No soy un economista, al uso.
Es difícil ser aceptado con esa forma de pensar y fui por ello relegado, en algunos casos discriminado y en otros se prefirió marginarme hacia cuestiones "técnicas"
Pero soy feliz de ser un economista político.. No me hacen mella.
Pero ya en tiempos de retiro, confieso, a pesar de Borges, que he sido (y aun lo soy) feliz.
Lo sentimos, la página que estabas buscando en el blog no existe.
Lo sentimos, la página que estabas buscando en el blog no existe.