En Argentina hay cerca de 856 mil empresas registradas.
De ese total, 250.000 empresas son unipersonales y el resto, alrededor
de 606.000 son empleadoras. Las 250 mil empresas son un basto conglomerado
sectorial donde conviven entre otros actores de la nueva organización económica
denominada “economía 4.0” de allí que éste conglomerado heterogéneo debe ser
visto, en particular para el sector industrial de una suerte de “cantera” que
de fructificar pasarán a convertirse en nuevos industriales de alta productividad
o prestadores de servicios industriales imprescindibles para la sustentabilidad
del desarrollo industrial.
De ese grupo de empresas empleadoras, más del 99% (602.784)
tienen menos de 200 ocupados, y sólo el 0,6% (3.532) son grandes empresas con
más de 200 ocupados. Las empresas de hasta 200 empleados son las que más
trabajadores emplean: cuentan con el 65% del empleo formal privado.
Sin embargo, y conforme lo demuestran las estadísticas
oficiales de empleo -pero también el desarrollo histórico en materia de empleo
industrial-, la industria, y también las PYMI, no es la industria actual la
creadora de empleo, sino que ése rol se transferido a los servicios
industriales. No es más que la contracara del proceso de restructuración
industrial que se basa en la productividad de los factores de producción entre
ellos el empleo pero que requiere en forma creciente mayor sofisticación
-capacidad innovativa, desarrollos “a la carta”, etc - de los servicios que
contribuyen a la producción industrial.
El sector industrial (industria manufacturera y construcción
representa unas 90.000 Pequeñas y Medianas Empresas Industriales (PYMI) a las
que debería agregarse las que corresponden al sector de transporte y logística
(en tanto también conforman una parte sustantiva de la problemática
industrial); llegando a constituir un entramado de, aproximadamente, 146.000
empresas.
Podríamos continuar citando algunas cifras que denotan la
importancia y relevancia de las PYMI en el sistema económico mostrando, como lo
hace el GPS del Ministerio de Producción que subraya la dinámica de su
desarrollo, es decir la velocidad de transformación desde que nacen como
microempresas hasta que se constituyen en PYMI Medianas.
Sin embargo, a lo largo de éste sinuoso camino, las PYMI deben
enfrentar problemáticas que no derivan de su capacidad de gestión o de los
resultados de las mejoras de su productividad.
A modo de ejemplo. Según cifras de la AFIP en enero de 2018
ésta había otorgado a las PYMI en general facilidades de pago de impuestos por
$145 mil millones. Obviamente esta situación contrasta con que de las 866 mil
empresas PYMI sólo algo más de 300 mil han podido inscribirse como
beneficiarias de la llamada Ley PYMI (Ley 27.264).
En suma, existen 500 mil PYMIS, muchas de ellas industriales
imposibilitadas de poder recibir dichos beneficios, que no pueden acceder
basados en cuestiones de naturaleza tributaria generadas por una presión
tributaria de algunos puntos más que el 32% del PBI.
Se menciona de modo reiterado que las PYMI debemos comprender
la existencia de un cambio de paradigma. No desconocemos tales transformaciones
ni somos necios como para reconocerlo. Conocemos perfectamente la dinámica de
la economía global.
Pero precisamente, uno de los roles del Estado moderno es
acompañar a su base productiva , y en particular a las PYMI, a integrarse de
modo activo a los nuevos paradigmas productivos pero de algo estamos seguros –
y entendemos que la actual Administración también lo está- es mediante el
diálogo y la búsqueda de consensos que se logra una eficiente adaptación y no
mediante el cercenamiento inconsulto de todo tipo de instrumentos para que las PYMI
puedan incorporarse a esos nuevos paradigmas sin generar un impacto no deseado.
Así, los procesos de
adaptación a las condiciones que plantean las nuevas formas de organización
productiva encuentran su límite en restricciones exógenas y que contribuyen a
configurar una agenda de trabajo que esperamos llevar adelante junto a las
Autoridades y contribuir de este modo a sentar bases sustentables y
consistentes para el desarrollo industrial.
LA AGENDA
No es posible desarrollar esta Agenda sin primero establecer,
con claridad y de modo indubitable, la necesidad de un profundo cambio cultural
en la gestión empresarial integral de las Pequeñas y Medianas Industrias.
De allí, entonces nuestro absoluto compromiso es con el
TRABAJO, con ser proactivos a las transformaciones imprescindibles, necesarias
y urgentes que requiere la República Argentina para retomar su lugar
protagónico en el mundo.
En ningún caso hemos tomado como metodología la confrontación
o la resistencia a las transformaciones. Somos Industriales, micro, pequeños o
medianos, pero Industriales y tenemos incorporado el espíritu pionero y
emprendedor (todos fuimos en algún momento solitarios emprendedores en tiempos
donde no existían facilidades para serlo y todos en algún momento de nuestras
vidas empresarias optamos por desarrollar nuestra creatividad y nuestra visión
apartándonos de las llamadas “zonas de confort”.
Las tasas de natalidad y mortalidad de empresas dan cuenta que
siempre la natalidad es mayor que la mortalidad y ese es el testimonio más
evidente de nuestro compromiso.
LOS TEMAS QUE IMPORTAN
1.
Energía:
Impacto en los costos de los incrementos
de tarifas aplicados a la producción sin gradualismo alguno.
Calidad y sustentabilidad de la provisión
de energía (eléctrica o gas). Se desactivo el Programa PACC orientado
específicamente a la eficiencia eléctrica como así también la línea de
financiamiento asociada a ese fin. En los territorios donde las Cooperativas
Eléctricas poseen el monopolio de la distribución el valor del Kwh incluye los
más variados rubros extra-tarifarios.
2.
Inexistencia de Programas -en particular de
asistencia financiera- para la continuidad del proceso de reestructuración de las
PYMI. Tanto en la necesidad de fluidez de capital de trabajo, continuidad y
finalización de los planes de inversión (adquisición de bienes de capital) y el
acceso a consultoría de calidad para la mejora de la productividad, la
innovación y la adaptación a las nuevas cadenas de producción.
Se han desactivado Programas como
el PACC, Programas de Inversión Productivo, Subsidio de Tasas sin gradualismo
alguno.
La asistencia financiera a PYMI ha
sido resuelta mediante mecanismos imperfectos del mercado. No resulta posible
que un sistema bancario de características comerciales (enfocado de tarjetas de
crédito y créditos personales, ávidos en captar “cuentas sueldos” para obtener
liquidez barata), pueda atender la demanda de créditos de inversión que
obviamente requieren otro tipo de fondeo, evaluación y análisis de riesgo.
La banca de inversión requiere
capacidades de evaluación de factibilidad y viabilidad, tasas de interés,
plazos y condiciones de garantías que la banca comercial nacional no está en
condiciones hoy de dar una adecuada respuesta tal como lo demuestra el propio
BCRA en su Encuesta de Condiciones Crediticias (ECC): suba de tasas,
endurecimiento de del sistema de garantías.
La existencia de Sociedades de
Garantía Recíproca – en los hechos destinadas a satisfacer las posibles
debilidades de las garantías de las PYMI sólo han sido eficientes para el canje
de cheques en el mercado de capitales (Bolsa de Comercio) pero el “spread” que
cobran por su participación resulta, con estos niveles de tasa inviables,
demando adicionalmente una garantía solidaria de los titulares de las PYMI lo
que lleva a preguntarse sobre ¿Qué es lo que realmente garantizan?
Es cierto, sí, que hay un “lote” de empresas PYMI
que participa aún de estas operaciones pero que representan una minoría dado
que en general las empresas denominadas de “primera línea” no emiten cheques
diferidos susceptibles de negociación en ese tipo de ámbitos.
En el mientras tanto, los
instrumentos propuestos por el Poder Ejecutivo Nacional a través del Proyecto
de Ley de Inversión Productiva quedaron sin sanción legislativa (falta el
Senado) y reconocemos el esfuerzo del Presidente de la Nación al reclamar la
sanción definitiva de ése Proyecto en la sesión de apertura del año
legislativo.
Sin embargo, los instrumentos
destinados a PYMI han quedado desafortunadamente mezclados con un conjunto de
artículos que dan lugar a una profunda reforma del funcionamiento del mercado
de capitales y atribuciones de la Comisión Nacional de Valores que son
resistidos por la oposición parlamentaria. En el medio de las diferencias de
mayor entidad y calibre han quedado las PYMI.
Los instrumentos diseñados en
dicha Ley a los que se accede mediante el mercado de capitales resultan aún de
difícil acceso a las PYMI que deben, para incorporarse generar un “giro
copernicano” en sus sistemas de gestión empresarial. Tales transformaciones
requieren tiempo y concientización. Los nuevos paradigmas parecen imponerse por
la fuerza y dan paso a una “cultura de descarte” de costosos impactos
económicos y sociales.
3.
En materia de comercio exterior, las PYMI
desconocemos los contenidos de las negociaciones gubernamentales sobre Tratados
de Libre Comercio, en particular en lo que respecta a las negociaciones en
curso entre el Mercosur y la Unión Europea o el que se refiere a Canadá y
México y los avances con el Tratado del Pacífico.
Esa falta de información impide conocer
los impactos y consecuentemente afecta los procesos de decisiones de inversión
de las PYMI dado la incertidumbre resultante.
Entendemos que pueden existir bloqueos
informativos derivados de la propia negociación, pero también observamos como
otras comunidades empresariales de los países involucrados no sólo poseen
información, sino que sus demandas son atendidas.
Esta “asimetría” en el desarrollo de los
Acuerdos Comerciales debe revertirse si el objetivo es “exportar más”. La
pregunta es ¿cuáles son los mercados en desarrollo y bajo que condiciones?
Teniendo presente que las mutuas concesiones pueden discriminar negativamente a
las PYMI o, a los productos industriales someterlos a un intercambio desigual
en términos de matriz productiva nacional priorizando los productos
agroindustriales y relegando la participación de los productos industriales.
En el mismo orden nos preocupa las
condiciones de convergencia, la resolución de controversias y el tratamiento a
los productos del conocimiento (patentes). Nuevamente, carecemos de información
que nos permita orientar nuestras acciones.
En suma, lo que deseamos subrayar es la
opacidad de las negociaciones que deben ser transformadas en transparentes para
darle un marco de racionalidad a la gestión empresaria PYMI y no generar cuotas
adicionales de incertidumbre.
Dentro de la misma temática, surgen dos
cuestiones:
En materia de importaciones:
- la existencia de
triangulación de producciones (básicamente utilizando a Brasil),
- el excesivo tiempo que
demandan las denuncias por prácticas desleales (una denuncia por dumping
demanda 18 meses cuando otros países lo resuelven apenas 1 a 3 meses). A
modo de simple ejemplo un expediente de dumping promediando la
investigación lleva ya 1 año de trámite y acumula casi 2000 fojas)
- La escasa importancia que el
servicio aduanero presta a los valores FOB declarados en Aduana y el
excesivo tiempo administrativo que se toma para fijar valores criterio,
- la no revisión permanente de
los valores criterio ya determinados
- El sistema financiero
argentino no ofrece cartas de crédito para la importación de partes,
piezas e insumos y todo se resume en condiciones de 100% anticipado o 30%
anticipado y 70% vista en el mejor de los casos lo que demanda esfuerzos
financieros importantes que, obviamente, son difíciles de trasladar en
caso de decidir exportar
En materia de exportaciones
- Ausencia de instrumentos o
programas de promoción de exportaciones destinados a PYMI
- No existen de modo fluido
líneas de pre-financiación de exportaciones
- El denominado “costo
argentino” (conformado por un conjunto de costos indirectos no revelados
de modo explícito) es una realidad que condiciona la competitividad de la
producción nacional.
- Pese a que se lo intento
aligerar el Sistema de Importaciones Temporarias (Decreto 1330/2004 y sus
modificaciones) implica aún un sistema excesivamente cargado de burocracia
y tiempos de gestión que para la dinámica empresaria resultan inabordables
e incompatibles con la convocatoria a exportar.
4.
Irregular adhesión de las Provincias y
Municipios al Acuerdo Fiscal Federal que implica en muchos casos suba de tasas
e IIBB.
5.
No hay una completa aceptación a nivel nacional
de la Ley Complementaria de ART (Ley 27.348)
6.
Existen numerosas PYMI que no han podido
inscribirse en el Registro de la AFIP para acceder a los beneficios de la Ley PYMI
(alrededor de 400 mil) mientras tanto el volumen de financiaciones por planes
de pago a las PYMI rondas los $148 mil millones lo que pone en evidencia una
fragilidad de importancia fundamental. La presión tributaria incompatible con
la producción ha dejado un remanente de consecuencias difíciles de predecir.
7.
La judicialización de las relaciones laborales y
el desarrollo de un sistema jurisprudencial que en los hechos opera como una
“legislación” en sí misma. La necesidad de desarrollar una profunda revisión de
la legislación laboral -que aunque impulsada por el propio Gobierno- no
encuentra el suficiente eco en la oposición parlamentaria lo que impone no sólo
una legislación anacrónica sino que genera una alta cuota de incertidumbre.
En materia de negociación laboral a nivel
de paritarias, debe eliminarse la denominada “ultra-actividad” dado que la dinámica
de la producción requiere una permanente actualización de las relaciones
laborales por el surgimiento o implementación de nuevas tecnologías o
innovaciones
8.
Simultáneamente, las PYMI deben enfrentar la
competencia desleal por parte de productos importados como así también la que
proviene de la informalidad productiva y el contrabando.
9.
Una cuestión estratégica como la logística –
tanto de abastecimiento a la producción como en la distribución – el Gobierno
va construyendo soluciones que si bien son de singular importancia (ampliación
de rutas y autopistas, reposicionamiento del transporte ferroviario, abordaje
del transporte multimodal, entre otros) no logran impactar en los costos de
logísticos de las PYMI y requieren decisiones políticas de singular
trascendencia que exceden ampliamente a las empresas. Es cierto que por
diversas vías se trata de resolver esta restricción estratégica pero las PYMI
consideramos que se requiere mayor énfasis en tanto se disponen de las
herramientas administrativas para poner límites ciertos y eficaces a
metodologías que sólo suman costos ocultos y no revelados a la producción por
la vía de prácticas inaceptables
Podríamos seguir desmenuzando el llamado “costo argentino”
pero preferimos hacer un alto en nuestro aporte y dejar que quienes muestren
preocupación, compromiso y estén con deseos de aportar completen o señalen los
excesos y porque no las omisiones.
Lic. Carlos Guillermo
Schwartzer
Colegiales, (CABA) 6 de marzo de 2018
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