21 febrero 2018

PYMES EL PELIGRO ESTA ENTRE NOSOTROS. LO QUE SALVA ¿ALCANZARA?


PYMES EL PELIGRO ESTA ENTRE NOSOTROS.
LO QUE SALVA ¿ALCANZARA?

Dice Hölderdrin “…allí donde el peligro acecha, también crece lo que salva…”[1] y en éste bello verso nos inspiramos para nuestro análisis que, lejos de “poetizar”[2] trataremos de avanzar sobre una cuestión que entendemos de suma actualidad en tanto “…el peligro acecha…” ¿tendrá alcance la sentencia del poeta respecto a “… que también nace lo que salva…?

En las crisis económicas, tal como la que estamos cursando[3] es para muchas empresas y en particular para las PYME[4] un gran dilema si “lo que salva” esta al alcance de la totalidad de las Empresas dando paso a una incertidumbre que los economistas estándar o “al uso” no logran captar, comprender o incluir en sus análisis multi-mediáticos.

Si algo esta muy claro y resulta indubitable es que, “lo que salva” de ningún modo es un “bien libre” sino que como señalaba uno de los “Padres Fundadores” de la Economía Política[5] “…no   la benevolencia…que se obtienen las cosas necesarias para la vida…” sino que tal como lo refiere a posteriori debe existir un intercambio de productos del trabajo.

Pero no basta obtener lo necesario, sino que las crisis ponen a prueba la capacidad de utilizar de modo correcto – productivo dirían los Maestros Clásicos- lo obtenido ya sea bajo la alguna forma de acumulación de capital o por la disposición de cierta liquidez obtenida tanto en el juego de la especulación u alguna otra empresa que, genéricamente, denominaremos capital

Pero las crisis, y en particular por los rasgos que presenta la actual, requiere no sólo la disposición de capital, sino que requieren del empresario, sea cual fuera su tamaño, un período de preparación que va desde no sólo la comprensión de la dinámica capitalista y en consecuencia su atención permanente a los movimientos de la criba (de allí el origen de la palabra crisis) sino que también estar el mismo preparado para abordar la transformación sin que medien nostalgias o accesos de melancolía.

Este fin de semana -precisamente el domingo 18/02/2018- la feligresía cristiana recordaba el 1er. Domingo de la Cuaresma que relata él retiró de Jesús al desierto por 40 días (número simbólico) para prepararse para enfrentar los tiempos “que están llegando”[6].

Valga la metáfora bíblica para señalar un aspecto central de la “política empresaria” frente a la crisis: la preparación.

No se dispone de “lo que salva” de modo instantáneo o milagroso.

No es posible. Las estrategias, aun las de supervivencia, requieren un insumo estratégico del desarrollo capitalista: tiempo.

Pero cada vez que éste “insumo” entre en juego sólo reclama ser utilizado para ampliar a relación entre el capital desembolsado y el producto obtenido (productividad). No es un insumo llamado a detener el ciclo histórico, sino a convalidarlo.

Los factores de producción (tierra, trabajo y capital) tienen una obligación crucial frente al tiempo. Ser utilizados por el Empresario de modo cada vez más intensivo para liberar tiempo, para permitir, intensidad mediante, ampliar el proceso de producción y de acumulación de capital.

Cada época, a su modo, hizo de la administración del tiempo un asunto del poder. Quién era capaz de regularlo, distribuirlo, etc. era quién tenía el poder[7]

Es por eso que la crisis, en tanto crisis de acumulación de capital, exige haber tenido la capacidad de haber generado un excedente de tiempo al capitalista para que éste desarrolle su periodo de preparación y estrategia de respuesta a las solicitudes que la dinámica de la crisis le demande.

No se puede improvisar. No hay espacio para ello. La lógica empresaria que aún prima en muchos empresarios argentinos es la de la provisionalidad, la de “ya llegará el momento”.

No obstante, el “tiempo excedente” que se genera como resultado de una mayor intensidad de los factores de producción debe ser necesariamente invertido en “inteligencia e innovación”[8], aunque esa inteligencia e innovación debe materializarse en lo que los economistas “no standard” denominamos “composición orgánica del capital” que abre paso a la generación de un “plusvalor relativo” (…a la composición orgánica del capital) que le permite controlar la dinámica sectorial, aunque la dinámica del sistema no le garantiza por cuanto tiempo podrá mantener ése control.

Finalmente, si la utilización del tiempo resulta extensiva y no intensiva, las posibilidades de hacer frente a la dinámica de la crisis son bastante -diríamos nulas- limitadas.

Pero como siempre, el tiempo, finito, imposible de ser almacenado, esclavo sumiso de Cronos requiere ser acompañado por el capital, “insumo productivo” capaz, como ya señalamos, permite un uso intensivo del tiempo y en sentido, algo más que figurado, extenderlo más allá de sus inconmovibles límites físicos.

La cuestión del “capital” es para las PYME una restricción estratégica que deben enfrentar, sobre todo aquellas, que en su derrotero no ha podido o no han sabido o han mostrado una irrazonable confianza casi indolente, para acumular capital y que han dependido del financiamiento público con tasa de interés con alto contenido de subsidios y ciertas prerrogativas no sustentables.

Las condiciones actuales del desarrollo capitalista (que algunos denominan neo liberal para distinguirlo de la lo que fue el capitalismo del “welfare state”) impiden sostener ya políticas de un “estado-nanny” (estado nodriza) y exigen no sólo rigurosos controles sobre los procesos inflacionarios (derivados de la convivencia de estructuras productivas asimétricas) y de un gasto público que expone no sólo rigideces en su disminución sino que gran parte de el está orientado por la “razón de Estado” que deviene de excesivos años de “populismo socio-económico” y de estructuras políticas clientelares donde el nepotismo y otras formas poco profesionales tomaron por asalto la gestión estatal y fueron, cual capas teutónicas, asentándose y conformando estructuras de gestión de alta opacidad y escaso profesionalismo.

Volvamos a una de las “rigideces del gasto público” que resulta una restricción del Presupuesto Nacional podríamos decir, hoy, intocable. Nos referimos al gasto social.
Más del 70% del Presupuesto Nacional 2018 esta destinado a solventar las necesidades del 30% de los ciudadanos sumidos en la pobreza (con un alto porcentaje de indigentes y pobreza extrema). A su vez una parte importante de ellos son parte del “stock” de trabajadores informales que no sólo perciben salarios por debajo de los convencionales, sino que también carecen de seguro de riesgos laborales, asistencia sanitaria y derechos jubilatorios hacia el futuro.

A este inventario aún resta sumarle los costos aún no determinados todavía de los dislates de la política económica de los tiempos del “populismo” durante el cual la corrupción, en sus expresiones más perversas y extendidas todavía (y lo hará por muchos años más aún) el abandono de sus funciones básicas, la soberbia y las “inconductas institucionales” generan costos que deben ser resueltos del modo más rápido y razonable posible.

Con este cuadro por delante, ¿pueden las PYME esperar la asistencia del Estado para fortalecer, complementar o sustituir sus débiles estructuras de capital?

Evidentemente NO.

Entonces, ¿Cuáles son las alternativas para que, como dice el poeta, “nazca lo que salva”?

En diversas oportunidades y desde hace ya muchos años, en forma oral o escrita, he señalado una gran primera debilidad en la cultura empresaria PYME que tal, vez, a veces parece devenir de las formas más ancestrales: la del “dueño-patrón”.

Esta forma de organización productiva da como resultado una “empresa cerrada sobre sí misma” con una estructura de decisión unipersonal y que, en el mejor de los casos, adopta formas institucionales como Sociedad Anónima pero cuyos accionistas son todos familiares sin capacidad alguna de intervención más que la de acompañar en la firma.

Esas formas organizativas de carácter “patronal” implican un ancla que resulta un obstáculo insalvable para éstas PYME.

¿Esta las PYME dispuestas a responder positivamente a estas demandas organizacionales que les permitan disponer de “lo que salva” (que no es otra cosa que cuotas adicionales de capital)?

Obviamente, como ya señalamos, muchas requieren “los cuarenta días en el desierto” ¿podrán soportarlo?

Otras han hecho importantes avances y son empresas que han alcanzado estándares tecnológicos apropiados, pero, ¿podrán mantener el ritmo de innovación y adaptación a las transformaciones tecnológicas?

Algunos estudios -tanto realizados por Entidades Empresarias como oficiales- señalan un atraso tecnológico promedio de las PYME de 10/15 años. ¿existen en éstas Empresas capacidad de tomar decisiones estructurales profundas y simultáneamente cuotas de capital para superar el atraso?[9]  

En pocos días, bajo el tal vez pomposo título de Régimen de Financiamiento Productivo el Poder Legislativo (Senado) de la aprobación final a una Ley que en sus 27 artículos iniciales trata metodologías específicas de financiamiento a las PYME y habilita otros diversos instrumentos que, en el caso de PYMES, facilita la accesibilidad (Obligaciones Negociables, Emisión de Acciones, etc).

Obviamente, la accesibilidad a estas formas de obtener cuotas de capital adicional demanda la apertura de la organización accionaria de las PYME, lo que no necesariamente significa la pérdida de la capacidad de dirección, pero sí implica la creación de sistemas de control (sindicaturas y auditorias externas independientes, entre otros).

Este “paquete de instrumentos” a los que deben sumarse líneas financiamiento específico en los Bancos Nación y BICE más el posible relanzamiento del Programa de Compensación de Tasas (existe una convocatoria a los Bancos a formular propuestas, pero aún se desconocen los resultados).

¿Esta el modelo de “banca comercial” que se desarrolla en la Argentina, preparado para reconvertir al menos una porción en una “banca de desarrollo o de largo plazo” al estilo del que poseen sobre todo, muchos países de Europa y consecuentemente reconvertir su visión del financiamiento a personas (casi usurario) a un sistema de financiamiento a proyectos que requieren otras tasas de interés pero fundamentalmente otros criterios de evaluación en materia de factibilidad, viabilidad y riesgo?

En nuestra visión “lo que salva” no esta en el rango de posibilidades de muchas PYME, ya sea por cultura empresarial, por dificultades en la adaptación de sus estructuras productivas, por rigideces en la incorporación de nuevas tecnologías, innovaciones e incluso productos o por restricciones “ideológicas” que los llevan a continuar a la espera respecto a que, finalmente, y ante la potencialidad del conflicto social y el oportunismo electoral, reaparezca en escena el “nanny-state” y su “cálida contención”.

“El peligro acecha” (aunque en nuestra visión ya está aquí entre nosotros), “lo que salva” también en nuestra visión es limitado y el escenario que se abre es un proceso que comienza con acciones de supervivencia [10] y se orienta a cierres silenciosos en el marco de la concentración y centralización del capital, rasgos específicos del modo de producción capitalista.

Lic. Carlos Guillermo Schwartzer

Colegiales, 21 de febrero de 2018


[1] Friedrich Holderlin – Patmos – Poema dedicado al Landgrave de Homburgo
[2] Martín Heidegger – “Hölderlin y la Esencia de la Poesía”
[3] El tiempo verbal no es casual. La crisis, desde los albores mismos del “sistema capitalista” es inherente a él. Es decir, la crisis como tal es un momento continuo sin solución de continuidad. Recomiendo la lectura de Paul Mattick – Crisis y Teoría de la Crisis o Henryk Grossman “La Ley de la Acumulación y el Derrumbe Capitalista – Una teoría de la crisis
[4] Cuando me refiera a PYMES estoy haciendo fuerte referencia a las del sector industrial, aunque la crisis y su dinámica no se refiere a sector específico o tamaño alguno, sino que tiene un carácter general
[5] Adam Smith – Investigación y causa de la Riqueza de las Naciones
[6] Evangelio según san Marcos 1, 12-15
[7] Jaques Attali – Historia del Tiempo
[8] Jorge Castro “Nuevo lazo entre naturaleza y capitalismo en Estados Unidos” en Clarín – Suplemento Económico – 21-01-2018 (https://www.clarin.com/economia/nuevo-lazo-naturaleza-capitalismo-unidos_0_B1vw5iJBz.html
[9] Recomiendo la lectura de El atraso económico en su perspectiva histórica de Alexander Gerschenkron
[10][10] Ver Economía Política para Pymes – http://schwartzereconomia.blogspot.com.ar/2014/09/pymes-estrategias-de-supervivencia.html - Septiembre de 2014

13 febrero 2018

LA INFLACIÓN: ¿QUÉ SE OCULTA DETRÁS?



LA INFLACIÓN: ¿QUÉ SE OCULTA DETRÁS?


Definir “inflación” es una tautología. ¿qué es la inflación? Los precios aumentan porque los precios aumentan.
 
Pero esa tautología ha dado paso a un a una “ciencia” en sí. El estudio, análisis y una serie de articulaciones metodológicas y debates de una seriedad y fundamentación tal en torno a que los precios muestran incrementos derivados de aumentos sistemáticos y permanentes de los precios.

Encontramos así acólitos perseverantes de la “identidad de Fisher” (P.t=M.v) que sobre ésa base y suponiendo que la velocidad del dinero y la cantidad de transacciones son constantes, señalan como responsable de ella (la inflación) a la “maldita” cantidad de dinero y se avocan con particular valentía (yo diría ensañamiento) a tratar por todos los medios de evitar la expansión monetaria. Para ello se valen de un instrumento letal en una supuesta estrategia de promover inversiones, crear empleos decentes y genuinos y así combatir la pobreza: la tasa de interés.

Crean para ello instrumentos, que denominan de absorción monetaria, cuyas consecuencias profundizan uno los problemas estructurales de la Argentina para encontrar el sendero del desarrollo: la inversión.

Pero no esta tan mal, generan especulación a o más atildadamente: una especulación financiera de una magnitud insondable llamada con el pomposo título de “carry-trade” que genera tasas de ganancias en dólares candidatas al Guiness y que a la luz de los últimos acontecimientos en materia de tipo de cambio, explicaría el porque la periodista de WSJ pintó un panorama de singular debilidad respecto del Gobierno de Macri.

Pero no hay como los tozudos, los que confunden rigurosidad teórica con soberbia y porque no decirlo “mala práxis”: ya en el debate económico, y nada menos que de la mano de Lord Keynes, quedó demostrado que la identidad de Fisher es un jueguito incapaz de explicar la tautología de la suba generalizada de precios derivada del aumento generalizado de los precios.

Pareciera que la avidez por disponer de dinero es un vicio que debe ser combatido aumentando su precio. Lo mismo hacen para combatir el tabaquismo: suben el precio de los cigarrillos, limitan áreas para hacerlo, restringen libertades bajo el supuesto que el encarecimiento de un bien, alejara a los “viciosos” de él. Fracaso, Lo intentaron con el alcohol, la consecuencia fue no sólo que se incremento el consumo, se desarrolló un sector industrial de importante fortaleza y a la vez, se segmento el mercado: los ricos, toman alcohol añejado y de calidad y la pobreza: tetra-brik.

Parece que del mismo modo operan con la demanda de dinero: a los poderosos les permiten el juego del “carry-trade” con el argumento de restringir la avidez de dinero y a los pobres los envía a mutuales que les cobran siderales intereses para satisfacer lo que, para los “apóstoles de Fisher” una demanda de dinero que no deberían tener. Para estos irrecuperables dinero-dependientes, el próximo paso debería ser un “gulag” para que allí custodiados no demanden ése odioso dinero que genera inflación. Un absurdo

Pero el BCRA hace con su autonomía “lo que quiere” cualquier signo de disciplina por la política pública resulta un escándalo mayor, mientras tanto su sistema de decisiones más que guiarse por la política económica se guía por las expectativas, el “masomenismo” de un grupo de elite de consultoras que se cristaliza en el Relevamiento de Expectativas de Mercado.

¿Puede la tasa de política monetaria que definirá el sendero de desarrollo económico o no estar sujeta a la opinión de este cenáculo de sabiondos?

Pero no termina allí el ejercicio de los predicadores de la tautología.

Hay quienes sostienen que el problema se concentra en las expectativas, sean adaptativas o racionales. Como su propio nombre lo señala las expectativas reflejan una creencia, religiosa o económica, respecto de cuál ha de ser mi futuro o el de la sociedad.

Más aún, las expectativas “racionales” se fundan en complejos cálculos estadísticos y probabilísticos cargados de supuestos no revelados y con cláusulas “ceteris paribus” secretísimas.

Pero mientras tanto, como señalamos el BCRA ausculta las expectativas, el propio Poder Ejecutivo Nacional hace públicas las propias y a falta de todas estas apuestas aparece que la diferencia entre las “creencias” (porque todas no son más que actos de fe) la necesidad de establecer la volatilidad de las mismas. Nuevamente aparece el modelo neo-clásico capaz de medir absolutamente todo y ponen sus computadoras a calcular varianzas.

Basadas en esas ciencias probalísticas y cabuleras, el capitalista cuya única expectativa es ganar y no sólo eso, sino ganar más hoy que ayer y mañana más que hoy.

Ese “actor protagonista” que no es otro que el capitalista, aquel que Quesnay definió como el que anticipa el capital para iniciar una y otra vez el ciclo de la producción, distribución, cambio y consumo (podemos incorporar la visión shumpeteriana de asociar el consumo con la “destrucción creativa”) tiene una dinámica tal que nada tiene que ver con ese afán neo-clásico cabulero.

En relación a que los trabajadores también deben ser considerados, pero no, controversial o no, los trabajadores son “actores de reparto”, al igual que otros factores de producción) del constante proceso de concentración y centralización del capital y es en ése contexto donde la inflación como “hecho económico” representa el modo en que la dinámica capitalista -crisis mediante- despega el campo de aquellos que por las más diversas razones propias o impropias, deben abandonar el “terreno de juego” y buscar nuevas formas de retornar o no a él.

Como está ya ampliamente demostrado el precio es fijado, en todos los casos por el más ineficiente, por el productor menos productivo y ése precio se mantiene hasta el momento que quien ha desarrollado productividad mediante la inyección de formas ampliadas de capital toma la decisión de “despegar el mercado”.

Mientras tanto dada su capacidad controla el mercado y absorbe vía las diferenciales de precio un super-plus que precisamente contribuye a consolidar su posición dominante, hasta que, en un punto la propia dinámica del capital expresada en su rentabilidad impulsa un proceso contractivo y aunque ese movimiento no implique una reducción inmediata de los precios, ese proceso comienza a generar un “espectáculo” de retroceso de la denominada “inflación” que puede ser más rápido o más restringido, pero que pone en evidencia que hay una nueva relación de fuerzas.

Ahora bien, ¿qué determina la velocidad de reacomodamiento de los precios?

Es el Estado, en todas sus jurisdicciones, y el modo en que éstos instrumentan determinadas políticas públicas, y esas decisiones cuando lejos de ser procíclicas dan paso a contradicciones, dudas, quienes deben tomar decisiones en términos de nuevas inversiones o la incorporación de innovaciones, o reorganizaciones productivas, hacen uso de su posición dominante en términos de control sobre el nivel de precios, y atenúan el proceso al que dio en llamarse “desinflación”.

En suma, la cuestión “inflacionaria” no es ni un problema monetario, ni tampoco una cuestión de expectativas, ni ninguna de esas cabriolas del pensamiento neo clásico. La cuestión no es ni más ni menos que el reflejo del modo que las fracciones del capital “leen” la dinámica del mercado local y regional, dado que no es de menor importancia las interrelaciones de los mercados en la realización de la tasa de ganancia que el capital requiere ante cada circunstancia.

Una última referencia dedicada a los “actores de reparto”: nunca los salarios son parte del problema o inductores de los procesos denominados “inflacionarios”. El capital siempre posee la capacidad de, vía la inteligencia y la creatividad, de sobre-compensar los costos laborales en cualquiera de sus expresiones.



11 febrero 2018

SITUACIÓN FINANCIERA: OTRA VEZ SOPA


SITUACIÓN FINANCIERA: OTRA VEZ SOPA

Al finalizar mi entrada al blog el pasado 19 de enero de 2018 señalaba sobre la política monetaria señalaba: Crédito caro y con menor oferta, más, incertidumbre sobre el tipo de cambio no son buenas noticias para una economía que está arrancando y que, ante esta incertidumbre, primero política (¿Quién ganará la puja entre el BCRA y el elenco de Hacienda? Y segundo económica (restricciones crediticias y mayores tasas y costos bancarios) puede -pienso que ya lo está haciendo- caer nuevamente en una recesión.” (cf. http://schwartzereconomia.blogspot.com.ar/2018/01/politica-monetaria-podemos-estar-peor.html )

Ante el monitoreo que desarrollo en relación con la situación financiera (en particular crediticias) de las PYME llegué a la conclusión que los Bancos están restringiendo la oferta de créditos a las PYME de un modo importante y que no sólo se reducen los montos, sino que se endurecen las condiciones crediticias para éste tipo de Empresas.

Lo cierto es que el resultado del análisis me señaló que los saldos de Plazos Fijos en $ (superiores a $1 millón) crecieron más que los saldos de los créditos otorgados. Esto significa la reversión de un ciclo donde muy rápidamente, y conforme las reglas del negocio financiero, la hiper-liquidez de 2017 fue rápidamente canalizada en expansión del crédito, sobre todo hipotecario con cláusula UVA.

Pero la incertidumbre abierta (+/- la volatilidad) a partir del 28/12/2017 generó cambios en el negocio financiero a lo que se le debe sumarle la lenta agonía (y muerte segura de cualquier tipo de crédito con tasa subsidiada o promocionada (la palabra subsidio, hoy por hoy es hacer una referencia al pasado y me recuerda que Carlos Leyva un importante economista prefirió hablar de “zanahoria”)

Por un lado aumento la tasa pasiva y simultáneamente se produjo un corrimiento de la activa. Consecuencia: los bancos recuperaron liquidez. ¿dónde fue a parar? A las Letras que promueve Quintana. Porque las licitaciones de Quintana que juntan pesos (con la pretensión de desarmar la posición de LEBAC que administra Stuzenegger) promete inflación + 3,75%

¿Qué PYME puede tomar crédito hoy en esas condiciones básicas? Y llamo básicas porque a la inflación +3,75 (que es el compromiso de Quintana con la Letras a 1 año de plazo) le tenes que sumar todos los gastos asociados al principal, lo que te estaría dando una tasa por arriba o parecida al 28/30 % anual. Se descontaban documentos primera línea a 30 días a ese CFT entre el jueves y el viernes (aunque hubo en esos días dado el largo tramo sin bancos una demanda adicional de $).

Pero no todo lo absorbe Quintana. Tal como señalé en http://schwartzereconomia.blogspot.com.ar/2018/01/politica-monetaria-podemos-estar-peor.html los saldos de liquidez bancaria van a parar a LELIQ del BCRA donde la tasa sigue rondando el 28%.

Decía el 26/1/2018 el BCRA:

Desde que este nuevo instrumento entró en vigencia y hasta el 23 de enero, el BCRA colocó $142.600 millones a una tasa de interés de 27,25%, y el saldo en circulación ascendió a $103.996 millones. El BCRA tuvo como contraparte a 24 entidades financieras, aunque el 90% del monto emitido lo concentraron 7 bancos.

Es decir, entre Quintana y el BCRA compiten a ver quién se lleva la capacidad prestable del sistema y los Bancos le pusieron freno a la demanda de crédito orientado al sector productivo (en todas sus expresiones)

Prueba de ello es un Documento del BCRA y poco difundido por los “economistas formadores de opinión” que se denomina Encuesta de Condiciones Crediticias (el último que IV Trimestre 2017) donde al observar los Anexos se ve con claridad, ya en diciembre de 2017, como disminuyó el financiamiento a PYME y simultáneamente se “endurecieron” las condiciones de garantías. (recomiendo su lectura en http://www.bcra.gov.ar/Pdfs/PublicacionesEstadisticas/1712_ECC_Resultados.pdf )

Nuevamente se repite una vieja historia. El déficit fiscal (más un contexto internacional que impide financiase en el exterior a tasas razonables) hace que Quintana absorba todos los pesos que pueda y los que no absorbe van al BCRA y su política monetaria contractiva.

Como señalé a mediados de enero en el blog: no sólo podíamos estar peor, sino que empezamos a estar peor. Y nuevamente, con un tipo de cambio mayorista de alrededor de $20/21 y como suele suceder en los febreros y agostos de la historia argentina, la liquidación de divisas del agro serán el “vasito de agua” para apagar éste incendio.

Pero ése nuevo nivel de tipo de cambio mayorista (que es el que se toma para pagar el componente de partes, piezas e insumos industriales) no puede ser neutro en términos de su difusión a precios.

Desde el punto de vista industrial la “devaluación” que indujo el Gobierno el 28/12/2018 es vista como positiva en tanto ven el tipo de cambio alto la “barrera de protección” y simultáneamente los ya pocos exportadores industriales PYME lo ven como un aliciente.

En mi visión, es un error fatal en el que ya incurrimos “n” veces. La difusión de un tipo de cambio que se espera llegue a los $23,70 a diciembre de 2018 (cotización de futuros del viernes 09/02/2018 -ROFEX) nos pondrá devuelta en la situación del “perro que se muerde la cola” porque nadie querrá suscribir compromiso alguno futuro (llámese salarios, alquileres comerciales, abastecimientos con estacionalidad, etc) tomando como base la “meta del 15%” cuando, como señalé, las Letras del Ministerio de Finanzas pagan “inflación + 3,75%”, es decir que ya se está “oficializando” un 20% en la variación del IPC.

Finalmente, (como le digo al psicólogo, “haciendo éstos análisis nunca voy a tener amigos”) creo que el panorama no “pinta” alentador en materia de financiamiento para las PYME y tal como escribí éste fin de semana muchas PYME comenzarán a transitar el camino de la incertidumbre hacia una mayor precariedad. Si le tuviera que poner un color en mi “panel de control” le pondría un “anaranjado” (mezcla de rojo y amarillo).

Lic Carlos Guillermo Schwartzer

Colegiales, 11 de febrero de 2018

06 febrero 2018

LOS INDUSTRIALES DEL OESTE Y EL ACUERDO MERCOSUR - UE



LOS INDUSTRIALES DEL OESTE Y EL ACUERDO MERCOSUR - UE

Por diversos medios periodísticos, locales e internacionales, las PYMEs Industriales argentinas, pero en particular las del Oeste del Conurbano Bonaerense, recibimos una acotada y parcial información sobre los contenidos de las negociaciones que se llevan a cabo en el marco del Acuerdo Mercosur – Unión Europea.

Es imprescindible convocar a los Industriales, y en particular a las PYMEs a intercambiar información sobre el que ha de ser el Tratado de Libre Comercio más importante para la región MERCOSUR a celebrarse con la Unión Europea.

Estamos completamente convencidos que los Acuerdos Comerciales, en las formas que las estrategias de vinculación entre la Argentina y el resto del mundo demanden, son altamente positivos y necesarios y forman parte de la estrategia de desarrollo económico con la que acordamos.

Sin embargo, hay otros caminos para establecer vínculos comerciales y económicos más estrechos del Mercosur con el mundo. Estos deben estar basados en la ampliación y sustentabilidad de las matrices productivas, el mejoramiento social y no el “sálvese quien pueda”, la superación de abismos tecnológicos y el reconocimiento básico que deben superarse asimetrías notorias entre regiones y países con distinto grado de desarrollo para un acuerdo armónico y dinámico.

Carecer de información oficial sobre los objetivos, sectores, tiempos de convergencia, entre otras cuestiones que hacen al contenido de estas negociaciones multilaterales, que estamos seguros, habrán de generar fuertes impactos en diversos sectores industriales y fundamentalmente en las PYMEs, que han desarrollado importantes inversiones en materia de mejora de la productividad y la competitividad que las ponen a un mismo nivel en el intercambio con la Unión Europea, nos genera incertidumbre que no contribuye a la toma de decisiones de inversión, ampliación de nóminas de trabajadores o la incorporación de innovaciones.

Reconocemos, no obstante, que las políticas de simplificación y desburocratización que lleva adelante el Poder Ejecutivo Nacional son imprescindibles para mejorar la competitividad y darles sustentabilidad a los programas de mejora de la productividad industrial, y manifestamos ante ellas, nuestro total acuerdo.

Es precisamente por ello, que llama la atención la contradicción entre esas decisiones de política pública que entendemos no sólo correctas, sino imprescindibles y la falta de información sobre el principal Acuerdo de Libre Comercio entre el MERCOSUR y la Unión Europea.

Es por eso que, la Unión Industrial del Oeste hace un llamado a las Autoridades Nacionales que llevan adelante esta negociación estratégica con la Unión Europea para que, en el marco del diálogo permanente, nos hagan conocer, de modo oficial, los alcances y contenidos de los acuerdos alcanzados para poder evaluar los impactos y dar paso a la certeza imprescindible para el desarrollo industrial con el que estamos comprometidos.


Ing. Edgardo Gámbaro
Presidente

Unión Industrial del Oeste