Las razones de
Todesca para apartar a Bevaqua del INDEC plantean un espinoso tema que nos
lleva a reflexionar sobre el desarrollo argentino y más aún sobre nuestra
cultura que, en última instancia, establece ciertas determinaciones al
desarrollo económico. No son razones inocuas. Son fundamentales.
Dice Todesca:
" "En el INDEC necesitamos otro ritmo", en el sentido,
"aclara": "alguna gente creyó que esto permitía encerrarse en
una torre de marfil hasta que terminara su trabajo".
Esto plantea una
dicotomía entre las necesidades políticas y la rigurosidad científica.
Tal vez el
ejemplo más claro es el tiempo y dinero -y que motivo la llamada de
felicitación de Macri, al descubrimiento de las "ondas
gravitacionales".
Claro, las
"ondas gravitacionales" no le importan a la política argentina
(independientemente del color, pelo, marca o lugar en el mundo) en cambio un
indice de inflación requiere urgencia más allá de la rigurosidad científica
para darle no solo seriedad y credibilidad sino dotarlo de sustentabilidad.
Bevaqua es una
científica de la estadística y una super especialista en mediciones
cuantitativas y como tal SABE y no construye "mamarrachos" sólo
útiles a políticos y sindicalistas en su pelea por las CCT, donde el número
final lo pone finalmente cuál ha de ser la moneda que pone el PEN en las obras
sociales.
En los hechos,
ésta polémica pone al desnudo, y sobre todo en las PYME a las que incluyo
porque es una de sus debilidades, un debate entre racionalidad
técnico-científica y el modo argentino "metele pata y sino lo atamos con
alambre".
Por eso, éste un
error gravísimo haberlo expuesto en ésos términos. ¿porque no se podía esperar
8 meses si todos tenemos una clara aproximación al quantum de la inflación?.
Me parece bien, y
me solidarizo con Bevaqua, al no aceptar la "política del barniz"
(que tapa la madera podrida y le da brillo) e inclinarse por la defensa y
respeto por la rama científica que ejerce.
Las urgencias del
equipo económico son el resultado de una suerte de "histeria" de MM
con la inflación cuando la propia inflación del Congreso mostró una reducción
entre Diciembre 2015 y Enero 2016, pero el equipo económico (Prat Gay y Cia)
ven un final cercano a su metodología y en particular a su silla, porque sabe
que su colega Melconian o el Presidente del BCRA se están probando el traje.
La salida de
Bevaqua muestra puja: la urgencia de Prat Gay vs los que ya lo olfatean como
"muerto político".
En resumen, una
nueva derrota de la ciencia y de la calidad del desarrollo económico y un
golazo para los chapuceros argentinos de "hacelo rápido total los
argentinos son unos boludos que se comen cualquiera".
Mal, pésimo,
deleznable.
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