POLITICA PYMI: TODO ESTA COMO ERA ENTONCES
Las Pequeñas y Medianas Industrias no terminan de
sorprenderse frente a la manifiesta mala praxis en materia de políticas
productivas
1.
La permisividad del Ente Nacional de Regulación
Eléctrica al permitir que la empresa EDESUR traspase a la base de datos del
VERAZ a aquellos clientes que, dado lo abrupto de los cambios producidos en los
cuadros tarifarios están tratando de regularizar su situación sin afectar la estructura
productiva.
2.
Se anunció de modo especial el lanzamiento a
partir del 1° de enero de 2019 de la Factura de Crédito Electrónica (FCE),
instrumento que iba a aportar una solución a las dificultades de obtener
financiamiento que poden las PYMI siendo a su vez un elemento ordenador de la
cadena de pagos.
No fue así. La FCE se puso en
vigencia, pero sólo para el sector de las automotrices, el resto de las PYMI
quedo relegado y sin fecha cierta respecto a la generalización a todos los
sectores, En los hechos una nueva discriminación hacia el conjunto de las PYMI.
3.
Pero, a su vez, en la reglamentación del
Impuesto a la renta Financiera no se excluyeron a dos instrumentos
específicamente PYME:
La propia FCE, que obviamente el
tomador trasladará el impacto tributario hacia las PYMI de las más diversas
formas.
Tampoco dejó exentos a los
“cheques diferidos” que se descuentan vía Bolsas de Valores con avales o
garantía de una SGR. Cabe destacar que este instrumento pese a declararse estar
a disposición de “todas las PYMI” los costos de entrada y los costos transaccionales
más las exigencias formales que se demandan (síndicos externos, informe de
riesgo de calificadora, etc.) hacen que sólo las Industrias Medianas, en
general de Tipo II puedan acceder a ellos
Es de destacar que del total de
las 87.280 PYMI que el Ministerio de Producción y Trabajo contabiliza, sólo el
50,8% se encuentran inscriptas en el Registro dado que las Industrias más
pequeñas no le ven mucha utilidad a los “beneficios” que se le ofrecen.
4.
En modo que consideramos correcto se establece
un “mínimo no imponible anual” para PYMES de u$s 600.000 para las exportaciones
de servicios. Sin embargo, en el “Año de la Exportación” dicho beneficio no es
extendido a las PYMI exportadoras de Manufacturas de Origen Industrial (MOI).
Es decir, una nueva discriminación negativa hacia la Industria pequeña y Mediana.
Ante ésta situaciones nos preguntamos: ¿Quién diseña,
proyecta, evalúa los impactos, etc. de la política industrial y específicamente
de las Pequeñas y Medianas Industrias?
Un antiguo dirigente PYME hoy retirado decía hace ya muchos
años; “en boca de todos, en manos de nadie”. CAMBIEMOS no ha cambiado. Todo está
como era entonces.
Belgrano, 4 de enero de 2019
Lic. Carlos Guillermo Schwartzer
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