EN TORNO AL BONO COMPENSADOR A LOS TRABAJADORES
EN RELACIÓN DE DEPENDENCIA
(Aporte al debate en el seno de la Comisión
PYME del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de la Ciudad A. de Bs As)
En relación con el “post” del Dr. Lourenzo
relacionado con el “bono compensador” de $5000 para el personal en relación de
dependencia y que, de confirmarse ese monto, debería pagarse a fin de
septiembre de 2019 (aunque cabe la posibilidad que se haga en 2 cuotas) manifiesto
mi acuerdo con el pago de dicha compensación que complementaría los acuerdos
convencionales “cerrados” en torno al 38% anual pagaderos en modalidades
parciales, frente a una inflación proyectada que rondaría el 55% anual en el
2019.
Adjunto un documento sobre la problemática
PYME que pongo a disposición (https://documentcloud.adobe.com/link/track?uri=urn%3Aaaid%3Ascds%3AUS%3A9a50c11d-ce34-4e1a-b934-4ffdc12618a9 ) en el que
desarrollé un conjunto de dificultades que debe enfrentar la PYME Industrial en
estas circunstancias. Obviamente el documento es perfectamente “incompleto”
dado que por razones de simplificación deje de exponer cuestiones más
sofisticadas de la problemática de la PYME Industrial que, si algún colega me
lo hace llegar una propuesta, con gusto, la he de incluir.
En dicho documento detallo las restricciones
que los economistas llamamos de “contexto”.
Entiendo las restricciones financieras de las
PYME ante este cuadro económico que ha ampliado su complejidad con
posterioridad a las PASO.
Sin embargo los problemas y dificultades de
éste momento no son sólo el resultado del contexto, sino también el resultado
de decisiones equivocadas, no tomadas frente a lo que entendemos es el
“adentro” de las empresas.
En los contextos de crisis (ya casi una
continuidad permanente para las industrias PYME) se notan con más dramatismo
las cuestiones no resultas, ignoradas, desatendidas o a las que se le asigno
una prioridad incorrecta por carecer de la posibilidad, pero también por
desistir de no contar con un asesoramiento profesional en cuestiones
estructurales de las empresas.
Es así como en el “mundo PYME Industrial” se
hace cada vez más notoria una suerte de división entre aquellas que han tenido
un comportamiento acorde a la dinámica capitalista y otras *por cierto un
número importante- que continúan a la espera de aportes de los presupuestos
públicos o requieren una estructura de economía cerrada, es decir con altos
niveles de protección. Estas ultimas esperan en vano, ya no es posible ni
aportes de los presupuestos públicos ni sostener una economía cerrada con altos
niveles de protección.
En consecuencia, es a éstas que se les hará
difícil afrontar una recomposición de los salarios que ha contribuido, entre
otras causas, a debilitar la demanda interna generando casi un estado de
insolvencia de los trabajadores. Lo vemos en la caída de las afiliaciones a
planes de salud, de la caída en las ventas minoristas y de grandes superficies,
mora en las expensas y alquileres, etc). Pero deberán analizar muy bien su
función productiva (lay out, que se produce, cómo se lo hace, etc.), estructura
de costos, canales comerciales, metodologías de ventas, cobros y pagos, etc.
Por otra parte, de ninguna manera deben las
PYME, aún con dificultades, evadir -con los argumentos que se enarbolen- su
solidaridad estratégica con los trabajadores, aún más allá de las críticas,
observaciones y juicios que merezcan las estructuras de su representación.
Son las PYME (de todos los sectores) junto a los trabajadores la verdadera “columna vertebral” de la democracia y estimo que la representación genuina de la PYME debería convocar a la representación de los trabajadores y acordar las modalidades que sean convenientes para hacer frente a ésta recomposición salarial.
La Comisión PYME del CPCECABA bien podría
expedirse públicamente a favor de éste encuentro que posibilite dar respuesta a
las urgencias de ingresos de los trabajadores.
Cordialmente
Lic Carlos G. Schwartzer
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