UNA GRAVE
PROBLEMÁTICA PARA LA PYMI
Tal como lo señalan muchos economistas y analistas de
diverso tipo, el “sinceramiento general de la economía era y es una cuestión de
carácter imprescindible para la inclusión de la República Argentina en el
desarrollo histórico político, económico y social de la etapa histórica por la
que transcurren los paises ya sea denominados desarrollados, en vias de
desarrollo, emergentes o como en nuestro caso, reducidos a ser un “país
frontera” modo elegante si lo hay de nombrar a quienes han perdido ya, toda
categoría de clasificación posible.
Como ya lo hemos señalado en
nuestro blog (ver: Inercia – www.schwartzereconomia.blogspot
– 6/12/2015), “Nuestro rol estratégico, más allá de
los resultados a los que se lleguen, es analizar, “prever y ver” alertar y
señalar (podríamos seguir detallando verbos) que la utilidad de la profesión se
centra en el ámbito y contexto de las consecuencias que genera éste modo de producción capitalista.
Estar
atentos a sus permanentes modos de expresión, a que impactos generan sobre el
conjunto de la sociedad, las metodologías de “inclusión-exclusión”, de la
permanente creación de nuevas formas de “trabajo productivo” y de la
identificación del improductivo, redundante, inapropiado y que da lugar a la
necesidad de aplicar recursos desde el Estado (como eje central del aparato de
control de las formas capitalistas) como la aparición de nuevas formas de
transferencia de recursos (deducibles de impuestos y otras cargas tributarias)
a través de las denominadas Organizaciones No Gubernamentales que libera al
Estado de sus obligaciones privatizando la asistencia de las necesidades de los
excluidos y concentrarse sólo en los incluidos.”
Vayamos a la situación
concreta y que nos preocupa.
Miles de Pequeñas y
Medianas Industrias como resultado de la política de administración del
comercio desarrollada por el gobierno que ceso el 9/12/2015 que de manera cada día más estricta limitaba
el normal abastecimiento de las PYMI y tienen aún insumos, partes y piezas
pendientes, ya sea en producción por un proveedor del exterior, ya sea como se
dice en la jerga “flotando”, o directamente arribada pero que al no tener la
DJAI en estado “Sali” porque, tal como señalábamos la lógica de la
administración del comercio exterior de la anterior administración se sujetó a
la disponibilidad de divisas en el Banco Central de la República Argentina y
opero restringiendo importaciones no como expresión de una política de “defensa
de la industria nacional” sino de “encubrimiento de su mala praxis”.
Bajo éstas
circunstancias, las PYMI se encuentran hoy con que, habiendo hecho sus
previsiones y costos a un tipo de cambio oficial inferior a los $ 10 se
encuentran hoy con un tipo de cambio aproximadamente de $ 14 lo que implica
entre un 40 y 50% más que el cálculo desarrollado al momento de contratar con
sus proveedores.
En la misma
situación se encuentran aquellos a los que el Banco Central de la República
Argentina impidió pagar sus importaciones y debieron negociar con sus
proveedores la apertura –en muchos casos con costo- de una cuenta corriente que
les permitiera la continuidad de sus abastecimientos productivos.
En ambos casos, la
magnitud está perfectamente registrada, por un lado el stock de DJAI pendientes
Observadas por la Secretaría de Comercio (Bloqueo 15) y en las presentaciones
trimestrales disponibles en el BCRA correspondientes a las presentaciones dela
Comunicación A 3602.
¿Cuál es, entonces, nuestra propuesta: establecer
un tipo de cambio “ad hoc” que permita resolver éstas anomalías que no son
producto ni la imprevisión empresaria de las PYMI sino de la mala praxis en
materia de política económica de la anterior administración y que, reiteramos,
no es imputable a las PYMI que actuaron en el marco de las disposiciones
vigentes o en su defecto –aunque no sea lo deseable- líneas de crédito que
contemplen la especificidad que señalamos y que de ningún modo pueden ser
sujetas a las “tasas de interés” del mercado fijadas como consecuencia de
ponerle un “ancla” al nuevo tipo de cambio de flotación “sucia”.
Sé que mi posición
puede resultar “ácida”, pero no es posible que en la algarabía de la
normalización y sin que esto suponga un “homenaje nostálgico” a pasado alguno,
resalto que el rol asumido por el que me comprometí en la Universidad es estar
atento a las consecuencias, de “estar atentos
a sus permanentes modos de expresión, a que impactos generan sobre el conjunto
de la sociedad, las metodologías de “inclusión-exclusión”, las
políticas públicas.
Lic. Carlos Guillermo Schwartzer
Buenos Aires, 18 de diciembre de 2015