Las condiciones en
que se desenvuelven algunas variables sensibles y la obstinación con la que el
gobierno responde a las limitaciones nos hace pensar que la crisis impactará
en la Argentina en un momento que valoramos sumamente complejo para el Ejecutivo
y sus visiones del futuro.
¿Qué podemos hacer
para que el impacto sobre nuestra vida no conlleve consecuencias fatales? Muy
brevemente precisemos el objeto de la incertidumbre.
La crisis[1],
remite en todos los casos a una cesura, a una situación cuyo resultado podría
parafrasearse al poeta diciendo “para bien o para mal, nada va a quedar igual”[2]
y tiene, un largo periodo de incubación en el transcurso del cual los síntomas
se van manifestando cada vez en forma más definida y precisa hasta que, un día,
un acontecimiento, no importa cual, nimio, sin mucha trascendencia e
importancia en sí mismo, aparece como la causa eficiente de todos los males, de
todas las calamidades subsecuentes.
Entonces, para no
alargar la cuestión, ¿qué es lo que ha pasado ahora para que se diga sin más
que ESTA crisis es la peor en muchos, pero muchos años, que se desate una
corriente xenófoba, gane adeptos el cierre de las fronteras comerciales, como
si el fenómeno fuese una plaga contagiosa para lo cual, basta con ponerse en
cuarentena, recluirse y aislarse, para garantizar el no-contagio? ¿Es
aproximadamente cierto que el aislamiento internacional de Argentina, resultado
de su quiebra y de sus sistemáticos incumplimientos a sus obligaciones
financieras, son una fortaleza que nos preserva de los impactos dolorosos de
los que nos anoticiamos diariamente?
¿Por qué hace 10 años la devaluación, pese a los impactos sociales que
genera, encontró un amplio consenso? ¿Cuál es la razón por la que mientras
algunos sectores concitan la atención por su alta conflictividad otros parecen
no ser afectados? ¿Por qué mientras se verifica la caída de la inversión y el
leasing ha desaparecido muchas empresas se empeñan en llevar adelante planes de
inversión y reclaman, por ejemplo, que se reglamente la Ley de Promoción de
Inversiones o que se ponga en marcha un sistema de capitalización de utilidades
y otros instrumentos de financiación de la inversión?
Parece ser que un rasgo de estos tiempos es la no homogeneidad y la
asimetría de los impactos que la llamada “crisis internacional” habrá de
generar. El rasgo que caracteriza la “no homogeneidad” es precisamente la
tendencia a la “desaparición de empresas, en particular las PYME debido a la
dinámica del proceso de concentración del capital.
Los análisis económicos continúan abordando la problemática desde la macro,
las políticas públicas elaboran planes generales y masivos y la sensación es
que no se está obviando un aspecto sustantivo de la cuestión: los impactos- a
diferencia de las tradicionales crisis argentinas, son diferenciales, no sólo
ya a nivel de sectores sino que también intra sectorialmente.
La paradoja es que se hace imprescindible abordar los impactos, diseñar y
desarrollar respuestas a una crisis global pero que debe ser abordada desde lo
“microeconómico” lo que obliga casi a un análisis caso por caso una suerte de
política económica especializada, a medida, ¿es esto posible?.
Algo es seguro, las explicaciones y las soluciones globales ya no alcanzan,
los grandes agrupamientos de países han comenzado a intentar soluciones
particulares, por ahora sin abandonar esas uniones, durante una década se
promovieron Trade Act, ahora se promueve “el compre norteamericano”.
¿Cuáles son las estrategias que se comienzan a implementar en las PYME con
el objetivo de sobrevivir:
·
Reprogramación o
eliminación de horas extras (en muchos casos con compensación a los
trabajadores). Absorción de “anticipos a cuenta de futuros aumentos”. Ajuste de
los niveles salariales a los niveles convencionales. Eliminación de “bonus” o
premios anuales. Mayor rigurosidad en los pagos por productividad,
puntualidad, asistencia, etc. No se han eliminado ni suspendido los comedores
ni se han ajustado los menús. En general se mantienen los beneficios “no
salariales” aunque es posible que los mismos sean renegociados o ajustados de
mantenerse la situación.
·
Si
bien hemos detectado que hasta ahora los despidos (como consecuencia de la
reducción de ventas y ajuste patrimonial de la PYME) se han llevado adelante
por goteo, esa metodología, acusa en las estadísticas del INDEC que sólo en
junio de 2014 se han perdido más de 25.000 empleos (algo así como 100.000
argentinos reducidos a la marginalidad y la exclusión) en un proceso que recién
se inicia.
·
Queremos
señalar que las pérdidas de puestos de trabajo señaladas por el INDEC son sólo
un indicador. El problema es más grave porque nada dice del modo en que éstos
requieren a la PYME la liquidez necesaria para hacer frente a los mismos (dado
que en general se trata de antigüedades altas o la necesidad de adicionar
“ayudas financieras” para evitar la posible conflictividad de los mismos
derivados del Sistema de ART. Si bien en general negociado y pagado en cuotas,
afectan el capital de trabajo de modo muy importante impidiéndole a la empresa
ampliar su giro.
·
En
éstos casos, y dado que en muchos casos, se trata de personal con mucha
experiencia o bien capacitados y que las plantas de trabajadores estaban muy
ajustadas, el Empresario PYME debe tener presente que en caso de revertirse el
ciclo, le demandará costos adicionales volver a recontratar y especializar a los
trabajadores.
·
Por
lo señalado anteriormente, y con la mirada puesta en la deseada presencia de la
PYME en lo que denominamos “la post crisis”, RECOMENDAMOS que, salvo que se
detecte sobre actuaciones en la planta de personal o la existencia de falta de
productividad o de manifiesta falta de disciplina por parte del trabajador, NO
disminuir la panta de personal y sostener los niveles actuales.
·
En
caso de trabajadores a los que les falte muy poco tiempo para acceder a la
jubilación y salvo que ocupen oficios muy difíciles de suplantar (matriceros,
por ejemplo) RECOMENDAMOS la posibilidad de anticiparle los salarios faltantes
para la la jubilación y si es necesario recontratarlo pero ahora,
externalizando la provisión de los servicios.
·
Evaluar
la posibilidad de acceder a los planes oficiales de sostenimiento del empleo
que en general consisten en hacerse cargo de una parte del salario del
trabajador (REPRO, PREBO (Bs As), etc)
·
Los
ajustes a los planteles, que aún NO
se han verificado en las PYME (incluso en sectores que públicamente han
llamado la atención por el impacto que podría ya estar generando la situación
económica) serán muy “meditados”. Debe tenerse presente la importante inversión
en el desarrollo de capacitación y entrenamiento que desarrollaron las PYME en
relación con su personal en los últimos 5 años. La posible pérdida de éste
“capital intelectual” será motivo de un análisis muy detallado y exhaustivo por
parte de la PYME llegado el caso.
·
En síntesis,
nuestra RECOMENDACIÓN es evitar despidos. No resulta una estrategia que
resuelva de modo fundamental y estratégico el impacto de la crisis en la
Empresa.
·
Ajustes
de gastos generales (ajustes a las dimensiones de las “cajas chicas”, disminución
de los niveles de autorización de gastos extraordinarios, mayor control de
erogaciones no asociadas a la producción, etc.)
·
Deben
renegociarse los contratos de Consultaría, por ejemplo asociados a Programas de
Calidad Voluntarios (Normas ISO 9000, 14000) y a otros Programas de Trabajo
orientados a la capacitación Interna o el Posicionamiento Comercial tratando en
lo posible de organizar el acceso a los planes gubernamentales que los
financian mediante Aportes No reembolsables ( PACC y otros).
·
Los
Programas relacionados con lo estrictamente productivo (ingeniería,
mantenimiento, medio ambiente, control de procesos, etc.) ya fueron
renegociados en términos de costos de honorarios y en muchos casos se los
internalizo. Las erogaciones por honorarios asociados a la gestión (contadores,
abogados y asesores en general) fueron renegociados. Se demanda mayor
productividad (es decir mejor relación costo/servicio) y que éstos tengan una
mirada crítica sobre la Empresa y contribuyan a detectar “costos ocultos” que
deben ser removidos. En suma RECOMENDAMOS reclamar y exigir mayor compromiso y
responsabilidad por parte de los profesionales asesores.
·
Ajustes
en los gastos de representación y otros gastos asociados a la “imagen” o
posicionamiento comercial. En particular los gastos de viaje (por ejemplo
hemos verificado que el valor del km recorrido para la liquidación de los
gastos de viaje, gastos de estadía y
manutención. Se eliminaron, en general, los llamados “gastos de
homenaje” (regalos empresarios, a clientes y otras personas vinculadas en
particular a la gestión). Se cancelaron suscripciones, abonos y cuotas.
·
El
Empresario debe dar testimonio de austeridad y evitar dar señales confusas
respecto de su conducta. Esta debe, en todo momento, dar cuenta de la crisis,
de su deseo de sostener la Empresa de modo formal, de mostrar coherencia y
consistencia en sus actos. Mostrarse solidario y responsable en todo momento y
proactivo a todas aquellas posibles reingenierías de procesos o de costos que
contribuyan a mejorar la productividad y la competitividad.
·
Se
ajustaron los gastos operativos
relacionados con el comercio exterior. Se cancelaron participaciones en Ferias,
Exposiciones, Seminarios, etc. Se reprogramaron y re planificaron las misiones
comerciales. En general se ajustaron los
presupuestos a lo imprescindible y a los potenciales resultados esperados.
·
Un
aspecto importante fue la renegociación y reformulación de los costos de los
seguros en particular en el rubro “rodados”. Se ajustaron las valuaciones y los
riesgos cubiertos. Una medida de ésta “reducción de costos” significó alrededor
de un 25% en promedio de los gastos aplicados al rubro.
·
En
materia de producción se procedió a “recotizar” todos aquellos insumos “no
estratégicos”. No obstante, podemos decir que en general se reformulo la
política de abastecimiento. Se trata de ajustar los stocks a los denominados
“punto de pedido” o “puntos críticos”.
·
Se
procedió a analizar la sustentabilidad de algunos productos. Así, se suspendió
o reprogramo la producción de los de menor rentabilidad o demanda.
·
El
punto anterior nos obliga a RECOMENDAR al Empresario sostener una mirada
crítica sobre lo que produce y en qué contexto se posiciona lo que produce, es
por eso que, en nuestra opinión debe evitarse mostrar cierta “tozudez” respecto
de tal o cual producto al que consideramos “estrella”. Reflexionar sobre ésta
cuestión es fundamental y debe desarrollarse con total desapego y flexibilidad
para comprender y ejecutar los resultados de ése análisis
·
Se
ajustaron los horarios de producción, debe tenerse presente que el aumento del
costo de la energía eléctrica (por eliminación de subsidios) obliga (más allá
de la situación económica) a analizar la planificación y programación de la
producción bajo otras condiciones.
·
Debe
tenerse presente el alargamiento de la cadena de pagos, los incrementos en la
mora (involuntaria o deliberada), el incremento de los cheques rechazados que
ponen fuertes restricciones al financiamiento operativo de la Empresa.
Reflexionar a “quién se le vende, cómo se le vende” lleva a tener que evaluar
nuevos mercados, a intentar acceder a otros clientes que estén en mejores
condiciones y a evaluar,
desapasionadamente, la relación con aquellos clientes en problemas a quienes
tal vez podamos apoyar para resolverlos y sostenerlos como tales.
·
Sostener
la liquidez es de suma importancia, porque permite una mayor flexibilidad y
capacidad de negociación tanto con los proveedores como con los clientes.
·
Es
cierto que mantener el capital de trabajo y desarrollar estrategia para
ampliarlo es básico y puede ser tomado como una señal para evitar la inversión
en bienes de capital. Lo que estamos recomendando es que el proceso inversor en
bienes de capital u otras ingenierías asociadas, deben ser atendidas con una
mirada muy crítica en cuanto a que aporte hacen ésas inversiones, en éstos
tiempos y de qué modo habrán de contribuir al posicionamiento en lo que
denominamos “post crisis”.
·
Detectamos
en las PYME la decisión de continuar invirtiendo, fundamentalmente en la
mejora de procesos productivos y en aspectos sustantivos de la competitividad.
Las limitaciones en materia de financiación encuentran aún solución por la
existencia de “stocks financieros” que les permiten la autofinanciación de
aquellos proyectos que son considerados estratégicos. Se tiene acabada
comprensión de la selectividad con la que habrán de manifestarse los impactos
de la situación económica y de la necesidad de no ahorrar en ésta materia. Los
ajustes a los proyectos están más relacionados con la el modo en que visualizan
la reestructuración de su mercado objetivo que con restricciones de costos de
la inversión.
·
Se
están renegociando los costos de los fletes y de la logística en general
(gastos de distribución). La percepción de “alta nivel de capacidad ociosa”
por parte de las Empresas las lleva a renegociar con buenos resultados esos
costos.
·
Esta
crisis de balanza de pagos impacta en la existencia de limitaciones a la
obtención de insumos, partes y piezas de origen importado. En éste caso,
sostenemos que deben mejorarse las presentaciones y desarrollarse con fuerte
compromiso empresario. Las denuncias que procesamos de desabastecimiento
obedecen más a presentaciones desordenadas y/o a situaciones puntuales que
pueden ser resueltas.
·
Hemos
detectado que muchas PYME han comenzado a informar retrasos e impagos de
obligaciones tributarias y sociales. Aunque se aduce que la tasa de interés que
cobran los Entes oficiales es menor que la de mercado, lo cierto es que ésa
“cuenta” no es el punto más importante de la decisión. Lo que verdaderamente
indica éstos retrasos o impagos es los cambios que se verifican en los flujos
de fondos proyectados. Se cobra mal, se paga mal o no se paga. Se debe ser muy
cuidadoso en éste tema dado que la AFIP cada vez hace más refinados los
sistemas de control.
·
No
se verifican atrasos en los pagos de salarios. De acuerdo a al momento del año
en que estamos (obligación de liquidar sueldos, aguinaldos)
·
En
general los titulares de las PYME ( o importantes directivos de las mismas o
sus abogados y contadores, según sea el caso) han retomado la actividad de
“agilizar la cobranza” como actividad diaria personal (esta actividad había
sido casi abandonada en los últimos 5 años)
·
No
hemos verificado presiones adicionales sobre los asesores contables de las PYME
para que desarrollen nuevas estrategias de ajuste a las obligaciones fiscales
ni tampoco hemos verificado que la porción de economía no registrada en las
empresas haya crecido más allá de la “normalidad” en la que se encuentra en
los últimos 5 años. Los mecanismos de control y monitoreo en materia
tributaria y la “toma de conciencia” sobre la relación entre “situación
patrimonial expuesta y accesibilidad a instrumentos financieros de calidad” son
un argumento importante a las autolimitaciones en éstas metodologías.
·
Si
una recomendación hacemos a los profesionales asesores es contribuir a la
detección de “costos de producción y operación” ocultos y que hacen a los
costos de producción, a la generación de rentabilidad y finalmente a la
determinación del precio.
·
En
materia financiera, y dado los niveles de la tasa de interés vigente en los
últimos 90 días, se ha limitado de modo voluntario el uso de los descubiertos o
descuento de documentos. No obstante esa limitación fue en muchos casos
involuntaria. Los bancos ajustaron a la baja los límites a los acuerdos por
sobregiros y descuentos. Si bien ésta situación permitió bajar los “costos
financieros” fue una de las causas eficientes en la pérdida de calidad de la
cadena de pagos.
·
No
hemos detectado, aún,
deslizamiento de PYMES hacia la marginalidad, no obstante de continuar la caída
de demanda y las presiones sobre costos de producción, las estrategias de
supervivencia, conforme lo estamos verificando en un número importante de
casos, se orientarían a mantener la producción y la “calidad” de empresario,
pero desde una mayor informalidad en materia de “facturación” y
consecuentemente tributaria, de empleo, con menor bancarización y la aparición
de mayor conflictividad intra sectorial por la competencia desleal.
·
Un
aspecto sustantivo que preocupa ( o habrá de comenzar a preocupar a las PYME,
sobre todo las que se encuentran instaladas en los “cinturones marginales” del
GBA y otros agrupamientos urbanos, es las posibles denuncias que ejecuten las Organizacines
Políticas (oficialistas o no) de dichos barrios sobre posibles incumplimientos
a las leyes de Abastecimiento y complementarias como modo de extorsión y la
posible obtención de prebendas. Recomendamos denunciar a las Cámaras
Empresarias y a CAME Industrial dichos eventos.
·
La
pregunta es ¿alcanzaran éstas estrategias?. Esperamos que sí, porque el paso siguiente
es acelerar el paso hacia la marginalidad o la desaparición silenciosa.
·
Comienza
a manifestarse problemas serios en la cadena de pagos. Nuestro último Informe
señala:
“El Poder Ejecutivo nacional
publicó hoy en el Boletín Oficial la Resolución del MEyFP Nº 82/2014 dejando de
éste modo oficializado Programa de Fomento al Consumo y a la Producción de
Bienes y Servicios, denominado “AHORA 12”, tal vez sea importante ver el estado
de la cadena de pagos en materia de cheques.
En los últimos 3 meses
(06/14 al 08/14) la relación (en cantidad de cheques) compensados sobre los
rechazados pasó de 2,49 a 5,13 esto nos indica un crecimiento del 106%. Pero a
su vez se libraron un 6% menos de cheques en el trimestre, aunque si se lo
compara con el mes anterior (julio2014) la caída en el libramiento de cheques
fue del 14,41%.
En tanto el circuito
productivo (y en particular de las PYME) se “mueve” a través del libramiento de
cheques existen 3 posibles explicaciones:
1.
Que se está estirando la cadena de pagos y
directamente no se libran cheques
2.
Que la caída en el libramiento de cheques
está indicando una menor actividad económica, es decir, convalidando el
“enfriamiento de la economía”, apuntalada ésta afirmación con el insoslayable
crecimiento de la relación entre cheques compensados /rechazados.
Cabe destacar que el valor
del cheque compensado promedio ascendió a $21.937 lo que significó un incremento
del 2,08%, pero el valor del cheque promedio rechazado creció un 7,793 ($
19.022 en agosto de 2014) lo que está indicando
3. Una creciente iliquidez en los libradores de
cheques para hacer frente a los documentos emitidos (preferimos manifestarlo
así para no hacer referencia a la existencia de un descalce en la cadena de
“cobros/pagos” que el empresario no está en condiciones de solventar, es decir
evidencia su condición de insolvencia, debilidad difícil de resolver y que
entendemos se agravara con el correr de los próximos meses)
Si la mirada se posa sobre
los valores (expresados en valores corrientes, es decir no deflacionados o
calculados a valores actuales) la relación entre compensados/rechazados pasó en
el trimestre bajo análisis de 2,05 a 4,44. Esto significa que en el trimestre
la relación creció un 116,32%. A su vez se pasó de un monto de cheques
rechazados de $3.290.348 a $ 6.877.957, volvemos a señalar la situación de
insolvencia que dado el valor de los cheques promedios rechazados es evidente
que afecta directamente a las PYME.
Conclusión:
Alertamos a los industriales
PYME sobre la calidad de una cadena de pagos que se esta deteriorando. Esta
conclusión puede ser interpretada en el sentido de que los números expuestos
alientan el pesimismo y son funcionales al enfriamiento productivo (evitamos la
palabra recesión porque aún nos resulta muy fuerte), es decir el pesimismo que
muestra la información que muestra el Banco Central de la República (que es
nuestra fuente) actúa como una “profecía auto cumplida” y profundizar el
enfriamiento productivo.
En nuestra opinión, la
insolvencia que se expone en las PYME es un indicador muy peligroso respecto a
cualquier estrategia de supervivencia que se elija, y los cierres silenciosos,
las convocatorias y en muchos casos las quiebras llevaran a la desaparición de
miles de PYME.”
·
Bajo estas
condiciones, sumado a que hemos comenzado a detectar acumulación indeseada de
los stocks de productos terminados, pueden comenzar a llevarse a cabo
decisiones muy negativas para las PYME.
Esas decisiones tiene por objeto, dada la tasa de interés para descuento de
documentos, la acumulación indeseada de stocks y el aumento creciente de los
costos (aun hiper inflacionados), a que el empresario se vea obligado a
recuperar el capital de trabajo y recuperar liquidez. Se da inicio a un proceso
de deflación absolutamente indeseado de graves consecuencias para la economía.
Para ello se comenza a producir un fenómeno de precios a la baja en la
“puerta de fábrica” forzado por la falta de capital de trabajo por parte del
empresario (iliquidez que se verifica en el desempeño de cadena de pagos con
cheques)
·
Ahora bien, conforme
el empresario “liquida” su stock y recupera cierto nivel de liquidez, se le plantea
la disyuntiva de producir o tomar activos de resguardo.
·
La decisión de
producir le indica que como todavía los precios de las materias primas e
insumos contienen “sobre precios” derivados del proceso inflacionario, los
volúmenes de producción serán menores y los valores de producción mayores.
¿Cómo salvar ésta asimetría?. La respuesta es obvia: produce menos unidades.
·
Se da así el inicio de
un proceso que de recesión que se convierte en depresión, porque el empresario
no repone todo el capital de trabajo en la producción sino que orienta parte de
su capital recuperado a activos de resguardo ( en general inmobiliarios o
carteras dolarizadas)
·
Esa combinación de
liquidación de stocks indeseados y tendencia a la baja de los volúmenes de
producción, genera la necesidad de replantearse estrategias diversas para
sobrellevar ésta etapa.
·
En nuestra opinión,
sin caer en la tontería de que “crisis es oportunidad”, recomendamos a los
Empresarios llevar adelante un profundo análisis del negocio que desarrollan y
su nivel tecnológico o las posibilidades de acceder a él, en tanto es ésta la
variable que discrimina.
·
Sin
embargo, la cuestión empresaria, y fundamentalmente para las PYME, nos es sólo
sobrevivir -que lo pueden hacer- sino lo que denominamos la “POST CRISIS”, es
decir, el momento en que “la tormenta ha pasado” o ya se preanuncia el fin de a
misma.
·
¿Quiénes
habitaran ése nuevo territorio dejado por el paso de las tormentas y huracanes
que son las “crisis”.
·
La
respuesta es muy sencilla: sólo aquellos que tomen la decisión AHORA, en plena
crisis” de desarrollar PROYECTOS DE INVERSION para la “post crisis”. No se
trata de esperar que esta llegue e iniciar allí el proceso de reflexión previa
y organización que un Proyecto de Inversión requiere.
·
NO.
Las empresas (y obviamente los empresarios) que tienen la firme decisión de
atravesar la crisis y posicionarse, en mejores condiciones competitivas en la
“post crisis” inician YA el camino de la inversión.
[1] El sustantivo griego “crisis” que designa la acción de “discernir, juzgar
deviene del verbo griego “krinein” que significa “dividir, separar”. De allí
que la palabra “crisis” remita básicamente a un momento de ruptura, de
discontinuidad, de transformación y no de cambio, en tanto no puede asegurarse
la continuidad. La versión latina indica que su origen está en el verbo
“discrimen” (decisión, división). Para quienes provenimos de la cultura
greco-latina, la referencia a la existencia de una “crisis”, poco y nada tienen
que ver, en principio con la simultaneidad de una referencia a la
“oportunidad”. Esta surge o no luego de que ya se ha producido de modo
irreversible la “krinei”, es decir, la división y la separación. En idioma
inglés, “crisis” remite a “breakdown” (collapse, crack-up), tampoco acá aparece
la referencia a “la oportunidad”.
[2] Mario Benedetti
¿Qué podemos hacer
para que el impacto sobre nuestra vida no conlleve consecuencias fatales? Muy
brevemente precisemos el objeto de la incertidumbre.
Si la mirada se posa sobre
los valores (expresados en valores corrientes, es decir no deflacionados o
calculados a valores actuales) la relación entre compensados/rechazados pasó en
el trimestre bajo análisis de 2,05 a 4,44. Esto significa que en el trimestre
la relación creció un 116,32%. A su vez se pasó de un monto de cheques
rechazados de $3.290.348 a $ 6.877.957, volvemos a señalar la situación de
insolvencia que dado el valor de los cheques promedios rechazados es evidente
que afecta directamente a las PYME.
Esas decisiones tiene por objeto, dada la tasa de interés para descuento de
documentos, la acumulación indeseada de stocks y el aumento creciente de los
costos (aun hiper inflacionados), a que el empresario se vea obligado a
recuperar el capital de trabajo y recuperar liquidez. Se da inicio a un proceso
de deflación absolutamente indeseado de graves consecuencias para la economía.
·
Ahora bien, conforme
el empresario “liquida” su stock y recupera cierto nivel de liquidez, se le plantea
la disyuntiva de producir o tomar activos de resguardo.
·
Esa combinación de
liquidación de stocks indeseados y tendencia a la baja de los volúmenes de
producción, genera la necesidad de replantearse estrategias diversas para
sobrellevar ésta etapa.
·
Sin
embargo, la cuestión empresaria, y fundamentalmente para las PYME, nos es sólo
sobrevivir -que lo pueden hacer- sino lo que denominamos la “POST CRISIS”, es
decir, el momento en que “la tormenta ha pasado” o ya se preanuncia el fin de a
misma.
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