07 diciembre 2014

LA DINÁMICA CAPITALISTA JUEGA EN DOS CANCHAS

No puedo con mi genio.

La vida me situó en un tiempo histórico excepcional. Estar parado en el medio de una nueva etapa de la Revolución Industrial.

La primera se expresó en un conjunto de "revoluciones" importantísimas como la navegación, la reforma religiosa, la aparición de la imprenta, entre otras. Esa etapa duró no menos de 300 años, pero a partir de allí los hechos adquirieron un dinámica inusitada.

Apenas 50 años después de 1776 que se sitúa como el año de referencia de ésa primera "Revolución Industrial", aparece ya una segunda oleada cuyosd rasgos esnciales estuvieron en la química, la electricidad y ya el inicio de la ciencia de los materiales con la aparición del acero (Convertidor Thomas-Bessemer) a escala industrial el reemplazo de la lana por el algodón en la indumentaria, etc. Período que nos lleva de aproximadamente 1845 a 1870 y que concluye con la guerra de Alsaxcia Lorena motivada por la apropiación de un recurso estratégico en aquellos tiempos: el carbón)

Los 150 años posteriores  hasta nuestros días fueron sumamente inquietos en materia de desarrollo tecnológico y organizacional del sistema capitalista.

Pero entrado el Siglo 21 comienzan a aparecer algunos signos del porvenir en materia de desarrollo capitalista que no pueden ser soslayados, sobre todo para países como Argentina, eterno proveedor de commodities de base extractiva no renovables (minería y petróleo) o renovables si se hacen las inversiones que se requieren para regenerar la capacidad de producción del suelo).

Así, aunque en el mundo ya se utiliza de modo generalizado, comienza a aparecer nuevamente la ciencia de los materiales dando un nuevo y enorme paso de significado estratégico.

Argentina generó una enorme expectativa alrededor del yacimiento petrolífero de tipo no convencional denominado "área de Vaca Muerta" que incluye no sólo los yacimientos de Neuquén sino que también los identificados en Mendoza,

La caída del precio del petróleo y de los commodities en general (recordemos que la soja llegó a cotizarse a u$s 650 la tonelada y hoy ronda los u$s 350/380 y de un barril de petróleo que se estimaba en aquel entonces por arriba de los u$s100 hoy llega a u$s 69 y se espera una tendencia a llegar a un piso de los u$s60 por barril.

La cuestión no es menor porque compromete, aunque se niegue, el desarrollo de uno de los proyecto petro-energético más importantes a escala mundial y que reposicionaría a la Argentina como un importantísimo exportador de petroleo que junto a la minería y la producción agricolo-ganadera reestablecerían el sendero del desarrollo económico hoy abandonado.

Sin embargo un detalle que aporta la ciencia d los materiales no sólo es la aparición de la nanotecnología, sino el inicio de la etapa industrial del grafeno y de una cuestión no menor que señala hoy Palma Cané en La Nación " la técnica aplicada por parte de los países importadores en el uso del petróleo implica que cada vez se requieren menores unidades de petróleo por unidad de producto.". La Nación – Suplemento de Economía – 07/12/2014)

Es decir, el petroleo, al igual que el acero comienzan a ser reemplazados por otros materiales en contradicción con lo que declarara un ejecutivo del Club del Petroleo en Houston hace 3 años nada más: "Le propongo algo -dijo-. Busque cualquier objeto del mundo. Va a comprobar que seguramente entre sus componentes hay alguno que es un derivado del petróleo. Y si lo encuentra y no tiene, quédese tranquilo que igual estará presente. En el proceso de fabricación o distribución, el petróleo aparece"

Optimismo de ejecutivo, pero no del desarrollo de las ciencias.

El petróleo es un recurso no renovable y necesariamente ha comenzado lo que se denomina en los estudios de "ciclo de producto" su cambio de tendencia ye inicia su período de declinación para ser reemplazado por otros materiales que parafraseando a Karl Marx, no tendrán "ni un átomo" de petróleo.

La misma suerte correrá el acero, que tal como le señalé al editor de América Latina Economía hace ya un par de años, será reemplazado por el grafeno y otros materiales.

No es ciencia ficción, es lo que está sucediendo en un “barrio” llamado Tierra, mientras en ésta casa de éste “barrio”, todavía discutimos personalismos, competimos por el narcisismo y soportamos la corrupción como modo de vida.

Es decir, estamos, a su vez, asistiendo a una transformación organizacional de la producción capitalista de enormes consecuencias. Las grandes corporaciones globales llevan adelante estudios minuciosos de sus procesos productivos y proceden para ello a DIVIDIRLO. Una vez analizada ésta división, las corporaciones resuelven EXTERNALIZAR aquellos procesos donde detectan, por alguna razón contribuciones marginales a la tasa de ganancia tan pequeñas o incluso negativas que contrapesan la necesidad d mostrar resultados altamente positivos a ser exhibidos en los balances presentados ante los principales centros financieros del mundo.

En ése punto, como ya señalamos en ésta red social, las grandes corporaciones promueven las denominadas “cadenas de valor” conformadas por PYMES que se ven, grandes inversiones y reestructuraciones internas de por medio (adecuación a normas internacionales de calidad, ambientales, etc), en proveedoras de éstas grandes corporaciones generando en ellas una “cultura del éxito” muy difícil y en muchos casos imposible de soportar la más mínima advertencia sobre su significado. Estos empresarios PYME se sienten “winners” y adquieren, como señalamos, una suerte de soberbia que los hace tomar distancia de otros colegas que no participan de dichas cadenas y toman distancia de las instituciones gremiales empresarias que los representan corporativamente bajo el argumento de que son innecesarias dado los “acuerdos” que llevan adelante.

Esta suerte de “individualismo empresario” no les permite percibir que ésas cadenas de valor reeditan relaciones de producción que nos retrotraen a la mita y el yanaconazgo de la etapa colonial.

Comienza a suceder, y tal vez el ejemplo sea el de la industria automotriz, que ante la crisis sectorial las “terminales” dejaron libradas a su suerte a las empresas integrantes de la “cadena de valor” que habían desarrollado mediante la no renovación de órdenes de compra o la cancelación de las denominadas “abiertas” o el no reconocimiento de los mayores costos de producción d las PYME participantes obligándolas absorber pérdidas que comprometen seriamente su supervivencia, entre otras metodologías que incluyen el “estiramiento” de los plazos de pago, por ejemplo, y que tienen como resultado un incremento sustantivo de los cheques rechazados y no rescatados en los plazos legales cuyo monto promedio hace que hablemos de “cheques PYME”.

A su vez, la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) de donde surgen las cifras de desocupación, entre otras, hay un detalle destacado por Fanelli, ha crecido el número de trabajadores que trabajan menos de 35 horas y desean trabajar más.

Este “fenómeno” puede deberse a que muchas empresas reducen “formalmente” la jornada laboral y pagan la diferencia de modo “no formal” asumiendo un conjunto de riesgos de insospechadas consecuencias con lo cual reducen costos en materia de presión tributaria y previsional.

Estas situaciones ponen en evidencia que las denominadas “cadenas de valor” que se presentan como oportunidades terminan sellando un pacto de vasallaje con las grandes corporaciones.

Ahora bien, como resultado de dinámica, algunas de las cuales no detallamos por cuestiones de espacio, también se verifica, por otros indicadores la pérdida de puestos de trabajo. En resumen, se verifica -perdón la redundancia- un incremento de la marginalidad y la exclusión de insospechadas consecuencias en materia social y de expresión política de los movimientos sociales que agrupan a éste sector.

Sin embargo, el desarrollo capitalista induce de modo permanente a la denominada “movilidad social” de carácter individual y lleva adelante, de modo notorio en éstos tiempos de “división y externalización” de los procesos productivos una política motivacional importante denominada “emprendedorismo”.

Vista ésta política desde los arrabales del Gran Buenos Aires, difícilmente surja esos proyectos exitosos que suelen mostrar las publicaciones de todo tipo que abordan la cuestión, señalando, en tanto insoslayable, la altísima tasa de mortalidad de éstos “emprendimientos”.

Estos conciudadanos, alentados por la dinámica de la movilidad social ascendente o por la desesperación de la desocupación avanzan sobre un terreno extremadamente peligroso en el cual el Estado se muestra obviamente, ausente ( en ningún caso, y pese a existir, los Planes y programas que los acompañan no responden ni mínimamente a la realidad).

Empecé por lo general. Termino en lo estrictamente particular porque no puedo obviar ver el contexto en que me encuentro pero tampoco puedo negar la etapa histórica que me toca vivir.

Surge entonces la pregunta: ¿Cómo compatibilizar la dinámica del desarrollo capitalista en medio de una profunda revolución industrial y de restructuración capitalista con las necesidades vitales de mis compañeros marginados y excluidos segregados a las áreas marginales del Conurbano Bonaerense.

Tal vez mi cabeza no alcance para desenredar los hilos de ésta madeja y ya no cuento con la ayuda del Chapulín Colorado y su astuc

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