20 diciembre 2009

CHAMPAGNE O NEPENTE

No hay como hablar de futbol con los diarios del lunes. Mucho análisis ninguna acción. Obviamente nulo compromiso. De eso se trata cuando hay que hacer un balance de lo ocurrido en el año que se va y se pretende proyectar la mirada hacia el periodo –en este caso año – 2010.

¿Qué análisis o alquimia astrológica pudo prever que, a lo largo del 2009, se habrían de desarrollar los principales dislates en materia política y consecuentemente, que el marco económico general –dependiente más que nunca de la política – impondría tantas restricciones y tan precisas como estrictas?


¿Podría preverse que la calidad institucional se degradaría hasta el punto de votar leyes con mayorías sospechosas, anticipar elecciones, convertir éstas en un certamen, transformar el contrato social básico en un papel sin valor (que otra cosa fueron sino las famosas "candidaturas testimoniales"); desconocer fallos judiciales, intentar imponer decisiones que en el apuro no reparón ni siquiera en la gramática?

¿Cuál es la variable económica que importa seguir hacia atrás (¿o hacia adelante?) e intentar demostrar que a la economía las cuestiones institucionales no la afectan, que son como dos cuestiones estancas y diferenciadas? Que podemos producir, vender, soñar e imaginar y que en otro lugar, según dicen algunos malintencionados medios de comunicación, algunos otros se dedican a debilitar los fundamentos de la convivencia democrática pero que eso no afecta, no importa, no pasa.

¿Qué PYME no se vio envuelto –en el 2009- en esta suerte de "reino del revés" (cf. María Elena Walsh -El Reino del Reves - Canción) donde se podía consumir sin invertir, donde el Estado Nacional, so pretexto de ser mejor y mas eficiente distribuidor del ingreso, acapara la totalidad del excedente económico y lo "transforma" en financiamiento a ellos mismos?

Una cosa quedó clara en el 2009: los modelos económicos que se fundan sólo en el consumo y logran seducir a la sociedad con sus caleidoscópicos resultados no son sustentables y mucho antes de lo esperado esas sociedades ven transformar –como no podía ser de otra forma – lo espectacular en frustración, y el brillo de lo imposible –gastar sin acumular- hace raídos trapos lo que fue un maravillo telón.

Se pretendió fundar los dislates en el pensamiento keynesianos. No pasaron de las botellas de las playas de New Jersey. Falto el sentido práctico y la comprensión sobre la organización y dinámica del mundo que sí tenía el teórico inglés. Resultado, el 2009 termina con la República Argentina aislada del mundo- ¿Es posible para una Nación estar inscripta, como lo señalaba Luis Saenz Peña, halla por la Crisis de 1890, "en el libro negro de los deudores de la tierra" y que todos los esfuerzos son realizados sólo para "zafar"?

Una cosa es cierta: el año 2009 es el inicio del ocaso de un proyecto político que tuvo una virtud: demostró que la apelación a la melancolía, conduce al fracaso. Lo terminamos como "Osías, el Osito en mameluco" que, "paseaba por la calle Chacabuco, mirando las vidrieras de reojo, sin alcancía pero con antojo" (María Elena Walsh - La Marcha de Osías - Canción)

Iniciamos el 2010. ¿Qué podemos esperar? ¿Cuáles son los "antojos" de la sociedad", sus ilusiones, deseos y necesidades? Nuevamente, ¿cuál es la variable económica fundamental, aquella que, de verificarse, transformara decididamente todo, proyectos, patrimonios y esperanzas?

Algunos hechos surgidos desde las entrañas del 2009 parecen dar esperanza. La conformación de un nuevo Parlamento –resultado de la decisión popular de dar señales de cambio - con una representación más amplia y dinámica que hasta acá ha dado visos de madurez, es un hecho alentador.

Tal vez, la percepción de la inviabilidad de algunas metodologías de gestión institucional produzca distención y mejora del diálogo y la confrontación, como estrategia de las relaciones entre los ciudadanos y sus representantes, sea asumida como un fracaso y abandonada definitivamente.

Para el 2010 la cuestión de la calidad institucional estará en el centro de la escena.

¿Cómo tomar decisiones de inversión si todo puede cambiar por Resolución instantánea –por no decir caprichosa- de un funcionario de 2ª línea? ¿Cuántos trabajadores adicionales nuevos voy a contratar si, lejos de cumplir la normativa de costos en materia de Riegos del Trabajo establecidos por Decreto Presidencial, otro organismo público de inferior nivel, hace y dispone lo que el "lobby" de las aseguradoras le piden? ¿Cómo habrá de desarrollarse la negociación salarial? ¿Por las vías de la prepotencia que propone el actual Secretario General de la CGT, con el aval presidencial, o por las vías de un diálogo que funde la distribución del ingreso sobre bases racionales? ¿Qué amenazas deberé enfrentar? ¿Las de mis competidores leales o la invasión de productos industriales portadores de todo tipo de subsidios sean China u otros países? ¿O tal vez las amenazas sean un seguro ambiental imposible de implementar o de la creciente presión impositiva y la creatividad que en la materia muestran en los diversos ámbitos gubernamentales por necesidad o imprevisión?

Nuevamente, el 2010 muestra algunas oportunidades institucionales que esperamos no fracasen. Debemos promoverlas y contribuir a desarrollarlas. Si estamos dispuestos a trabajar intensamente por ellas, levanto mi copa con compromiso y solidaridad.

Pero, si el camino elegido por quienes tienen la más alta responsabilidad en la dirección de la construcción de la Nación es un "déjà vu" un retorno a lo vivido, no levanto mi copa y vuelco Nepente en ella.

¡Salud!

(Nepente: Bebida que los dioses usaban para curarse de las heridas o dolores y que además producía olvido, como las aguas del Leteo)

Lic. Carlos Guillermo Schwartzer

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