CAPACIDAD
UTILIZADA:
HAY
CAPACIDAD OCIOSA O HAY CAPITAL INÚTIL
Sistemáticamente, mes a mes, el INDEC informa sobre el
denominado “uso de la capacidad instalada” por la industria.
Ese Indicador es de singular importancia para tomarle el
pulso a la actividad económica, en tanto, como señalábamos en el post de ayer
(13/05/19) es la Producción el punto de partida para poder, a partir de allí,
hacer un análisis del resto de la economía.
Obviamente éste Indicador “no lo mueve la aguja” al capital
impaciente” pero sí logra instalar otra mirada, en éste caso por los
resultados, podríamos decir que incrementa la incertidumbre.
Ahí esta el error y el tamaño de las pérdidas que ese tipo
de “capital financiero” deberá enfrentar sino logra incorporar a sus análisis
variables y parámetros de la economía real. La visión disociada que tiene el “capital
impaciente” y que se ha desentendido de la gestión productiva (algún día
escribiré sobre este tema) produce errores irreversibles.
Pero volvamos al punto.
Dice el INDEC, en marzo la utilización de la capacidad
instalada en la industria cayó en marzo pasado al 57,7%, frente al 66,8% de
marzo del año pasado y al 58,5% de febrero último. Surge la pregunta
metodológica. ¿qué tipo de “capacidad productiva se mide?
Hay una marcada heterogeneidad no sólo a nivel de equipos de
producción, sino que también a nivel de la gestión productiva, considerada ésta
del modo más amplio, es decir, incluyendo desde la capacidad de innovación, la
visión sobre qué producir y cuál es el destino de la producción, el modo en que
gestionan su función financiera, etc.
Simultáneamente, hay equipo de producción que esta para “ponerle
la lona”, más cerca del desguace que de la actividad. Lamentablemente, éste
rubro es el mayoritario y vale preguntarse ¿por qué?. En suma, hay un stock de
capital fijo inútil que obviamente es un contrapeso a la tasa de ganancia. ¿no deberíamos
también incluirlo en el relevamiento
La competencia inter / intra capitalista es el motor del
desarrollo no sólo económico y social, sino que también impacta en el sistema
político.
Ya días pasados el Observatorio PYME advirtió sobre ésa
competencia entre PYMES (http://www.observatoriopyme.org.ar/novedades/cambios-en-el-nivel-de-competencia-directa-entre-pyme-industriales-reestructuracion-positiva-o-negativa/
) y señaló: “Las investigaciones de FOP
muestran que más de la mitad de las empresas del segmento (54%) están
experimentando nuevas situaciones competitivas que derivan de la desaparición
(cierres) de empresas nacionales, del ingreso de nuevas empresas nacionales al
negocio y de la aparición de nuevos productos lanzados por las empresas
extranjeras”.
Señala el mismo Observatorio que alrededor de 13.000 PYMES
están por entrar a terapia intensiva. ¿Por qué? Es la “avalancha importadora o
es la inviabilidad de ésas empresas que han sobrevivido a costa de todo tipo de
subsidios públicos?
Señala también que, “en
el quinquenio 2012/1017 más de la mitad de las empresas que emplean hasta 200
personas experimentaron nuevas situaciones competitivas que derivan de cierres
de competidores, nuevas empresas nacionales o ingreso de otros jugadores
extranjeros. En condiciones de mejor acceso al crédito y mejores condiciones de
reequipamiento esto podría ser un dato positivo. El 21% de los encuestadas
pymes admitió que cayó la cantidad de competidores en el mercado pero también
señaló que no tiene margen para aprovechar esa oportunidad de mercado. No con
una tasa cercana al 70%.
Es cierto, no es posible pensar un proyecto productivo que
requiera inversiones a ésa tasa de interés. Pero ¿están las empresas que deben
acceder a ése nivel de tasas preparadas formal y productivamente para acceder a
otras variantes más ventajosas que ofrece, por ejemplo, el mercado de
capitales? Pensamos que no.
Cuando como analista de riesgo crediticio se leen algunos
estatutos y balances, se ve sociedades familiares donde se nota el poder del “patrón”
y la existencia de una estructura de gestión más cercana al siglo 19 que al 21.
Se nota en los balances que se trata de “hacer empresas patrimonialmente enanas”
para saltear la cuestión tributaria, que es en sí un grave problema que no se
resuelve de ésa forma. Como así también se observan permanente retiros a cuenta
de ganancias que en los hechos resultan ilusorias y que la AFIP ha puesto un
límite al obligar a generar retenciones sobre esos dividendos anticipados.
En suma, la “capacidad instalada vs la capacidad utilizada” ¿de
que empresas PYME hablamos o se releva?
Esta situación que se describe es válida también para las
grandes empresas. Observemos la cuestión del sector automotriz al que le acaban
de otorgar nuevas prebendas para sostenerlo (incremento de los reintegros).
¿será suficiente o el avance de nuevas tecnologías e innovaciones disruptivas
en el sector (autos eléctricos, híbridos, etc) hacen inviable al sector que
entendemos, visto desde los fabricantes autopartistas, deberá reconvertirse de
tal forma que de no hacerlo desaparecerá?
¿Qué significado o relevancia tiene para el análisis este
indicador del INDEC? Para nosotros ninguna. Mide la velocidad del viento en
medio de un torbellino.
Se pueden dar sinfines de explicaciones “macro” o “micro” de
porque algunos sectores tienen una mayor capacidad utilizada y otros no. Lo
cierto es que la heterogeneidad ha rebasado la metodología muestral.
En nuestra opinión el INDEC debería reflexionar sobre como
encuestar cuando estamos atravesando una nueva etapa de la Revolución
Industrial y la reestructuración del capital e incluso de los mercados.
Obviamente, los “periodistas económicos” con su habitual
ligereza repetirán durante el día estos resultados oficiales del INDEC.
Nuevamente volverán a cometer los errores de los “economistas estándar”.
Desconocen el mundo de la producción y están obnubilados por el brillo del “capital
impaciente”
Belgrano, 14 de mayo de 2019
Lic. Carlos Guillermo Schwartzer
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