PYMES: ALENTANDO
EL DESALIENTO
1.
Una
aclaración muy importante. Los economistas independientes tenemos una función
en la sociedad no sólo definida por la “predicar sobre el corto plazo, la
famosa coyuntura” sino analizar y rebelar como las políticas públicas, sean
estrictamente políticas o sociales o económicas, generan consecuencias de largo
plazo en todo el entramado social.
2.
De
acuerdo a las estadísticas (al 31/12/2015) no se verifica en modo alguna una
“invasión importadora”. Las importaciones del mes de enero y febrero del 2016
(cuando se publiquen las estadísticas de comercio exterior del 1er Trimestre de
2016) contendrán una parte importante de la liberación de las DJAI presentadas
y observadas al hasta el 10/12/2015 y que fueron liberadas de modo completo el
23/12/2016
3.
En
consecuencia, las “alarmas” que se hacen sonar sobre una supuesta “invasión
importadora” tienen por ahora un alto contenido político no verificable.
4.
Sin
embargo, dichas alarmas (aunque parezca que nos estamos contradiciendo) pueden
tener su base de realidad en las declaraciones recogidas en diversos sectores
empresarios (indumentaria, calzado, artículos de librería y otros bienes de
consumo final) respecto a un importante aumento del contrabando fundado en lo
que podríamos denominar un “descontrol en zona primaria aduanera” que tiene
reminiscencias a la denominada “aduana paralela” (containers mellizos,
manipulación del Nomenclador Arancelario o escandalosas subfacturaciones a
efectos de abonar menos aranceles de importación, etc)
5.
Decimos
“reminiscencia” porque ante las condiciones de alta inflación una “política
económica no rebelada” es la permisividad en Zona Primaria Aduanera permitiendo
el ingreso de mercaderías que son puestas en el mercado a valores irrisorios,
induciendo y generando presión sobre al resto del comercio formal a una baja de
precios y a una reorientación de los canales comerciales de la formalidad a la
informalidad. Los propios actores cuya trayectoria en la formalidad es
altamente reconocida enfrentan el dilema de la convalidación culposa, pero
convalidación al fin) de éstas prácticas ante el riesgo de cierre o
desaparición ante la caída de ventas.
6.
Pero
no sólo el sector comercial sufre la amenaza de ésta “política económica no
rebelada”, que se manifiesta en una fuerte recesión y también, caída de ventas
o ralentización de la cadena de pagos.
7.
En
nuestra visión, el fracaso de la política anti inflacionaria hace que se
manifieste el desarrollo de ésta “política económica no rebelada” que presiona
los precios a la baja pero que induce, como sucedió a partir del 2º semestre de
1998, primero a una aguda recesión y finalmente a una deflación donde sí, en
ése momento el empleo –cuyo ajuste a la baja aún es marginal - se convierte de
modo central en una variable de ajuste acompañada de alta litigiosidad por la
imposibilidad de afrontar los costos y la gestión de los despidos.
8.
Debemos
tener en cuenta que de modo preventivo el Poder Ejecutivo Nacional se declaró
en desacuerdo con una “política de prohibición de despidos” y propuso en cambio
una mejora importante en las prestaciones de desempleo. Esta es una solución
extremadamente parcial porque sólo alcanza a quienes hayan cumplido una serie
de requisitos de aportes a la Seguridad Social y como es de público
conocimiento el empleo informal no es alcanzado por ésta prestación cuando son
los primeros a quienes se despide. El denominado proceso de “desalarización”
continua a paso acelerado y una mera prestación de desempleo es un factor
adicional de exclusión social que alimenta “mercado laboral” muchas veces
ligado al “crimen organizado” o incrementar la conflictividad social.
9.
Antes
de continuar, como buenos economistas, debemos señalar que cuando decimos
“política económica no rebelada” lo hacemos por una cuestión de elegancia. La
palabra no elegante pero más exacta es “política económica perversa”.
10.
Hace
ya algunos años, en un Foro Aduanero le señalé a la entonces Directora General
de Aduana que “la política industrial
se resuelve en zona primaria aduanera” (lamentablemente nada ha
cambiado que me señale de modo tajante el error de mis dichos).
11.
Recesión,
descontrol en Zona Primaria Aduanera no son los únicos temas que preocupan a
los sectores empresarios PYME con quienes conversamos a lo largo de ya hace
algunas largas semanas. Se debe agregar el poco profesional (a lo que debería
incluir la permeabilidad que quienes lo administran muestran ante las Cámaras
Empresarias Sectoriales en las que han prestado hasta su asunción servicios
profesionales) modo en que se ejecuta la administración del comercio exterior
que CAME (dando efectivas muestras de ello) ha apoyado de las más diversas
formas.
12.
La
escasa profesionalidad o tal vez la ignorancia o una combinación de ellas le
generan mediante el modo de administración del comercio exterior un “fuerte
daño” a las PYME que no participan de “ése círculo de amigos, ex empleadores o
ex compañeros de trabajo) incluyendo en el régimen de Licencias No Automáticas
(LNA) a las denominadas “posiciones bolsa” del Nomenclador que incluyen partes,
piezas, insumos o materias primas. Es decir, no ha existido la voluntad
política y mucho menos la comprensión de la gravedad del problema que se estaba
generando y que se transforma en un argumento más de la recesión en curso ante la falta de
certidumbre sobre la posibilidad de poder reponer las partes, piezas, insumos o
materias primas que se dirigen a los procesos productivos de las PYME.
13.
Esta
situación genera un discurso por parte de quienes controlan una “cadena de
valor” respecto de la imprevisibilidad de las PYME, de la baja productividad,
de su desinterés por la mejora de la competitividad logrando así permear a
quienes administran el comercio exterior para que autorice LNA solicitadas de
modo directo por ellos a sus proveedores internacionales. Obviamente,
simultáneamente, se relajan los
controles sobre los “precios de transferencia”.
14.
Bajo
ése escenario, la PYME es desplazada como proveedora, no por su “desapego y
falta de compromiso” sino por la permisividad en la ejecución de la maniobra y
paradójicamente, alentando el desaliento.
15.
Bajo
estas condiciones entendemos que:
- Se debe demandar una mejor, efectiva y
auténtica administración del comercio exterior señalando la necesidad de
que el régimen contemple de modo fehaciente la existencia o no de
producción nacional y que dé prioridad a la demanda de partes, piezas,
insumos y materias primas con destino a la producción industrial
- Se debe exigir que la Dirección General de
Aduana (DGA) transforme de modo profundo sus prácticas de gestión y un mayor
y más eficiente control de la Zona Primaria Aduanera y de la documentación
que se presenta a la verificación para la nacionalización de mercaderías y
contribuir a fortalecer al comercio formal
- Se debe fortalecer en la DGA el área técnica
de clasificación a efectos de acelerar los trámites relativos a darle
mayor especificidad al Nomenclador Aduanero con el objeto de “desarmar”
las “posiciones bolsa” y que éste pueda acompañar el proceso de desarrollo
tecnológico y que el sistema arancelario no pueda ser manipulado mediante
“las peores prácticas aduaneras”
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.