No soy un economista, al uso.
Es difícil ser aceptado con esa forma de pensar y fui por ello relegado, en algunos casos discriminado y en otros se prefirió marginarme hacia cuestiones "técnicas"
Pero soy feliz de ser un economista político.. No me hacen mella.
Pero ya en tiempos de retiro, confieso, a pesar de Borges, que he sido (y aun lo soy) feliz.
06 febrero 2021
Redes, censura, ciudadanía
Tras la deserción de la prensa, el futuro de la libertad de expresión se juega en las redes
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