26 enero 2013

Paritarias:Pretenden que el ajuste nuevamente lo paguen los trabajadores


Los informes oficiales señalan que el 98% de los empresarios no tienen pensado ampliar su planta de personal al menos en los próximos 3 meses.

Mientras tanto, el Gobierno se ha puesto terco en solicitarle a los trabajadores moderación en las discusiones paritarias y estos le han respondido, desde todo el espectro en que el propio Ejecutivo los ha dividido, que sin una reforma del Impuesto a las Ganancias el piso para negociar ronda el 35% o no hay ni siquiera posibilidad alguna de empezar a conversar.

El Ministerio de Trabajo ha dicho que no homologará convenios que superen el 20%

Para muchos la expectativa esta puesta en que en el mes de marzo el Ejecutivo cedería en el tema, sin embargo esa expectativa depende, a nuestro modo de ver, de lo que suceda el 27F en New York.

Pero no nos desviemos.

La otra cuestión es que las 5 centrales -incluso las gubernamentales - no quieren negociar sin considerar el tema inflación, sobre el cuál la Presidenta no quiere ni escuchar la mínima mención. Pero, desafortunadamente para ella, la realidad se impone al relato que ha construido imaginación.

Frente a este tema, todos hablan de la inflación del “supermercado” y ella esta embelesada con los números que le brinda un INDEC conducido, en los hechos, por Guillermo Moreno. La locuacidad de éste no altera la realidad: los sindicatos ni se gastan en responderle y los empresarios no tienen más que hacer gestos de asentimiento: sus importaciones de partes, piezas, insumos y materias primas dependen de su humor. 

Por otra parte la desocupación acecha y el empleo en negro no para de crecer frente a un Ministerio de Trabajo, que al igual que los sindicatos solo se ocupan de los “formalizados: el resto, más de 5 millones de trabajadores no son parte de las preocupaciones y mientras la canasta familiar de una familia tipo ronda los $ 7000 el salario promedio de la economía, apenas pasa los $5000.

Rápidos de reflejos los Bancos tomaron algunas medidas preventivas para compensar el aún pequeño aumento de la morosidad pero su preocupación está centrada en los cheques rechazados que ponen en evidencia la debilidad de la cartera de clientes.

Volvamos a la cuestión de las paritarias.

El modo en que éstas se están planteando han tenido impacto en la UIA. Como es ya conocido en abril De Mediguren deberá dejar la presidencia de la UIA para cedérsela a la Línea Celeste y Blanco liderada por Héctor Mendez de los plásticos. Mendiguren aspira a su reelección. Difícil. Frente a esa dificultad, Mendiguren promueve a Sacco de la Lista Celeste y Blanco. No es casual.

Mendez acuerda con Moyano partir la paritaria en 2 tramos conforme avance la inflación y Mendiguren –en línea con el Gobierno- quiere una paritaria anualizada. En eso Sacco lo acompaña pero a costa de perder credibilidad en el sector al que pertenece: Celeste y Blanco 

En el mientras tanto el propio De Mendiguren menciono la palabra “rodrigazo” y al Gobierno se le erizaron los pelos. Debió desdecirse y Sacco pasó a ser su vocero. Todo parece indicar que en la UIA el tema paritarias dará lugar a una crisis (la magnitud no podrá determinarse dado que los actores actúan con estricta reserva).

En nuestra visión –pero también en nuestra experiencia- la cuestión social que expresan las paritarias están lejos de las preocupaciones presidenciales, más allá de una convocatoria a negociar bajo la amenaza de la desocupación.

En éste incierto futuro juega de modo decisivo el tipo de cambio y el comportamiento de otras variables económicas, tales como el ajuste de la base monetaria que lleva adelante el BCRA y que ha colocado en el 19% el descuento de un documento para una PYME, la sangría continua de los depósitos en dólares que dejan sin prefinanciación a las exportaciones y reducen las flacas reservas.

Pero de eso hablaremos en otro momento

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