01 enero 2014

¿Que hacer?


La tasa de devaluación del dolar fue del 32% y los salarios convencionales ( es decir os salarios en blanco) subieron en el 2013 alrededor del 24%. Eso sólo ya plantea un escenario de alta conflictividad social de cara al 2014 donde el Gobierno espera incrementos promedio de los salarios del 18% mientras acelera la tasa de devaluación y no ha logrado, aún, publicar la lista del mentado acuerdo de precios a pesar de ya estar vigente.


Paralelamente los combustibles no dejan de subir -acumulan un 64% en el año- y eso impacta de modo directo en todas las "cadenas de valor" (como señala la moda) y da pie a nuevos ajustes de precios que tienen, encima un alto grado de sobreactuación en función de expectativas que el Gobierno debería enfrentar y ponerles coto.



Los trabajadores dicen, "en marzo hablamos de salarios". 



No es casual. 



A esa fecha el gobierno deberá tener establecido un tipo de cambio de tal magnitud que el sector agropecuario decida comercializar la gruesa, no sólo la que esta en los campos ensilada de diversos modos y que según estimaciones suma unos u$s 6500 millones, sino que también la soja nueva que estiman le aportaría al Tesoro unos u$s 35.000/ 40.000.



Para esa fecha, la cuerda se tensa, ni el seguro de cambio con más una tasa del del 3,85% logró conmover a los operadores que de u$s 2500 comprometidos sólo suscribieron al cierre del año u$s 265 millones ( es decir, nada). Tampoco han tenido éxito los CEDINES de Moreno ni los BAADE de De Vido.



Esto nos marca un común denominador. No hay agente económico que este dispuesto a darle dólares a éste Gobierno porque éste no logra comprender un aspecto central del funcionamiento capitalista: la tasa de ganancia debe tener libre movilidad y trabar su circulación hace que nadie escuche los cantos de sirena gubernamentales.



Tampoco aparecen anuncios de inversión, por lo pronto ya se "comieron" el aporte de Chevron por u$s 954 millones pero las inversiones en Vaca Muerta tiene las mismas limitaciones que llevaron a Vale a revertir el proceso de inversión en la planta de potasio en Mendoza y que tenia ramificaciones muy importantes e impactaban muy fuerte en el agro argentino que ahora deberá seguir importandolo.



Obviamente mencionar un "Rodrigazo" ya es un modelo vetusto porque éste ya se ejecutó, en cuotas pero se desarrollo y no logró el efecto esperado. En éste "deja vu" deberíamos pensar en el Plan Mondelli que al ser rechazado, dió paso al golpe del 24 de marzo del 76.



Como diría un avezado marxista: las condiciones objetivas son bien distintas y no hay espacio alguno para la reedición de esos actos, pero lo cierto es que nos encaminamos a un nuevo gran fracaso.



El ex Ministro Domingo Cavallo alerto correctamente sobre la peligrosidad del atraso tarifario que los cortes de energía han puesto en el tapete y que muchos creen que se resuelve con una "nacionalización" de las distribuidoras.



Es cierto que éstas no han invertido y que aún mantienen redes de distribución heredadas de la Chade o la Italo.



Pero lo importante está en la generación. nada se ha hecho y para ir a lo más cercano, China había comprometido inversiones en las obras hidroeléctricas Kirchner y Cepernic, pero en su viaje a China el ministro de economía volvió con las dos manos vacías. No hubo swap con u$s 10.000 para fortalecer las reservas del central y tampoco lograron acuerdos para las inversiones en las obras.



Las inversiones en generación de energía requieren inversiones que el Estado nacional no puede realizar y en as actuales circunstancias la voluntad política de la Presidente está en estatizar, motivo por el cual nadie iniciara un proceso inversor con el antecedente YPF-REPSOL y con las pulsiones de algunos militantes en las nacionalización de EDENOR y EDESUR, que obviamente son la muestra más dramática pero también hay cortes de luz por las mismas razones en las provincias.



El primer paso que dió el Gobierno fue permitir el incremento de la tarifa de los colectivos. veremos que habrá de pasar cuando mañana los pasajeros se enfrenten al nuevo cuadro tarifario.



Con un Congreso carente de personalidad que sigue a pie juntillas los deseos gubernamentales la realidad se oscurece aún más y muchos legisladores deberán renovar su banca en el 2015 ¿podrán si continúan aceptando las ordenes que emanan de la casa Rosada?



Como diría Borges, Argentina esta en un laberinto. Muchos dicen que de los laberintos se sale por arriba.



Esa fue una y otra vez la solución argentina para no enfrentar la realidad. La sensación es que en ésta oportunidad los argentinos deberemos recorrer impensados y desconocidos caminos en busca de la salida.



Como le respondió Churchill al pueblo inglés: sangre, sudor y lagrimas. Ese es nuestro destino.



1º de enero de 2014