Puentes levadizos
Muchos pensaran que estoy ya viejo,. Otros dirán que fui
definitivamente cooptado. Tal vez algunos otros señalen que estoy
""gaga". La verdad, ya poco me importa. Lo que si me importa es
ver como hay personas que se dedican a profundizar las diferencias,
aprovechándose para ello tanto de las extremas agresiones de los "oponentes"
como de las nimiedades menos importantes.
En los tiempos de mi primera juventud había un conductor de
radio (Jorge Billeard) que concluía sus programas diciendo "sean
buenos".
No quiero caer en ése falso optimismo, pero creo que es hora
de trabajar para la "re humanización" de la sociedad. Me parece que
llego la hora de abandonar esa etapa que nos remite al Planeta de los Simios,
si aquella donde la evolución humana va en sentido de transformarnos en simios.
Estimo tenemos otro destino. ¿Porque no empezarlo a
construirlo ahora? ¿porque no abandonar ese enfrentamiento extremo por razones
que nos deshumanizan, que nos ponen en la senda del "espíritu animal"
No caigo en aberración voluntariosa del "sean
buenos", simplemente estimo, creo, pienso, que me gustaría vivir los últimos
años de mi vida bajo otras condiciones menos violentas y más amorosas.
Tal vez, parafraseando a Juan Gelman (citado por Benedetti), ahora que
sabemos que “ya nadie es inocente”, no será tal vez la hora de bajar los “puentes
levadizos”, de invitar al otro, ése enemigo tan próximo, tan prójimo (parece
que en mi cabeza resuena el poeta del M26)
e invitarlo a deponer armas y actitudes, a cesar en las hostilidades y
en lugar de transitar los territorios de la otredad, plagados de amenazas y
posibles sinsabores, intentar, al menos, recorrer una parte del camino juntos.
Después de todo, pasados los odios, sinsabores, argucias y
mentiras, todos, como diría Hegel, no seremos más que una ínfima parte de la
pila de huesos que acumula la historia.
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