08 septiembre 2009


EN TIEMPOS DE “GRIPE PORCINA”: HAY QUE PASAR EL INVIERNO[1]

El 18 de julio pasado decía en el blog:

“En junio de 2009, respecto del mes inmediato anterior, se incrementó el volumen de cheques compensados (+8,71%) y se produjo una alentadora disminución (junio 09/mayo 09) de la cantidad de cheques rechazados (-18,90%). En términos de montos, también junio de 2009 fue un mes auspicioso: los cheques compensados crecieron un 10,9%, y los rechazados cayeron (-16,32%).”

Sin embargo, en aquel momento señalábamos que: “si se quiere ser optimista se puede señalar que el mes de junio de 2009 contribuyó a moderar una tendencia que por lo menos podemos señalar como poco auspiciosa.”

Los fundamentos del pesimismo eran:

· En el primer semestre de 2009 las cantidades de cheques compensados cayeron un -7,41% en relación al mismo periodo del año anterior y la cantidad de cheques rechazados se incrementó un 26,22%.

· Debemos destacar que, durante los años 2003 a 2008 la relación entre cantidades de cheques rechazados respecto de los compensados oscilo en algo menos del 2%. Cuando se compara esta relación para el primer semestre del 2009 respecto del mismo periodo del 2008, esta relación se incrementó en un 36,32%, es decir se incrementó de modo muy significativo la proporción de cheques rechazados y eso señala una perdida de calidad de la cadena de pagos.

· Un aspecto adicional que pone en evidencia ésta pérdida de calidad es que, en el primer semestre de 2009, el monto de los cheques rechazados fue un 30,88% que en el mismo periodo del año anterior.

· Un aspecto que no podemos pasar por alto es el incremento de la relación entre los montos de los cheques rechazados y los compensados. Para el primer semestre de 2009 esta relación se situó en el 1,98%, un 31,25% mayor que igual periodo del año anterior.

Decíamos en aquel momento que, “La situación tiene las mismas características que las señaladas respecto de las cantidades y permite afirmar que la reversión de éste cambio de tendencia requiere que la situación económica de muestras más que importantes de reversión de los indicadores de actividad económica, empleo, consumo, es decir, que la economía supere el estado de sospecha de recesión que parece señalar la pérdida de calidad de la cadena de pagos.”

Pese a que destacábamos que: “el valor del cheque promedio compensado (promedio simple) creció más (7,69%) que el valor del cheque promedio rechazado (3,69%) en el primer semestre del 2009 respecto de igual periodo del año anterior.” Pero advertíamos que “esto esta indicando que la mayor pérdida de calidad de la cadena de pagos se está verificando en los "libradores" de cheques más pequeños (en general PYMES) resultado de las debilidades que se están observando en materia de empleo, ventas y caída de producción entre otras.”

“La ampliación de ésta brecha, que se viene verificando desde el año 2006, esta indicando una segmentación que pone en evidencia las mayores dificultades de las PYME en materia financiera como resultado de las restricciones en materia de financiamiento que impone el sistema bancario tanto en las posibilidades de acceso, disponibilidad, y costo financiero total (tasa + gastos). “

Y concluíamos: “Si a esta descripción le agregamos los Informes de las Calificadoras de Riesgo y Crédito que informan sobre el incremento de los juicios ejecutivos (8,9% en junio), serios problemas financieros en cadenas comerciales sector electrodoméstico, (Red Megatone, Jupiter, Otero y Bonessi) estrechamente ligadas al consumo que requiere ser financiado, y las propias palabras del Banco Central que reconoce las dificultades financieras y el incremento de la morosidad podemos afirmar que las perspectivas para el 2º semestre son bastante claras: iliquidez, poca plata en la calle, cadena de pagos que se deteriora, desconfianza, y encima, invierno y pandemias varias. ¿Falta mucho para la primavera?”

Ahora bien, se conoció la evolución de la Cámara Compensadora correspondiente al mes de julio de 2009 y nuestra preocupación se convierte en alerta.

En Julio de 2009 (comparado con el mes inmediato anterior) disminuyeron un 7,76% la cantidad de cheques compensados (con lo cual todo parece indicar que como mínimo existe un ritmo más lento en la cadena de pagos o que, se están realizando un número menor de transacciones lo que permitiría pensar que la recesión se esta profundizando más allá del optimismo que se quiera trasmitir) y se incremento, respecto del mes inmediato anterior, un 19,65% la cantidad de cheques rechazados, situación que refuerza la sospecha de que, más allá de que algunos indicadores macro que se exponen, de muy dudosa factura, la dinámica de la economía real –o mejor dicho cotidiana- está dando señales de ahogo financiero.

Pero muchas veces las cantidades de formularios pueden reflejar la utilización de otras modalidades novedosas en materia de cadena de pagos. Para acotar ésta esperanza señalamos que si bien la cantidad de “Transferencias Minoristas” se incrementaron en Julio de 2009 un 3,46% (lo que habla de una mayor formalización de los “cobros/pagos”) lo cierto es que los montos disminuyeron un 3,75% respecto del mes inmediato anterior, dando más certeza a que la economía –para decirlo sin tremendismos- “viene más lenta”.

Lo mismo ocurre cuando se observa el comportamiento del MEP (Mercado Electrónico de Pagos) donde sólo como muestra de el deslizamiento del público (y no ya de las empresas) la cantidad de transferencias en dólares disminuyeron menos que los montos, es decir, las operaciones en ésa moneda son por valores más pequeños, mientras que en la misma modalidad, en pesos, cayeron –respecto del mes anterior- montos y cantidades.

En consecuencia, y ya sin eufemismos, de manera sostenida, lo que podríamos llamar “la economía del día a día”, va mostrando que la recesión ya no es sólo una proposición de la audacia analítica de algunos economistas especializados en “la macro”, sino un acontecimiento cotidiano con sus consecuencias, sociales y personales.

Cerrábamos el mes pasado nuestro análisis preguntándonos cuanto faltaba para la primavera, la respuesta no se hizo esperar: más allá del calendario meteorológico, todo hace suponer que todavía nos queda un largo invierno por recorrer (aunque los personajes, discursos y momentos, que esto trae a la memoria nos cause dolor y abatimiento)

Pero la visión “desde la banca” es sólo una parte del problema: la cantidad de juicios ejecutivos iniciados por documentos impagos alcanzó en agosto el mayor nivel en más de cuatro años, tras subir un 50% respecto del mes anterior; y esta es, la otra parte

En el año, el total de cheques rechazados trepó a los $ 7.225 millones, y representó el 1,95% del conjunto de cheques compensados. La cifra supera en un 24,8% a la registrada en igual período del 2008 (unos $ 5.788 millones), cuando el ratio entre “rechazados” y “compensados” era de 1,5%. Un informe del IERAL recordó días atrás que, por ahora, esa relación está lejos del pico máximo de 3,2% que mostró en el 2001.

Sin embargo, el optimismo que manifiesta la opinión del IERAL es tan sólo una forma de expresión de deseos: el nivel de esa relación es el más alto desde el año 2003 y la tendencia indica que sin llegar a los valores de los tiempos del derrumbe (3,49) la relación ira incrementándose como expresión de la urgente necesidad de enfrentar los problemas económicos de la Argentina con políticas activas y realistas dejando atrás, si la voluntad es no volver al pasado, las declamaciones principistas, las invocaciones perversas a los derechos humanos y otras cuestiones que dividen a los argentinos.

Paralelamente, los “juicios ejecutivos” (las demandas que se inician a emisores que no llegan a cubrir un documento determinado) marcaron en agosto el mayor nivel desde diciembre de 2004, al aumentar respecto de julio un 50% y pasar en este lapso de los 4.000 a los 6.000, aproximadamente..

El juicio ejecutivo es un proceso breve, no mayor a los 60 días, que puede derivar en un embargo, remate o secuestro de bienes sobre el emisor. Se considera un paso necesario y previo a la quiebra, y por eso se supone que “anticipa” un inminente incremento en la cantidad de “pedidos de quiebra” para el mediano plazo. Hasta agosto de este año se registraron unas 35.000 demandas de este tipo en el sistema nacional de pagos, según las cifras del BCRA, que representaron un incremento interanual de 17,23%.

“Estos procesos de suba de salarios y caída en la actividad económica hacen que las empresas tengan muy poco margen para subir sus precios. La rentabilidad cae fuerte, y la firma se ve obligada a incrementar sus plazos de pago. Emite a mediano plazo, y cuando llega el día del vencimiento, no lo puede cubrir”, explicó Pablo Levigne, analista de DataRisk.

Para los consultores, muchos de estos incumplimientos nacen de las fuertes restricciones que hoy sufren las empresas para hacerse de liquidez en el sistema financiero local.

“Las compañías pequeñas caen en el circuito informal del crédito, en las cuevas, y se enredan con las líneas que les ofrecen. Lamentablemente, el circuito financiero es duro, y mucho más para alguien que depende de lo que vende. El monotributista acaba cayendo en la mano de los prestamistas, y se le hace imposible pagar tasas tan elevadas”, opinó Aníbal Albareda, de Fidelitas.

En nuestra opinión a economía argentina ha iniciado una migración hacia la marginalidad, muchos dicen es un viaje, cual si fuera una expresión turísitica.

En el caso argentino se nota con claridad la diferencia que establece en “THE SHELTERING SKY” (conocida como Refugio para el Amor) en la cual diferencia al turista del viajero: el primero sale y vuelve al punto de partida, tiene la esperanza o seguridad del retorno al punto de partida, el otro, vaga por el desierto sin plan y sin destino –y más allá de los aspectos románticos- termina perdido en el desierto.

La Argentina avanza cada día en su configuración forastera en un mundo que ya perdió la paciencia por comprender y contener tanta soberbia, tanto desorden y tanta falta de voluntad y decisión de detenerse a reflexionar y replantear su destimo que ya, al menos por ahora, no es de grandeza.


[1] No es una evocación, es una infeliz coincidencia.

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