12 febrero 2010

DALTÓNICOS


Oportunamente la Sección Opinión de Clarín de hoy publica un artículo que sugestivamente titula "Luces Rojas para el Comercio" y que firma Enrique Aschieri.

La cuestión que aborda. Las "green tariffs", es decir, el esquema arancelario que parece emerger en el mundo como nueva forma de "proteccionismo" y que consiste en gravar con tarifas aduaneras las exportaciones de países que no realizan acciones para reducir sus emisiones de carbono (según criterios de ambos colosos). Hablando en plata: China, India y los emergentes serían castigados, aunque no la República Argentina que es acreedora y que tiene en la producción de ésos créditos una oportunidad singular para su comercio internacional.

Pero las "luces rojas" en relación "con los bonos verdes" que señala el autor pone en evidencia un nuevo rasgo del daltonismo en materia de política pública: Argentina permite el ingreso de importaciones que no sólo dañan la industria nacional porque muchas de ellas se efectúan en condiciones de competencia desleal sino que simultáneamente no le exigue a esas mercaderías ningún requisito medio ambiental que sí le exige a los zarandeados industriales nacionales.

En los hechos, la política pública argentina en materia de comercio exterior no reconoce los colores. Soy optimista, creo que es daltonismo. Algunos ya hablan de ceguera.

Sin embargo creo que es oportuno establecer algunas aclaraciones conceptuales a lo que el autor de la nota denomina nueva forma de "proteccionismo".

El proteccionismo es un término tomado de aquellos que creen en las especializaciones naturales, en el "laissez faire" y en considerar que el desarrollo industrial de una Nación debe ser el resultado de las "fuerzas del mercado". Cualquier decisión soberana en torno a él es una señal perversa de una protección o sobre protección que no se corresponde con las tendencias mundiales que establecen los países más poderosos de la tierra que llegaron a ello luego de haber aplicado estrictos esquemas "proteccionistas" con burocracias poco flexibles a intentar quebrantarlo.

El "nuevo proteccionismo" refleja el fracaso del modo de acumulación capitalista del que la República Argentina debe tomar nota y evaluar sus oportunidades y amenazas.

Los fracasos de Copenhage (cambio climático) y la Ronda Doha (OMC) ponen en evidencia que el mundo ya no resiste una organización de la producción que centralice la acumulación y sus resultados en un pequeño puñado de países.

El "proteccionismo" viejo o nuevo no es más que la expresión soberana de las naciones que han tomado conciencia de la necesidad de promover, inducir y contribuir a sostener el desarrollo industrial como forma real y concreta de defender su soberanía.

Si adicionalmente ese desarrollo industrial está orientado por la creatividad, la innovación y la educación se convierte en una plataforma básica para incluir a la totalidad de sus ciudadanos y evitarles caídas y recaídas en la pobreza y la miseria.

Las "green tariff" son instrumentos novedosos y válidos que la República Argentina debería utilizar. No es posible continuar siendo ingenuos en materia de comercio exterior y mucho menos en materia de importaciones de productos industriales.Esas nuevas forma de regulación y administración del comercio exterior deben ser complementadas por otras regulaciones en materia de calidad, de seguridad, de funcionalidad y de adecuación a las normas y regulaciones que se le demanda a la Industria Nacional.

Quienes no ven el "verde", pero distinguen el "rojo" y se detienen ante aquellos que los acusan de "proteccionistas", son daltónicos que ven el mundo "color de rosa".

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