitió bajar los “costos financieros” fue una de las causas eficientes en la pérdida de calidad de la cadena de pagos.

·         No hemos detectado, aún, deslizamiento de PYMES hacia la marginalidad, no obstante de continuar la caída de demanda y las presiones sobre costos de producción, las estra­tegias de supervivencia, conforme lo estamos verificando en un número importante de casos, se orientarían a mantener la producción y la “calidad” de empresario, pero desde una mayor informalidad en materia de “facturación” y consecuentemente tributaria, de empleo, con menor bancarización y la aparición de mayor conflictividad intra sectorial por la competencia desleal.

·         Un aspecto sustantivo que preocupa ( o habrá de comenzar a preocupar a las PYME, sobre todo las que se encuentran instaladas en los “cinturones marginales” del GBA y otros agrupamientos urbanos, es las posibles denuncias que ejecuten las Organizacines Políticas (oficialistas o no) de dichos barrios sobre posibles incumplimientos a las leyes de Abastecimiento y complementarias como modo de extorsión y la posible obtención de prebendas. Recomendamos denunciar a las Cámaras Empresarias y a CAME Industrial dichos eventos.

·         La pregunta es ¿alcanzaran éstas estrategias?. Esperamos que sí, porque el paso si­guiente es acelerar el paso hacia la marginalidad o la desaparición silenciosa.

·         Comienza a manifestarse problemas serios en la cadena de pagos. Nuestro último Informe señala:

“El Poder Ejecutivo nacional publicó hoy en el Boletín Oficial la Resolución del MEyFP Nº 82/2014 dejando de éste modo oficializado Programa de Fomento al Consumo y a la Producción de Bienes y Servicios, denominado “AHORA 12”, tal vez sea importante ver el estado de la cadena de pagos en materia de cheques.

En los últimos 3 meses (06/14 al 08/14) la relación (en cantidad de cheques) compensados sobre los rechazados pasó de 2,49 a 5,13 esto nos indica un crecimiento del 106%. Pero a su vez se libraron un 6% menos de cheques en el trimestre, aunque si se lo compara con el mes anterior (julio2014) la caída en el libramiento de cheques fue del 14,41%.

En tanto el circuito productivo (y en particular de las PYME) se “mueve” a través del libramiento de cheques existen 3 posibles explicaciones:

1.    Que se está estirando la cadena de pagos y directamente no se libran cheques
2.    Que la caída en el libramiento de cheques está indicando una menor actividad económica, es decir, convalidando el “enfriamiento de la economía”, apuntalada ésta afirmación con el insoslayable crecimiento de la relación entre cheques compensados /rechazados.

Cabe destacar que el valor del cheque compensado promedio ascendió a $21.937 lo que significó un incremento del 2,08%, pero el valor del cheque promedio rechazado creció un 7,793 ($ 19.022 en agosto de 2014) lo que está indicando

3.    Una creciente iliquidez en los libradores de cheques para hacer frente a los documentos emitidos (preferimos manifestarlo así para no hacer referencia a la existencia de un descalce en la cadena de “cobros/pagos” que el empresario no está en condiciones de solventar, es decir evidencia su condición de insolvencia, debilidad difícil de resolver y que entendemos se agravara con el correr de los próximos meses)

Si la mirada se posa sobre los valores (expresados en valores corrientes, es decir no deflacionados o calculados a valores actuales) la relación entre compensados/rechazados pasó en el trimestre bajo análisis de 2,05 a 4,44. Esto significa que en el trimestre la relación creció un 116,32%. A su vez se pasó de un monto de cheques rechazados de $3.290.348 a $ 6.877.957, volvemos a señalar la situación de insolvencia que dado el valor de los cheques promedios rechazados es evidente que afecta directamente a las PYME.

Conclusión:

Alertamos a los industriales PYME sobre la calidad de una cadena de pagos que se esta deteriorando. Esta conclusión puede ser interpretada en el sentido de que los números expuestos alientan el pesimismo y son funcionales al enfriamiento productivo (evitamos la palabra recesión porque aún nos resulta muy fuerte), es decir el pesimismo que muestra la información que muestra el Banco Central de la República (que es nuestra fuente) actúa como una “profecía auto cumplida” y profundizar el enfriamiento productivo.

En nuestra opinión, la insolvencia que se expone en las PYME es un indicador muy peligroso respecto a cualquier estrategia de supervivencia que se elija, y los cierres silenciosos, las convocatorias y en muchos casos las quiebras llevaran a la desaparición de miles de PYME.”

·         Bajo estas condiciones, sumado a que hemos comenzado a detectar acumulación indeseada de los stocks de productos terminados, pueden comenzar a llevarse a cabo decisiones muy negativas para las PYME.

Esas decisiones tiene por objeto, dada la tasa de interés para descuento de documentos, la acumulación indeseada de stocks y el aumento creciente de los costos (aun hiper inflacionados), a que el empresario se vea obligado a recuperar el capital de trabajo y recuperar liquidez. Se da inicio a un proceso de deflación absolutamente indeseado de graves consecuencias para la economía.

Para ello se comenza a producir un fenómeno de precios a la baja en la “puerta de fábrica” forzado por la falta de capital de trabajo por parte del empresario (iliquidez que se verifica en el desempeño de cadena de pagos con cheques)

·         Ahora bien, conforme el empresario “liquida” su stock y recupera cierto nivel de liquidez, se le plantea la disyuntiva de producir o tomar activos de resguardo.

·         La decisión de producir le indica que como todavía los precios de las materias primas e insumos contienen “sobre precios” derivados del proceso inflacionario, los volúmenes de producción serán menores y los valores de producción mayores. ¿Cómo salvar ésta asimetría?. La respuesta es obvia: produce menos unidades.


·         Se da así el inicio de un proceso que de recesión que se convierte en depresión, porque el empresario no repone todo el capital de trabajo en la producción sino que orienta parte de su capital recuperado a activos de resguardo ( en general inmobiliarios o carteras dolarizadas)

·         Esa combinación de liquidación de stocks indeseados y tendencia a la baja de los volúmenes de producción, genera la necesidad de replantearse estrategias diversas para sobrellevar ésta etapa.

·         En nuestra opinión, sin caer en la tontería de que “crisis es oportunidad”, recomendamos a los Empresarios llevar adelante un profundo análisis del negocio que desarrollan y su nivel tecnológico o las posibilidades de acceder a él, en tanto es ésta la variable que discrimina.

·         Sin embargo, la cuestión empresaria, y fundamentalmente para las PYME, nos es sólo sobrevivir -que lo pueden hacer- sino lo que denominamos la “POST CRISIS”, es decir, el momento en que “la tormenta ha pasado” o ya se preanuncia el fin de a misma.

·         ¿Quiénes habitaran ése nuevo territorio dejado por el paso de las tormentas y huracanes que son las “crisis”.

·         La respuesta es muy sencilla: sólo aquellos que tomen la decisión AHORA, en plena crisis” de desarrollar PROYECTOS DE INVERSION para la “post crisis”. No se trata de esperar que esta llegue e iniciar allí el proceso de reflexión previa y organización que un Proyecto de Inversión requiere.

·         NO. Las empresas (y obviamente los empresarios) que tienen la firme decisión de atravesar la crisis y posicionarse, en mejores condiciones competitivas en la “post crisis” inician YA el camino de la inversión.

44. La lógica económica y política son distintas, pero su sentido es el mismo. Por otra parte comprendo, no soy políticamente correcto, más aún, soy políticamente impresentable y otros sólo me aguantan pero no sólo prefieren mantenerme lejos, sino también en silencio.

45. Eso de hablar de “economía política” es un arcaísmo en el mundo del pensamiento neoclásico que lo primero que hizo es que los estudios universitarios se refirieran a la “Economía”. En el camino quedaron las políticas de desarrollo, el debate de una nueva “matriz productiva y otros menesteres.

Buenos Aires, 28 de septiembre de 2014
Carlos Guillermo Schwartzer
Economista



[1] El sustantivo griego “crisis” que designa la acción de “discernir, juzgar deviene del verbo griego “krinein” que significa “dividir, separar”. De allí que la palabra “crisis” remita básicamente a un momento de ruptura, de discontinuidad, de transformación y no de cambio, en tanto no puede asegurarse la continuidad. La versión latina indica que su origen está en el verbo “discrimen” (decisión, división). Para quienes provenimos de la cultura greco-latina, la referencia a la existencia de una “crisis”, poco y nada tienen que ver, en principio con la simultaneidad de una referencia a la “oportunidad”. Esta surge o no luego de que ya se ha producido de modo irreversible la “krinei”, es decir, la división y la separación. En idioma inglés, “crisis” remite a “breakdown” (collapse, crack-up), tampoco acá aparece la referencia a “la oportunidad”.
[2] Mario Benedetti