21 marzo 2008

El retorno de la economía clásica

Desde diversos ámbitos y medios de comunicación, ante la caída de sólo el 4% en los precios de los commodities, se comenzaron a emitir señales de alarma y duda sobre la sustentabilidad de la columna maestra de la ingeniería económica que desarrollo el Gobierno Nacional desde el 2003.


 

Pero en nuestros escritos ya lo veníamos advirtiendo. En ningún caso se trataba de un ejercicio astrológico, magia predictiva o el ejercicio de un pesimismo militante, sino, simplemente, de la aplicación de los PRINCIPIOS TEÓRICOS DE LA ECONOMÍA POLÍTICA.


 

Bastardeada, relegada al campo de la pseudo psicología, premiada por sus infidelidades con las matemáticas, elevada a los altares ó lapidada, según la ocasión y la región del mundo, de modo simultaneo y casi siempre por sus devaneos con la política en sus peores expresiones de picaros, malevos y traficantes de influencias han "fundado" la profesión de economista asignándoles el rol de palafreneros o bufones, la ECONOMIA POLITICA (y no la economía a secas) se constituye, pese a todo en una ciencia que da cuenta de modo eficaz, eficiente y consistente de la dinámica y desarrollo de la organización social de la producción capitalista.


 

Pero los profesionales de la economía deben, sistemática y recurrentemente, hacer profesión de fe neo clásica, deben como quién reza un eterno Credo, renegar de los infieles que proclaman una omnipresente crisis que agota la paciencia y pone limites a la esperanza y golpearse el pecho proclamando que la única verdad, no es la realidad, sino los sortilegios que provee ese espacio ideal llamado "mercado".


 

Pese a la recurrencia de los mediocres "a castigar al mensajero", a mostrar el fracaso y frustración de éstos "profesionales" a los que obligan, para sobrevivir, a convertirse en agoreros, en adivinos de un futuro que siempre cambia y que solo les paga con mofa o la reprimenda sobre sus fallidos augurios.


 

No se trata de una defensa corporativa sino de repasar algunas cuestiones que hacen a los rasgos más básicos de ésta organización social y que intentan aportar a la comprensión sobre porque algunos acontecimientos no son más que la puesta en acto de los rasgos más básicos del desarrollo capitalista.


 

En pleno auge del "absolutismo" proclamado en Francia por Luis XIV, continuado por Luis XV y que viera su fin en la guillotina de la Revolución Francesa, un "economista" (o tal vez el primer economista), François Quesnay publicó primero en el artículo Granos de la Enciclopedia (obra monumental de la Ilustración) y luego en un pequeño opúsculo que se tituló "Tableau Economique" la razón fundamental de porque, quienes enfrentan una producción de tipo capitalista deben tener, necesariamente, como contrapartida un "algo más" que es la retribución por haber asumido el riesgo de la aventura que supone la producción.


 

La cuestión fundamental es que quienes enfrentan la producción capitalista ANTICIPAN los medios para que la producción se desarrolle, es decir, aportan las materias primas e insumos, el espacio físico, pagan a quienes participan antes de vender lo que se ha producido, pagan sus impuestos con independencia de los resultados y tienen una virtud que algunos años después describiera con bastante precisión Josef Shumpeter: el espíritu de aventura y el saber esperar.


 

Sino se cumple o se cuestiona la premisa básica que señala que para que el proceso de producción capitalista se desarrolle "alguien" (o más específicamente un empresario) debe anticipar los medios de producción y que como retribución al riesgo implícito y a la capacidad puesta de manifiesto de esperar los resultados, debe tener una ganancia, queda afectada la capacidad de continuar desarrollando ese proceso productivo, en tanto y en cuanto, éste modo de organizar la producción material que es el capitalismo no admite la beneficencia en éste nivel.


 

La discusión sobre las retenciones al sector agropecuario no puede reducirse a la fijación única de un impuesto (retenciones) que intente captar una parte de los "super precios" que hoy aparentemente perciben los productores, es decir quienes anticipan, a riesgo propio su capital.


 

¿Por qué decimos "super precios" y que éstos no responde a la realidad productiva?


 

Porque, como venimos señalando en nuestras publicaciones, los astronómicos valores que alcanzaron los commodities se justifican en virtud de un movimiento puramente especulativo del mercado financiero que convierte en "activo subyacente" cualquier mercancía que se muestre como socialmente necesaria (sean casas o granos) y erige desde allí los famosos "derivados".


 

No pretendemos constituirnos en defensores de quienes, cuando se analiza la historia, han hecho y hacen uso de un recurso –la fertilidad de la tierra – cuya apropiación no es objetable en términos de organización capitalista pero que si obliga a quienes la poseen a contribuir al conjunto de las necesidades sociales.


 

La cuestión, entonces, a resolver es cual es el punto de acuerdo donde los que anticipan y corren riesgos decidan continuar haciéndolo porque la retribución lo justifica y la sociedad que demanda de los recursos que ellos producen para alimentarse y sostener la organización social que los contiene a unos y otros.


 

Ni estos precios internacionales ni estas demandas de la política pública son sustentables.


 

Pero para poder avanzar y restablecer la confianza ahora quebrada es indispensable que previo al reinicio del diálogo el Estado Nacional debe dejar dos cuestiones en claro: cual el aporte que demanda y con que destino y que acciones y políticas habrá de diseñar e implementar para hacer sustentable ese aporte.


 

Pero más allá de definir éstas cuestiones que restablezcan la convivencia, lo que no implica negar la posibilidad de conflictos, el Estado Nacional debe definir que hará si los precios de los commodities, que hoy son la columna vertebral de la política de tipo de cambio nominalmente alto y según dicen, remedio para contener las presiones inflacionarias, se derrumban y los millones de dólares que se programaban recaudar para satisfacer el continuamente creciente endeudamiento público, no están disponibles.


 

Esta es la cuestión. Este es el problema.


 

¿Podremos razonablemente debatir sobre él?

10 marzo 2008

NOVEDADES EN FINANCIAMIENTO Y PROMOCION DE INVERSIONES ¿ALCANZAN?

FINANCIAMIENTO PARA PYME

Después de quince años en que las Pymes tuvieron que ajustarse a un máximo de $5 millones cada vez que pensaban en emitir deuda, el viernes pasado el Poder Ejecutivo aprobó un decreto que amplía ese límite hasta $15 millones. Este proyecto venía siendo impulsado por la Comisión Nacional de Valores (CNV) hace varios meses, con el objetivo de que las Pymes tengan un mayor acceso al fondeo a través del mercado de capitales.


 

PROMOCIÓN DE INVERSIONES: FINALMENTE SERÁ LEY


 

El Senado de la Nación convertirá esta semana en ley el proyecto enviado hace más de un mes por el Poder Ejecutivo al Congreso, para mantener el régimen orientado a estimular las inversiones de bienes de capital con destino a la actividad industrial y obras de infraestructura. El proyecto, finalmente aprobado será girado al Poder Ejecutivo para su promulgación y reglamentación.


 

Para quienes lo soliciten tenemos a disposición el texto aprobado por Diputados y que será, ahora sin modificaciones, sancionado por el Senado (para solicitarlo enviar mail a: cgschwar@speedy.com.ar)


 

Recordamos la necesidad de solicitar a las Cámaras Empresarias la intervención en el proceso de reglamentación a efectos de evitar que se repitan las dificultades que debieron afrontar las PYME en las presentaciones hechas durante la vigencia de la ley 25.924 y que ésta ley toma como base.


 

Un aspecto básico debe ser contemplado y resuelto para que éste instrumento no vuelva a ser intrascendente para las PYME: la complejidad de la presentación de los proyectos que no difiere de la solicitada a las grandes empresas.


 

LEASING: UN INSTRUMENTO PRO INVERSION


 

Recomendamos a las Empresas solicitar a las Cámaras Empresarias el desarrollo de gestiones tendientes a dar carácter permanente a lo dispuesto por el artículo 1º del Decreto 1352/2005, el que una vez vencido en sus beneficios no fue prorrogado, pese a que oportunamente se enviaron notas a la Ministro Micelli solicitando su extensión

Tal vez, el incremento de las tasas de interés de los contratos de leasing desalentaron en las PYME ésta modalidad de que ha permitido afrontar el necesario e indispensable re equipamiento, ampliación y modernización de su estructura productiva y ha resultado ser un instrumento que con mucha agilidad ha resuelto la demanda de inversión de las Pequeñas y Medianas Empresas.

La reducción de los plazos que establecía el Decreto 1352/2005 resultaba una innovadora y muy interesante facilidad para el acceso de las PYME al leasing. Al reducir en un 50% los plazos de amortización de los bienes generaba una importante reducción de los costos financieros de las operaciones poniendo en evidencia la importancia de la medida que estimamos debe ser repuesta.

De esa manera, las PYME han podido acceder, con mayor facilidad, a la renovación, modernización y/o ampliación de su equipamiento productivo.

Dos cuestiones fundamentales hacen a la necesidad de retomar los criterios sustentados por el Decreto 1352/05

  • Las políticas anti inflacionarias requieren, para ser sustentables, mejorar, ampliar y modernizar la base productiva para desarrollar una oferta amplia y diversificada.
  • El incremento de las importaciones, que de ser complementarias han pasado a ser sustitutivas de la producción nacional es un llamado de atención de singular importancia para las empresas y en particular para las PYMI. Las consecuencias de dicha tendencia finalmente afectan a la Industria Nacional y la toma de conciencia de haber sido indiferentes, suele ser tardía.


 

La baja de la tasas nominales de interés en las operaciones de leasing y su alineamiento con valores de tasas reales prácticamente neutra, lo que constituyen una oportunidad.

06 marzo 2008

¿FALTA CREDITO O FALTA VISION?


 

Las debilidades en materia de política financiera, en particular ligada a la gestión de lo que podemos llamar de modo genérico el "post default" no ayudan ni favorecen la posibilidad de un fondeo fluido del sector financiero privado capaz de dar sustento a la financiación a largo plazo.

Esa debilidad resulta un buen argumento para la Banca que prefiere el "menudeo", es decir las líneas de créditos personales a un costo financiero total real (es decir la tasa de interés pactada más los gastos de todo tipo asociados al principal) que por su nivel (entre 45 y 70 % anual) generan una rentabilidad bancaria que de ningún modo es posible de realizar prestándole a la producción.

Con éste cuadro, las Empresas, y en particular las PYME, reclaman al Gobierno el desarrollo de una política de financiamiento, orientada hacia la inversión y la ampliación del capital de trabajo, que refleje costos financieros y condiciones compatibles con las políticas de estabilidad de precios y que, fundamentalmente, sea verdaderamente accesibles para las PYME.

En ése sentido hemos acompañado y apoyado dicho reclamo porque, entendemos, es un aspecto fundamental para hacer sustentable y consistente el Desarrollo Nacional.

Ayer, en el Gobierno Nacional anunció, con toda la pompa, el lanzamiento de un plan financiero que será gestionado por el Banco Nación por $ 5.000 millones y a una tasa del 12%. Dicho plan será complementado por los Bancos Provincia de Buenos Aires y Ciudad.

Si bien muchos se preguntan si sólo será un anuncio más, en nuestra visión es posible que la decisión política convierta la promesa en realidad.

Simultáneamente, se conocieron los datos de las operaciones de canje de cheques diferidos, sean avalados o patrocinados, que las PYME pueden realizar a través del mercado de capitales. Según ese informe, durante el mes de febrero se produjo la reducción de tasas más importante desde el inicio de la serie histórica de este mercado: pasan del 14.88% al 11.67%, es decir, caen un 22%. Si bien se acompaña al resto del mercado de tasas, la variación porcentual es mayor, ya que por ejemplo la BADLAR registró una variación de apenas el 5% en el mismo período. De hecho, es el menor nivel de tasas desde Julio de 2007, mes en el que se operaron tasas promedio del 10.78%.

Plazo Días

Volumen

Tasa Prom

% Total

0-30

4,333,683

8.48%

8.26%

31-60

9,404,501

10.18%

17.92%

61-90

9,783,060

10.99%

18.64%

91-120

9,296,791

11.53%

17.71%

121-150

6,008,929

12.23%

11.45%

151-180

6,309,383

13.75%

12.02%

181-210

3,559,290

13.14%

6.78%

211-240

966,807

13.72%

1.84%

241-270

931,552

14.19%

1.77%

271-300

610,911

15.33%

1.16%

301-330

303,453

16.51%

0.58%

331-365

979,258

17.89%

1.87%

 

Prom sistema

11.67%

 

Prom patrocin.

15.17%

Prom avalados

11.24%


 

En éste punto aparece nuestra primera inducción a la duda.

Pese a la baja de tasas, el volumen de cheques descontados a través del mercado de capitales sólo ha crecido un 18% respecto de Febrero de 2007 y un 14% respecto del mes anterior (Enero de 2008).

Los valores operados en el mes totalizan unos 1758, por lo que se mantiene dentro del promedio observado para el último semestre. Con $52,5 millones de operaciones, el monto promedio de los cheques operados fue de 29.800.

Poco volumen para una demanda que se declara tan habida.

Es cierto que para poder desarrollar ésta operatoria las PYME deben contar con el aval de una Sociedad de Garantía Recíprocas (SGR) en cuyo caso la operatoria se denomina "avalada" o con el respaldo de una Sociedad cotizante en la Bolsa de Comercio y se denomina "patrocinada".

También es cierto que para las PYME, abordar la problemática financiera mediante su inclusión en el sistema de SGR tiene un costo de entrada que puede ser importante al inicio pero también es cierto que cuando se distribuye en el tiempo y los ahorros de costo financiero, ésa "cuota de ingreso" se diluye en su totalidad. También es cierto que funcionar dentro del sistema de SGR requiere "mostrar" balances apropiados y un adecuado orden administrativo, lo que para muchas PYME resulta un cambio cultural de singular importancia que debe ser acompañado por sus profesionales asesores (Contadores y Abogados).

En ambos casos ese cambio cultural es, podemos decir, muy difícil de comprender y realizar dado que las estrategias de supervivencia desarrolladas en las sucesivas crisis han internalizado una "cultura de resistencia" que impide una visión de mediano y largo plazo que incluya la estabilidad tanto económica como de las propias reglas de juego.

Las constantes mutaciones de tipo institucional son la excusa que desalienta las mejores prácticas de la gestión empresaria. ¿Es sólo una actitud defensiva fundamentada en la experiencia o se trata de una falta de confianza en el porvenir?

Si sólo fuera producto de la experiencia, la cuestión no sería tan compleja. La estabilidad institucional habrá de crear las condiciones para revertir y superar los recuerdos. Fundar confianza en el porvenir, es decir generar condiciones de previsibilidad y sustentabilidad para la política económica que se propone, es una tarea, que aparece como más compleja.

En consecuencia, ¿cuál es la causa por la que las PYME no hacen uso del Sistema de SGR y de los beneficios derivados de los instrumentos que se desarrollan asociados a las garantías que éste sistema otorga?

La segunda fuente para nuestra duda esta en el denominado "Leasing".

Este instrumento resulta eficaz, en sustitución del financiamiento bancario de mediano plazo para la inversión en máquinas y equipo de producción y ha sido y es una palanca importante para las PYME que explican el 90% de la oferta que las entidades financieras hacen de éste instrumento.

Más aún, hace unos pocos días la Aduana resolvió (Nota Externa 12/2008) que es posible traer bajo el régimen de admisión temporaria, bienes de capital en el marco de un contrato de leasing, decisión que aporta una mejora importante al instrumento.

No es menos cierto que desde agosto y hasta enero se verificó una suba de tasas que debilitó a éste instrumento. Sin embargo en la actualidad, la baja de 500 puntos básicos (5%) en esa tasa hace nuevamente útil éste de financiación de la inversión.

También es posible, y así lo vienen reclamando las Entidades Empresarias, que se retome el Decreto 1352/06 que permite una reducción de los plazos de amortización de los contratos para las PYME lo que implica que el costo financiero total de la inversión disminuye significativamente. Si bien éste Decreto no fue renovado, si la pretensión de la política anti inflacionaria es incrementar la oferta para descomprimir esas presiones, la renovación del Decreto 1352/06 es una señal muy alentadora.

Finalmente, ¿cuál es la razón por la que la demanda de operaciones de leasing ha retrocedido? ¿Es por el aumento de la tasa de interés en agosto? ¿Es porque los largos plazos de amortización que fija la ley elevan el costo financiero y lo hacen inviable? o ¿es porque los industriales dudan de la sustentabilidad de la política económica y la idea de los modelos "stop and go" que se sucedieron en la economía argentina están aún vivos en su memoria y afecta las decisiones empresarias?

A simple vista parece que existen instrumentos financieros de corto plazo (canje de cheques en el mercado de capitales) o de renovación y ampliación de las inversiones en bienes de capital (leasing) capaces de sustituir hasta cierto punto, pero sustituir al fin, la casi nula oferta bancaria a las PYME.

En estas horas la voluntad política fue expresada con claridad: habrá suficiente financiamiento a las PYME a tasas compatibles con la sustentabilidad de la política económica.

¿Qué falta entonces? En nuestra visión, que la decisión empresaria se exprese.

¿Podrá el espíritu animal shumpeteriano expresarse en éstas decisiones o el espíritu conservador y los discursos apocalípticos y pesimistas pondrá limites al espíritu innovador y a la audacia imprescindible que deben caracterizar al empresario y en más específicamente al PYME para alcanzar el éxito?

02 marzo 2008

DE MAL EN PEOR: ¿Ante un nuevo default?

El 42% de la deuda argentina –casi u$s 60.000 millones– son bonos en pesos que se actualizan por la marcha del Índice de Precios al Consumidor desarrollado por el INDEC (Instituto Nacional de Estadística y Censos).


 

Cuando éste factor de actualización se manipula, más allá de los "resultados" que se pretenden alcanzar (ahorros en el pago de a los acreedores tenedores de bonos con clausula de ajuste por CER), nos encontramos ante una "picardía" que roza o huele la estafa.


 

Pero algunas personas tienen una cualidad, que, en ciertas ocasiones resultan nefastas: se enamoran de sus "picardías" y pretenden convertirla en ley, proyectarla como norma al conjunto de la sociedad como modo de validar y legitimar sus tropelías.


 

Por su gravedad, el caso del INDEC es emblemático.


 

La manipulación de las estadísticas nacionales por parte del Gobierno Nacional, la destrucción de su capacidad de gestión técnica, la dilapidación de su prestigio nacional e internacional, la persecución a sus técnicos y profesionales, la instalación de un ambiente de delación y persecución, sólo tuvo como objetivo esconder "bajo la alfombra" algunas cuestiones de las que la "inflación" es síntoma y de ninguna manera causa.


 

Cuando esta confusión se traslada al campo de las políticas públicas, sean monetarias, productivas y sociales, los errores de diseño terminan agravando la situación. Los argentinos tenemos ejemplos dolorosos y aún cercanos de tales errores.


 

Pero lo cierto es que, "enamorados" de sus "soluciones", se pretende dar un paso adelante. Se cree que el conjunto de los tenedores de bonos argentinos, son unos especuladores a los que se los puede castigar con total impunidad, violentando como ya se hizo los compromisos y responsabilidades emergentes de las emisiones de títulos, que no son otra cosa que clausulas contractuales.


 

La impunidad que se imagina se funda en dos hechos.


 

El primero de ellos es que bajo, la creencia de que, si se hizo una vez y la comunidad internacional nada digo, se puede repetir. No obstante hay dos situaciones que aún son explosivas: la existencia de los acreedores que no aceptaron la refinanciación ("hold out") y el Club de París.


 

Nuestra desvergüenza hace que ya hayamos desarrollado cierta dosis de "inmunidad" a los ataques de esos acreedores hold out no obstante sus avances judiciales. La cuestión del Club de París involucra a los Estados y algunos han comenzado a perder la paciencia. La cuestión no es el monto de la deuda sino el antecedente que no están dispuestos a convalidar y que incluye la imposición de una metodología de negociación que la Argentina no acepta a aceptar pese a haberla convalidado al momento de generarse la obligación. El tema es político pero afecta las posibilidades de obtener adecuado financiamiento en las operaciones de comercio exterior o inversiones en máquinas y equipos.


 

La segunda es aún más peligrosa; como los bonos emitidos para la refinanciación de la deuda ya no son emitidos en plazas donde rige el derecho internacional sino que son emitidos bajo la "ley argentina" lo que significa que en caso de controversia, los tenedores deberán litigar en nuestros tribunales.


 

Bajo el convencimiento de que esos tribunales pueden ser disciplinados desde la política, se descuenta la impunidad. Los hechos los avalan; existe una denuncia penal presentada por la manipulación del IPC hace 7 meses que "duerme "en Tribunales sin respuesta. ¿Qué juez se animaría con un Consejo de la Magistratura controlado por el "oficialismo" que en menos de lo que canta un gallo le hará juicio político?


 

El paso adelante que mencionamos consiste en poner en circulación un engendro estadístico que no resiste ningún análisis y que, quienes lo promueven, pretenden que todos salgamos cual "muñequitos de luneta" a mover la cabeza asintiendo acríticamente.


 

La tropelía tendrá consecuencias graves y mayores. Sabemos que para muchos será un escándalo pero, de concretarse, la Argentina volverá a generar un nuevo "default", una suerte de "autogolpe" que habrá de pulverizar nuestras posibilidades de reinserción en la comunidad internacional.


 

Mostraremos al mundo nuestra peor faceta: primero nos expusimos como una sociedad que no es capaz de cumplir normas que hacen a la convivencia internacional, ahora mostraremos que incluso violamos las que nosotros mismos construimos, y que, como salvaguardia, disponemos de un sistema de justicia que convalidara nuestros dislates.


 

Así, afectaremos también a quienes tienen sus fondos previsionales depositados en las AFJP (el 50% de los ahorros de los afiliados al Sistema Privado de la Seguridad Social están colocados en bonos argentinos) dado que los fondos de los que aportan al sistema estatal fueron prestados por el depositario (la Administración Nacional de la Seguridad Social) al Gobierno recibiendo un "bonos" que esta sujetos a éstos dislates.


 

Ésta malversación estadística será exhibida a las Empresas para sostener la imposibilidad de ajustar sus balances por inflación. Esto implica que sus amortizaciones (es decir la reserva de capital que refleja el consumo del capital fijo) se encuentra a valores nominales mientras que los valores de los equipos a reponer se ajustan de modo permanente.


 

Pero también, en tanto no pueden realizar el "ajuste por inflación" sobre sus resultados, terminan pagando una sobre tasa en el Impuesto a las Ganancias. Debe aclarase que todas las jurisdicciones públicas se benefician, sea, por ejemplo, en el ámbito municipal, porque la base de las tasas que recaudan para prestar los servicios que deberían prestan (?) no es el costo de la prestación sino el monto de las ventas.


 

Obviamente, conscientes de sus malas praxis, catalogan de absurdo –aunque parece una provocación - el planteo de la UIA de poner la pauta salarial conforme lo establecen las cifras oficiales.


 

El principal jefe sindical ha señalado que ellos deben negociar con los "índices del supermercado", de allí que la pauta oficial que aceptaron, al menos formalmente, resulte del 20%.


 

Es más que obvio que ese valor será superado por las concesiones a las que estarán obligadas las empresas frente a una realidad que habrá de superar, esperamos que no, los limites proyectados.


 

Mientras tanto a las Empresas se las amenaza con "auditorias" y persecuciones, basadas, paradojalmente, en una ley de la ultima dictadura militar, pero es más que evidente que aquellas que las Empresas "formadoras de precios" avanzaran trasladando los incrementos de costos y harán de las PYME sus primeras víctimas ante la mirada cómplice del Gobierno que salvo amenazas nada habrá de producir en beneficio de la solución.


 

Entonces, ¿cuál es la principal problemática PYME a ser incluida en su Agenda Institucional? ¿Cuál es la principal fuente de preocupación?


 

¿Podemos pensar en las necesidades financiación, cuando la comunidad financiera está al borde de volver a cerrarnos el paso? ¿Puede esperarse un debate amplio y constructivo sobre el desarrollo productivo, si salta a la vista la escasa vocación que se muestra por respetar los acuerdos y compromisos? ¿Si no hay debate estratégico sobre el rol de la industria, debemos dar por sentado que nuestro destino es "maíz-soja" y que debemos reorientarnos en ése sentido?.


 

Una encuesta del Observatorio PYME de la UIA dirá en los próximos días que las PYME están retrocediendo en materia de comercio exterior, ¿es sustentable un desarrollo industrial basado sólo en el mercado nacional?


 

Si en la apertura del año legislativo la Presidente evitó incluir la cuestión de la inflación en la agenda de prioridades temáticas del Gobierno, ¿podemos pensar que nada esta resuelto y que ésa indefinición nos esta poniendo a la puerta de una crisis política de consecuencias singulares?


 

Con aire de suficiencia, auguramos que esta vuelta no seremos contagiados por los errores ajenos en materia de "burbujas". Amparados por el nivel que han alcanzado los valores de la soja y el maíz (commodities al fin), no podemos ver que esos valores responden a una maniobra especulativa de quienes virtualmente huyen del riesgo de los derivados financieros. Es decir, estamos dentro de otra de una que inexorablemente explotara y nos negamos a aceptarlo.


 

Pero a la inflación se le suma la reaparición de problemas de empleo, especialmente en los más jóvenes, un sistema educativo que no provoca ni seduce a sus alumnos, con la reaparición de enfermedades y epidemias que conocimos hace 100 años y que se pensaban superadas, con la inseguridad poniendo a los argentinos permanente en riesgo, con funcionarios que tejen intrigas palaciegas dignas de Shakespeare en lugar de aportar soluciones, con Empresas que exhiben rentabilidades decrecientes y comienzan a mostrar fatiga y envejecimiento, y con importaciones que ya no completan la oferta nacional sino que la sustituyen, entre otras cuestiones y problemas; el futuro aparece ante nosotros como una suerte de montaña rusa, de "samba" sin control.


 

En un parque de diversiones para algunos puede ser divertido.


 

Para los argentinos, es la fuente de nuevos dolores, enfrentamientos y frustraciones.