RECUPERACIÓN
PRODUCTIVA
DESENSILLAR
HASTA QUE ACLARE
Primero el ministro Guzmán (MG), luego el
propio presidente Alberto Fernández (AF) han señalado que el Tesoro Nacional no
habrá de asistir a la Provincia de Buenos Aires al vencimiento del Bono
Provincia de Buenos Aires 2021 (BP21) el próximo 26/01/2020.
Esta señal fue interpretada de modo poco feliz
para los actores del mercado financiero y provocaron una serie de señales de
advertencia sobre las consecuencias (presión en el u$s mayorista, suba de
algunos puntos del EMBI Plus y probablemente alguna consulta telefónica con
sentido de “advertencia-preocupación” de algún agente tenedor de esos bonos.
Luis Beldi nos recuerda hoy el origen de esos
bonos (INFOBAE – 14/01/2020)[1]:
Este título, el
BP21, fue emitido el 26 de enero de 2011 cuando era frecuente que el Gobierno
de Cristina Fernández de Kirchner mandara a Daniel Scioli a buscar divisas a
los mercados internacionales porque sus bonos eran bien aceptados por los
inversores. Buenos Aires, junto a las provincias petroleras -luego de la
estatización se sumó YPF- eran las elegidas porque colocaban bonos en dólares
con facilidad pagando excelentes tasas.
Esos títulos los
cambiaban inmediatamente en el Banco Central por pesos al precio oficial que
tenían una enorme brecha con el dólar de mercado marginal.
El Central
estaba escaso de reservas y necesitaba esos dólares. No hay que olvidar que
llegó al fin del mandato aferrado al dólar futuro y a los swaps chinos y que el
año anterior, en 2010, tuvo que renunciar Martín Redrado al Banco Central
porque se negó a pagar la deuda con reservas. “Es mi limite”, le dijo a la
presidente y luego a Carlos Zaninni, secretario legal y técnico de la
presidencia que negoció la renuncia.
Con esos dólares
que las provincias e YPF no usufructuaban, la Nación pagaba vencimientos de la
deuda nacional bajo la curiosa denominación de “desendeudamiento”, cuando en
realidad era el pago de deuda con reservas porque el Banco Central no recibía
los pesos del Tesoro que estaban en manos de la provincia colocadora de los
bonos
Así, Buenos
Aires fue endeudada a niveles intolerables por la aceptación que tenían sus
bonos. Axel Kicillof, fue uno de los ideólogos del sistema, que cobró más vuelo
cuando en 2013 asumió como ministro de Economía. Jamás imaginó que un día le
tocaría pagarlos como gobernador de la provincia de Buenos Aires y, mucho
menos, que no tendría divisas para hacerlo.
El BP21 tiene un vencimiento programado para
el 26/01/2020 y diez días de gracia para no caer en “default”.
El Gobierno de la Provincia de Buenos Aires
(PBA) ha ya anunciado que no está en condiciones de pagarlo y que solicita
plazo hasta principios de mayo 2020 para negociar modificaciones a sus
condiciones contractuales.
La respuesta, que se anticipó a la solicitada
informativa de la PBA, es una caída en la cotización del BP21 de alrededor del
10% y un gran signo de interrogación respecto al significado de éste virtual
técnico que, al menos por ahora se refiere a un específico bono pero que puede
ser el disparador de otras situaciones similares tanto para los bonos de la
propia PBA, pero también para los futuros vencimientos de las emisiones del
resto de las provincias.
Existe entre los analistas cierto optimismo
respecto a que, más allá de un “mero tirón de orejas” al gobernador o una forma
de fortalecerse que ha adoptado AF -teniendo en cuenta que Axel Kicillof (AK)
pertenece al sector político de Cristina Fernández de Kirchner (CFK)- para
exhibir que, en la distribución del poder el área de la economía es atributo de
la presidencia.
Más aún, hay quienes señalan que se trata de
una “estrategia concertada” entre Nación y PBA para bajar el valor de los bonos
y así, ablandar a los acreedores, incluso con la señal de mostrar que la
Tesorería muestra una “caja seca”.
No comparto ese optimismo que incluye el
latiguillo “demasiado grande para caer” (Too Big To Fail). Se acerca más al
“negacionismo” y evita incluir otras necesidades políticas y de la política
económica que, aunque no reveladas, están tácitas en un análisis de la
prescindencia que adopta el Tesoro Nacional respecto del PBA.
La cuestión bonaerense puede muy
rápidamente ser la pieza que al moverse derribe el “jenga” en que se halla
reflejada la estructuración de las deudas externas del resto de las provincias
dando paso a que pese a todos los “esfuerzos estratégicos” de coordinación
entre PBA y Nación, la “torre” se derrumbe con las imprevisibles consecuencias.
Pero veamos algunas cuestiones que, aunque
exceden lo específico del BP21, hacen a las circunstancias que rodean y le
agregan sombras a la decisión de AK.
1.
Debemos considerar la
disponibilidad de recursos de la Tesorería para asistir a la PBA. La Ley de
Solidaridad Social y Recuperación Productiva (LSSyRP) (artículo 61 Ley 27541)
autorizó a utilizar Reservas Internacionales del Banco Central de la República
Argentina (BCRA) por u$s 4571 millones, los que ya fueron transferidos al
Tesoro mediante la emisión por parte de éste de controvertidas (por el sistema
de valuación establecido por el BCRA) Letras Intransferibles a 10 años de
plazo.
2.
Ya son difíciles y se desconoce
que derrotero está tomando la reestructuración propia de la deuda externa
nacional, más cuando lo que aparece a la luz pública es la inexistencia de una
estrategia que no sólo proponga “re-perfilamientos”, potenciales quitas y
tasas, tal vez, menores; sino que, simultáneamente indique cual es la
estrategia productiva capaz de generar los recursos para el futuro repago.
3.
Surge, entonces, cuál es el Plan,
estrategia (explícita o implícita) para generar la disponibilidad de fondos
para no recaer y que la propuesta final sea no sólo viable, sino que también,
factible, sustentable y consistente.
4.
En cierto sentido, el “árbitro” de
estas renegociaciones es el Fondo Monetario Internacional (FMI), también él, un
acreedor privilegiado por el monto comprometido y por su carácter de referente
internacional.
5.
La “tradición” del FMI es pedir
ajuste fiscal y eso, en esta Administración, es el sentido contrario a su visión,
aunque en los hechos haya ya generado algunos ajustes por demás impopulares
(reestructuración de la metodología de actualización de jubilaciones y
pensiones y fuerte incremento de la presión fiscal en todas las jurisdicciones,
incremento de derechos de exportación al sector agroindustrial).
La “Estrategia
Stiglitz” reiterada tanto en el discurso presidencial como por su Ministro de
Economía es: “crecer para pagar”.
En nuestra visión
se trata de una estrategia de corte voluntarista y que podrá leerse a escala
internacional en el seminario sobre "Nuevas Formas de Fraternidad
Solidaria de Inclusión, Integración e Innovación (I+I+I) que se desarrollará en
suelo vaticano en los primeros días de febrero 2020.
Allí lo más granado
de los intelectuales impulsores de estas ideas, teniendo presente la línea
trazada por S. Juan Pablo II al convocar al Jubileo del Año 2000, apelarán a la
voluntad del mundo financiero[2].
Más allá de las
razones fundadas de la declaración, el sector financiero, en particular
aquellos que movilizan lo que denominamos “capital impaciente” no resulta muy
permeable a estas apelaciones.
6.
Sin embargo, como parte de la
estrategia que no altere de modo dramático las negociaciones que sí o sí deberán
estar concluidas en marzo 2020, se optó por el congelamiento (diferimiento de
incrementos programados) en servicios públicos regulados de transporte,
energía, servicios sanitarios, entre otros. Esta decisión de política económica
abre un fuerte y determinante interrogante frente a los límites y sus impactos
futuros. Pero también tiene indeseadas consecuencias sobre la inversión de tal
forma que obliga a replantearlas con el seguro declinar de la calidad en la
prestación de los servicios involucrados
7.
Replanteo o reestructuración de la
política de ingresos (salarios, Convenciones Colectivas de Trabajo – CCT,
jubilaciones y pensiones) también habrá de generar tensiones si, ante la
demanda del FMI/ acreedores se debe avanzar en el ajuste fiscal.
8.
Una nueva fase de “ajuste fiscal”
resulta de alta complejidad y por otra parte, el sector productivo, exhibe
limitaciones importantes en materia de stock de deudas que comprometen su
“recuperación”
Así, más allá de la
“moratoria” ofrecida en la LSSyRP (las deudas tributarias y de la seguridad
social son importantes, pero no determinantes) se requiere un replanteo del
stock de deuda con bancos (en particular la línea de descuento de documentos) y
su reestructuración en términos de tasas y plazos. Simultáneamente debe
generarse un programa de financiamiento que permita dotar de insumos, partes,
piezas, capital de trabajo comercial y para el pago de salarios a tazas y
plazos compatibles con la producción para poder, como se señaló, “encender la
economía”.
9.
En él mientras tanto, el Tesoro
Nacional, a diferencia de la PBA, está cancelando los vencimientos nominados en
Pesos. La cuestión posee una gravedad inusitada y que será puesta en
evidencia -según esperamos- en los próximos 30 días.
¿A que nos referimos?
En los hechos los
vencimientos están siendo afrontados con los fondos destinados a darle
consistencia y sustentabilidad al sistema de previsión social.
Los jubilados y
pensionados no sólo fueron castigados por el virtual desagio de sus beneficios,
sino que simultáneamente, el Fondo de Garantía de Sustentabilidad está
vendiendo sus activos financieros para obtener los pesos que contribuyen a la
cancelación de vencimientos y permiten sostener -entendemos de modo ficticio-
un tipo de cambio oficial que cada vez parece emular a lo acontecido en la
etapa final de la Administración de CFK: la brecha entre el u$s oficial y
diversas metodologías de acceso a divisas de modo no oficial pero legal ya
supera el 30% y predispone la situación para una nueva devaluación.
10.
Pese a este control vía cepo, lo
cierto es que en los últimos días comenzó un aumento del tipo de cambio
mayorista que seguramente repercutirá en las variaciones tanto del IPIM como
del IPC (en 15 días un 4%).
Simultáneamente,
las tasas reales negativas en plazos fijos resultan un incentivo importante
para quienes optaron por esos activos a desarmar su posición y pese a las
diferencias, como ya señalamos de un 30% en la cotización, decidir por la
conversión a u$s de sus saldos.
Ante este proceso,
el Gobierno Nacional está planeando desarrollar junto con la AFIP y la CNV
estrategias más estrictas que impliquen un mayor endurecimiento del cepo.
Bajo estas condiciones no es posible fomentar
o sensibilizar inversiones más allá de los estrictos y acotados negocios
financieros y aún estos con las restricciones que surgen de las curvas de
riesgo.
Más aún, un polo atractivo como Vaca Muerta ha
generado en los últimos días comentarios poco alentadores del propio Presidente
de la Nación y las consecuencias de sus dichos ya han generado impactos
negativos en la Provincia de Neuquén.
No hemos abordado acá las restricciones que
imponen al sector de la producción la suspensión del Acuerdo Fiscal que liberó
los incrementos del Impuesto a los Ingresos Brutos (IIBB) y los incrementos de
los impuestos a nivel provincial tales como Impuesto Inmobiliario, Tasas
Portuarias, entre otros.
Tampoco hemos incluido el impacto de las
Ordenanzas Fiscales de los gobiernos locales que en general han más que
indexado -en una economía que lo prohíbe expresamente- las tasas y
contribuciones.
Conclusión y recomendación:
Frente a este cuadro de situación ¿Qué
expectativas se pueden desarrollar? Entendemos que, para la producción, al
menos por ahora las decisiones deberían acogerse al “wait and see” o en
criollo, “desensillar hasta que aclare”
Belgrano, 14 de enero de 2020
Lic. Carlos Guillermo Schwartzer
[1] https://www.infobae.com/economia/2020/01/14/las-4-senales-del-mercado-hacia-el-gobierno-que-indican-que-se-acerca-el-final-del-veranito/
[2] Señaló S. Juan Pablo II: "Muchas naciones, especialmente las más
pobres, se encuentran oprimidas por una deuda que ha adquirido tales
proporciones que hace prácticamente imposible su pago. Resulta claro, por lo
demás, que no se puede alcanzar un progreso real sin la cooperación efectiva
entre los pueblos de toda lengua, raza, nación y religión. Se han de eliminar
los atropellos que llevan al predominio de unos sobre otros: son un pecado y
una injusticia. Quien se dedica solamente a acumular tesoros en la tierra, 'no
se enriquece en orden a Dios'. Asimismo, se ha de crear una nueva cultura de
solidaridad y de cooperación internacionales, en la que todos -especialmente
los países ricos y el sector privado- asuman su responsabilidad en un modelo de
economía al servicio de cada persona".
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